
El teclado está «diseñado» en California y hecho en China. La foto está hecha con un iPhone made in PRC (People’s of Republic Chinese). El stick USB que estoy utilzando ahora mismo, mi taza de cappuccino, el mouse… chino.
Pero …estoy sentada ante una mesa , de madera de roble, pintada en rojo y decapada ( tanto por el diseño del artesano como por el pasar del tiempo) que no viene del país asiático. Su ex-propietario me dijo que estaba hecha por un ebanista de Alicante y que la compró en un mercadillo de artesanía y antiguedades…
Mientras escribo este post miró a mi alrededor, observo el atrezzo y… la mesa y la silla es lo único que no es chino….
China es la fábrica del mundo. Allí se fabrica casi todo lo que habita en nuestros hogares : teles, ordenadores, microondas, cafeteras, batidoras, reproductores, cónsolas, …el mundo de la electrónica y el electrodoméstico pero también el calzado y la ropa y, dentro de nada, verás como se afanan a cultivar olivos y te hacen un aceite a 0,50€ /litro…
La periodista Sara Bongiorni intentó vivir un año en EEUU sin productos made in China y digo «intentó» porque lo suyo fue un año de desventuras buscando productos imposibles ( como por ejemplo un repuesto para una aspiradora) con el lema Made in USA ( u otro lugar que no fuera China…).
Es una realidad ( es la fábrica del mundo, de verdad) y lo cierto es que gracias a esta producción masiva de productos a bajo coste, el consumidor occidental ha tenido acceso a ellos (tambien masivamente) y eso , según opinan los expertos, contribuye a afianzar nuestro sentimiento de «sociedad de bienestar».
El propio mercado ha consumido y ha otorgado una etiqueta a lo que es «made in China»: barato y de baja calidad. Hay una parte de verdad ( hay mucho producto malo ) pero también es cierto que hay empresas chinas que se afanan en hacer las cosas con un alto stándar de calidad y , cada vez más, su trabajo está dirigido a erradicar esta «mala fama» ( de ahí, y como política de limpieza de imagen, veréis que los productos chinos son «made in PRC»). Este fenómeno «made in China» está creando el «contrafenómeno». Una tendencia , cada vez mayor, a dar importancia a las cosas hechas en casa, artesanalmente , más caras posiblemente pero …mejores.
Es una pena que la industria artesanal del calzado en el Levante español, deba ir cerrando sus puertas para dejar paso a esos zapatos a 29€ que te recalientan el pie si los llevas más de cuatro horas seguidas. Es una pena no poder potenciar esa riqueza de conocimiento y tradición y vender nuestros bellos zapatos al mercado (nacional y exterior) al precio que vale esa tarea artesanal.
Es una pena que los italianos nos compren el aceite de Les Garrigues, lo envasen de lujo y lo vendan como «exquisito aceite toscano». Es una pena que no podamos hacer resaltar la extremada calidad de nuestros aceites, vinos… ¿Y los Jamones?. ¿Cómo es posible que en cualquier lugar del mundo encuentres el Prosciutto di Parma ? ¿Y el Jabugo????…
Ya que estamos inmersos en el juego de lo masivo, podíamos focalizarnos en lo que tenemos que es especial y único. Hacer que el sello del «made in spain» ( por ejemplo) se ligue al «Exquisite Spain». Luchar contra la cultura de precio y exportar lo mejor que tenemos a precio de «producto handmade» de lujo .Son nuestros gobiernos los que deberían destinar cerebro y dinero a la promoción mundial de nuestras maravillas y espero que , a la mayor brevedad posible, a alguién se le encienda la lucecita y cree un ambicioso plan para situar a nuestro país como productor de cosas exquisitas: desde un jamón y aceite a un turismo de «excelencia» pasando por una de las mejores gastronomías del planeta.
España es exquisita y hay que aprovecharlo.
NB : Esto lo escribí hace 8 años. Lo sigo reivindicando…
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