Caffè sospeso

Es el café pendiente

Foto de Annie Spratt en Unsplash

Tradición napolitana que empezó durante la II Guerra Mundial: un café que dejas pagado con antelación para otra persona que no pueda permitírselo. 

Hace unas semanas, en un bar de barrio en el que hacen unos bocadillos de tortilla increíbles, dejé un desayuno sospeso. Había una mujer mayor, contando las monedas para pagar dos croissants minis y un café con leche en vaso de cristal y muy calentito. No sé por qué, pero cuando fui a pagar mi cuenta, le dije al camarero que me cobrara un par de croissants minis y un café con leche en vaso de cristal y que se lo ofreciera a la mañana siguiente a cualquier cliente que considerara que podía venirle bien. 

Foto de Andrew Valdivia en Unsplash

Es un pequeño acto anónimo de solidaridad, minúsculo, pero que aporta una gran satisfacción, enorme, para el que deja el caffé sospeso. Hay algo de egoísmo en esa sensación, porque es muy buena para lo poco que has hecho, pero, también hay un efecto secundario: tiendes a repetir y vas dejando por ahí, aunque solo sea en un café, un poco de positividad, que falta que hace.

Y después, lo explicas. O lo escribes en tu blog.

Y animas a probarlo, porque esto del café pendiente, tiene un efecto de contagio maravilloso.

Foto de Kanwardeep Kaur en Unsplash

Frágil.

Este mundo de hoy no es viable.

El símbolo de Gerald Holtom.

A este extraño jardín, lo llamé flores marcianas. Lo he encontrado, escondido en un cajón. Es un bastidor muy pequeñito, con un fondo de pintura de pizarra negra y unas flores blancas. Algunas de ellas, son el símbolo de la paz que todos conocemos. 

Este símbolo no es muy antiguo (de la década de 1950) y su autor, el diseñador Gerald Holtom, no lo registró así que es utilizado libremente en multitud de manifestaciones a favor de la convivencia y el pacifismo. En su momento, fue creado como logotipo de la Campaña Británica para el Desarme Nuclear (NCD).

Y, desgraciadamente, como sigue habiendo guerras y armas nucleares en manos de gente a todas luces incompetente, antes y hoy, seguimos utilizando símbolo de Gerald Holtom para manifestarnos en contra de la guerra. De las guerras. De todas. 

Muy vintage.

Foto de Pierre Bamin en Unsplash

Pues vayamos avanzando hacia la Navidad. Parece un tiempo en el que la gente está de mejor humor, hay lucecitas, regalos, reencuentros y días de vacaciones. 

Foto de Sebastian Fröhlich en Unsplash

Y, en algunos sitios, abetos iluminados gigantes que compiten a ver quién lo tiene más grande. 

Foto de Scott Webb en Unsplash

El arbolito debería recordarnos aquello de “Al mundo entero, hoy quiero dar, un mensaje de paz y junto al árbol revivir la alegre navidad”. Para quien lo haya tatareado en su memoria (delata la edad; -), es el anuncio de Coca Cola de 1972 con su famoso slogan “La chispa de la vida”.

Puede ser cursi pero no desfasado. Es vintage. Pero lo más remarcable es que seguimos así, necesitando mensajes de paz. Lo podrían reeditar en versión actual sin problema.

En fin, a ver si llegan los días de buena sintonía y chispas de vida y paz…

Foto de Frédéric Dupont en Unsplash

Foto de Ron Smith en Unsplash

NB : Todas las fotos de Unsplash.

LO VE

Esta vez, las letras de madera me han servido para hacer un Love partido.

Porque no sé qué pasa en el mundo que el amor se ha roto y está por ahí, en fragmentos que se deben unir. Ojalá solo fueran dos trozos, pero parece que se ha fragmentado en nanopartículas.

Tengo un “Lo” y un “Ve” y los voy a colgar juntos.

Ojalá sea un presagio…

Banderas blancas.

Hace 14 años , publiqué un post en este Blog que titulé “Un mundo Non Perfect”. Ese 6 de enero del 2009, en la portada de La Vanguardia, aparecía la foto de un Rey Mago sonriente con una niña preciosa en brazos y un segundo titular, de otra noticia de actualidad : «Lucha cuerpo a cuerpo en Gaza» .

Finalizando 2023, las guerras continuan. Nuevas , eternas y las que se repiten. Muchas.

