En la mesa, debajo del cañizo , viendo el campo… Estoy con una amiga y hemos puesto los mantelitos individuales, los vasos con agua y zumo. También pa amb tomàquet y una tabla con embutido de la zona. Ni nos hemos sentado que se acercan unas avispas revoltosas. Primero hay dos pero, después, el número se dobla. Yo , las temo. Mi amiga, también. Dando saltitos y haciendo aspavientos con un trapo, hemos conseguido sacar los platos , los vasos, y el pan. La tabla, ha sido más difícil. Les encanta la sumaia…
Más bandadas de trapo y ya lo tenemos todo pero nos siguen al interior. Hemos cortado un trozo de sumaia y lo hemos dejado en la mesa, a medio sol, debajo del cañizo… Allí dónde debíamos haber estado nosotras…
Ya me ha vuelto a pasar. Agosto ya está aquí. Lo veía lejano en marzo, en mayo, en… Y ya está aquí… Me ha pillado con un vaso que se ha desportillado pero que me gusta y no he querido tirar.
Lo he pintado con Chalk Paint azul Cadaqués para que fuera más veraniego . Marca el inicio de las vacaciones.
Menta, salvia, albahaca y romero. Azul Cadaqués. Verano.
Si lees los periódicos, ves las noticias, las tertulias, los hilos de twitter, etc., la sensación es de “tic-tac”.
Una alteración del espacio-tiempo en modo Carpe Diem : “Aprovecha ahora que después, mal”
Yo soy de las que cree que el “después” tiene un componente de “ya se verá” así que , sí, hay que aprovechar el verano y las vacaciones . Como si fueran las últimas , pues vale pero… ¿No debería ser eso el lema de nuestra vida? ¿Disfrutar ,con consistencia, los buenos momentos de la vida?
El verano , este año, me dice todo el rato: “Fotografíame”.
Es posible que me haya contagiado de esa percepción de inquietud (que no paran de divulgar todos los medios de comunicación y redes sociales) ante el incierto tiempo que viene y busque la terapia fotográfica como refugio.
Mientras voy con la cámara, solo pienso en la belleza y eso, crea una fortaleza inexpugnable a las malas vibraciones.
El farolillo de energía solar, colgado en una tomatera es para foto. Lo enfoco y ese momento, me lleva a pensar que todo irá mejor de lo que dicen.
De momento la terapia me funciona. Voy a seguir fotografiando el verano…
Es otro año “raro” pero mejor que el anterior . Olvidamos rápidamente que podríamos estar peor y , tal vez, eso es lo que no debemos olvidar vista la cifra de contagios y hospitalizaciones.
Prudencia, responsabilidad y mucho relax.
Cuidaos mucho.
NB : La foto es de la camelia y el olivo que nos han acompañado estos meses en el blog. Sobreviven al calor y a mis cuidados. También se han pedido vacaciones…
La Festividad de San Juan , en España, es una de las celebraciones más optimistas del año. La noche del 23 de Junio, según en qué zona estés, verás mucho fuego , oirás atronadores petardos, quemarás lo malo para que desaparezca, esperarás a las séptima ola para pedir tu deseo o serás espectador de un increíble espectáculo de caballos menorquines…
La fiesta, aunando y sintetizando todos los conceptos, da paso a un nuevo período -el verano-en el que o damos gracias o pedimos gracia. Cada uno lo hace de una forma distinta pero similar en su esencia y todo ello, engalanado de fiesta.
Donde yo vivo, la fiesta se llama revetlla /verbena y consiste en una buena cena de verano al aire libre, cava , coca y baile. Pero hay algo que, a mí , me define Sant Joan y me trae recuerdos bellísimos de otras verbenas de mi infancia. Ese algo es el farolillo.
La brisa veraniega, el aroma de las barbacoas, de las hogueras, de la pólvora de los malditos petardos. La larga ristra de bombillas y aquella caja vieja llena de farolillos de papel, plegados, que iban perdiendo su vistosidad año tras año. Y mi padre, subido a la escalera, colgando bombillas entre los pinos y nosotros, dándole los farolillos.
Oficialmente, estáis leyendo este post ya en el verano del 2021. El año pasado pensábamos en la distancia, la mascarilla y la higiene de manos. Este verano, ya podemos desprendernos de la mascarilla en el exterior ( “no aglomerado”) , la vacunación va bien y hay una sensación de aproximación a la realidad veraniega pre-pandemia . Se respira mucho optimismo.
Será un verano mucho mejor, seguro, pero en mi capazo, además de protector solar, llevo la mascarilla y un frasco tamaño XL de autorresponsabilidad.
Después de unos meses extraños en los que hemos tenido que recomponer nuestra realidad ( y en eso estamos, porque ya nada se parece a lo cotidiano ), llega -casi de repente-el mes de agosto. En mi caso, siempre ha sido sinónimo de vacaciones. Parón. Desconexión. Reset.
Este año, la #NuevaRealidad lo convierte en un mes extraño. Pararemos y desconectaremos, todo ello con la mascarilla puesta y con la sensación que todo pende de un hilo. Lo de reiniciarnos , ya es una de las características de este nuevo mundo : hay que ir haciendo actualizaciones de forma continua, como los antivirus. ¡Qué ironía!
Así que, a partir de mañana, vamos a realizar una inmersión en las vacaciones de la pandemia, a ver qué tal. Es una incógnita…Una aventura, al fin.
Para desearos unas felices y sanas vacaciones a todos, voy a utilizar una foto de un DIY que me ha encantado. Durante la fase #Encasa, un amigo creó un precioso pez con una barrica de vino vieja. Está colgado en una pared, en una ambiente que te traslada a Menorca . Puro verano.
Ya estoy buscando barrica e instrucciones. ; – )
¡Cuidaos mucho!
NB : En unos años, al releer estos post, espero alegrarme . Todo habrá vuelto a la normalidad y las vacaciones serán como las de antes. También es posible que los lea y que piense : ¡Qué tiempos aquellos en los que podíamos salir sin el traje de la NASA!