Hablo sin saber lo que digo. He verbalizado “perder el oremus” y al momento, he pensado: ¿»Oremus????»
Sé lo que significa : si pierdo el oremus, pierdo el sentido (el norte?), me despisto…pero no sé nada del tema “oremus” . Investigando un poco, encuentro dos explicaciones posibles. Como parece obvio, es una de esas expresiones católicas que ha arraigado en el lenguaje popular. La invitación a la oración que hacía el sacerdote en el rito, eso es el “Oremus” ( Oremos, en la misa en latín). Y el feligrés, debía saber cual era la oración que tocaba recitar en esa parte de la misa. Si se despistaba ( por ejemplo, estar mirando las musarañas sin prestar atención a los tempos del ritual) y no sabía qué debía recitar, era que había perdido el “oremus”. Esta es la explicación lógica, pero me gusta más esta otra : al celebrar la misa, el cura se ayudaba de un misal. El libro llevaba en el borde exterior de las páginas iniciales de sus diferentes capítulos unas pestañas, que el cura podía agarrar con dos dedos y pasar de golpe un bloque entero de hojas cuando necesitaba ir de una sección a otra en diferentes momentos del rito. En algunas ocasiones adoptaba la posición de orante, con los brazos extendidos y las manos vueltas hacia arriba; era entonces cuando las pestañas se revelaban especialmente eficaces y le permitían, con un rápido movimiento, ir directamente a la página en la que estba la oración que tenía que leer.
Esas pestañitas recibían el nombre de «oremus», y si el cura perdía el oremus, no sabía cómo seguir y la misa podía verse interrumpida. ( De la misa la mitad, Salvador Alsius).
Así que cuando lo pierda ( el oremus), por lo menos, sabré lo que pierdo…
Ya tengo, de nuevo, tres pares de calcetines huérfanos de par. O sea, son 3 calcetines single. Se ha investigado, exhaustivamente, la escena del crimen y no hay rastro de los desaparecidos. Estarán un tiempo en un cajón que no se abre nunca, hasta que sean reciclados.
No encuentro mi carnet de conducir. Sé que no lo he perdido. Está en casa. Lo percibo…Durante un par de días, todos los bolsos, bolsas, maletines, carteras y porta documentos son registrados. También los cajones donde a veces, sólo a veces, dejó la pequeña cartera que contiene ese documento. En el coche-hay una mínima posibilidad de que se haya caído-, tampoco.
Al tercer día, vuelvo a hacer la ronda de búsqueda y le añado la invocación a San Antonio. Me doy por vencida. Estará, riéndose se mí, con las tapas de tupper y los calcetines. Veo que puedo pedir un duplicado vía on line con el certificado digital. Es fácil y me dispongo a hacerlo, pero, me llama mi madre. Ha recibido la llamada telefónica de una señora muy simpática, que le propone un análisis del agua en su domicilio, gratuito y, además, le darán un regalo por participar en dicho análisis de agua del vecindario. Para cualquier cosa de este tipo, antes de quedar con la señorita simpática, les da mi número de teléfono (al que casualmente, nunca llama nadie) pero como hace unos meses, instalamos un sistema de osmosis, dudo si no será para la revisión, aunque parece demasiado pronto. Voy a buscar la carpeta donde tengo todos sus documentos y facturas para llamar a la empresa instaladora y … ¡Pam! Dentro de la carpeta, está la carterita con mi carnet de conducir. ¿Cómo ha llegado allí? Ni idea.
He mirado a mi alrededor por si estaban los calcetines y las tapas. Igual es una zona cero, tipo agujero negro, donde van a parar las cosas perdidas, pero, no. Siguen escondidos…
Esta es una reproducción de un poster motivacional que diseñó pero, finalmente, no publicó el Ministerio de Información Británico en el año 1939, al inicio de la II Guerra Mundial.
Redescubierto en el 2000 y habiendo pasado los perceptivos 50 años que liberan a la «obra» de los derechos de reproducción, ha sido utilizado en ropa, decoración, etc. En esta web, de original nombre keepcalmandcarryon, podeís ver la máxima gama de customización del slogan que los británicos crearon para que la población civil, ante la amenaza de guerra, mantuviera la calma…
Hoy, día de los Santos Inocentes, busco la inocentada en la prensa. Nunca la encuentro pero siempre la busco… Y, además, desde que vivimos en la era de las Fake News ( que son como inocentadas continuas ), es muy complicado detectarlas.
Al acabar el periódico, me he dado cuenta que me gustaría que la mayoría de las noticias que he leído sean mentira. Que los conflictos , las guerras y las injusticias, la crispación, la incapacidad de dialogar, … que todas esas cosas fueran cosa de la inocentada. O una gran Fake New.
Pero, no. Es la realidad .
Así que necesito algo motivacional, aunque sea de 1939 y del Ministerio de Información Británico.
Mantendremos la calma y Seguiremos adelante .
Y añado un deseo : Hacia un futuro mejor construido por todos.
¿Por qué no la pintan con una melena frondosa? Y…¿Por qué pintan a la Ocasión? La Ocasión…¿Se pinta?
Y resulta que La Ocasión no es un sustantivo que indica “Oportunidad que se ofrece para ejecutar o conseguir algo.”
No. Nada de sustantivos, ella es una Diosa grecorromana.
Es dicho muy antiguo, aunque inexacto. Los romanos tenían una diosa llamada Ocasión, a la que pintaban como mujer hermosa, enteramente desnuda, puesta de puntillas sobre una rueda, y con alas en la espalda o en los pies, para indicar que las ocasiones buenas pasan rápidamente. Representaban a esta diosa con la cabeza adornada en torno de la frente con abundante cabellera y enteramente calva por detrás, para expresar la imposibilidad de asir por los pelos a las ocasiones después que han pasado, y la facilidad de asir las que tenemos enfrente.
Iribarren, José Mª; El porqué de los dichos. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Novena edición. Octubre 1996, pág.110
Dicen las enciclopedias que es una “deidad menor” pero todo apunta a que fue la primera Diosa Punki del Olimpo.
Parece ser que otras expresiones como “La suerte le ha dado la espalda”,“Aprovechar (la ocasión) por los pelos” y “ Tener la suerte de cara”, hacen referencia a esta representación plástica y, en concreto , al peinado de la Diosa.
De frente, la podías agarrar por los pelos. No sé. Eso me duele… Pobre Diosa, ¿no?
Si los Dioses fueran más benévolos, hubiesen ideado otro tipo de peinado para la Diosa Ocasión. Uno de esos que no la deje medio calva ni dolorida por el agarrón de la otra media melena y, lo más importante, que a nosotros, los pobres humanos, nos permita, cazar la ocasión al vuelo, la mires por donde la mires.
Son ilustradoras, especialistas en humor gráfico. Analistas sociales, altavoces de la realidad más íntima. Hacedoras de sonrisas. ¿Apetece sonreír viendo un dibujo? Pues , venga.