Este es el mundo imperfecto que hemos creado después de tantos siglos de ensayo y error y en el que nos ha tocado vivir . La violencia entre seres humanos, genéticamente hermanos, todos de la misma raza -la de la humanidad-, todos habitando el mismo planeta, despertándonos bajo el mismo cielo, viendo la misma luna…¿ Cómo puede ser? ¿Como nos negamos el deber de utilizar el don más mágico que tenemos ?

Los seres humanos nos podemos comunicar de manera inteligente. Nos podemos dedicar a procesar la información que nos da el otro, compararla con la nuestra , podemos negociar y tomar decisiones en aras del bien común. Es nuestra única salida : entendernos todos.

Es muy difícil acabar con la violencia. Es como uno de esos virus, de alta resistencia, que se niega a abandonar su huesped. Pero debe haber algún camino y hay que descubrirlo . Somos muchos más , en ese conjunto llamado humanidad , que quiere la concordia y no aceptamos la violencia como argumento. No hay que olvidar esa superioridad numérica, para tener esperanza. Aunque sea pequeñita.

Una estrofa de la canción de Sopa de Cabra “Si et quedes amb mi” dice :

Despinta les banderes
I fes-ne un gran llençol
Per sobre les fronteres
Podràs sentir-me a prop

Despinta las banderas /Y haz una gran sábana /Por encima de las fronteras/Podrás sentirme cerca.

Toca despintar banderas y que todas sean blancas.

Foto de samantha woodford en Unsplash

#2023

Foto de Annie Spratt en Unsplash

Una vez digerida la Navidad, toca enfrentarse al Fin de Año. 

Llega el momento de las listas, de recordar los mejores momentos, de la recopilación de los eventos históricos del año que se va, de iniciar (o no, eso cada uno) un periodo reflexivo de lo que hemos hecho bien, mal y de lo que queremos para el año venidero (después ya veremos cómo va), de sentir la velocidad endiablada del tiempo… 

Una fecha que es simbólica para unos y, para otros, es un día más en ese discurrir de semanas y meses encadenados.

Foto de Julia Kuzenkov en Unsplash

Lo mío no es muy trascendental y lo celebro con fresas. Por mi odio a las uvas, tipo el de Mafalda a la sopa, me tomo mis 12 piezas de fresas (los fresones grandotes se deben partir en dos para ir a buen ritmo) y lo que le pido al año que empieza es: acierto para capear lo que pueda venir y predisposición para disfrutar de lo bueno que espero que venga.

Eso es lo que os deseo a todos para el 2023: acierto en la gestión de la vida y predisposición para disfrutar de todas sus cosas bonitas que suelen estar siempre ahí, pequeñitas y simples, pero no sé por qué, muchas veces no las vemos…

Y, un deseo para el mundo, aunque desgraciadamente ya es un concepto utópico, la paz.

Que la dejen salir de su caja.

Dosis de Mafalda .

Más necesarias que nunca…

La web oficial de QUINO, aquí.

No se pierde.

Cuesta no perderla ante el panorama del planeta pero, con todas las facilidades que le estamos poniendo para escapar de la Caja, la esperanza sigue ahí , sobreviviendo…

Zeus le regaló la maldita Caja a Pandora, diciéndole que en su interior había los mejores regalos de los Dioses pero … que no la abriera.

La historia más habitual es que allí, estaban contenidos todos los males y que Pandora, curiosa y rebelde, abrió la caja y al ver que se escapaba la maldad, la enfermedad, la guerra, el odio , etc. la cerró,  dejando sólo la esperanza . Pero ¿qué hacía la esperanza entre tantas cosas terroríficas? Yo soy más de la opción que en la caja, lo que había eran las cosas buenas , las virtudes, lo positivo : solidaridad, justicia, paz, amor, etc. y que al salir de la caja, se escapaban, también,  de nuestro alcance.

Pandora hace lo mismo en las dos versiones: cierra la caja para que no perdamos lo bueno pero llega tarde y , cuando lo hace , sólo queda la pobre esperanza, dispuesta a ayudar a la humanidad…

Espero que no consiga huir.

Nota 1: El color verde se asocia a la esperanza desde la época medieval. Se refiere al futuro de las buenas cosechas que se expresa en los nuevos brotes verdes que tiñen los campos en primavera.

Nota 2: En la botella de color verde, con la lavanda,  hay una rama de olivo.  

Rescate.

Me ha llegado una notificación de Unsplash : he conseguido 500K views de las fotos que voy colgando.

La última ha sido esta.

Una estrella de madera en un charco de agua.

Es triste en tonalidad y mensaje. Del color del mundo de hoy…

Hay que rescatarla.

Foto de SincerelyMedia