La hoja.

Trilogía de un paseo por el bosque. (III) Fin.

Viene de aquí: (I) y (II)

Lo tercero es la hoja. No estaba en el bosque.

Es una hoja que se movía en el aire, por la Tramuntana, en el quicio de mi puerta. Entró en mi casa y ni siquiera el robot aspirador pudo con ella. Se quedó debajo de la alfombra.

Se merecía el tercer bastidor.

Esta es la Trilogía de “Un paseo por el bosque”: una corteza de árbol, una rama y una hoja…

Y los paseos.

El bosque.

Trilogía de un paseo por el bosque. (II)

Viene de aquí.

Lo segundo es el bosque.

El segundo día de paseo, ya iba decidida a recolectar algo. Hacía sol y el camino estaba precioso.

Se filtraba la luz entre los árboles y se podían observar muchas tonalidades de verde, pero yo iba mirando aquí y allá, arriba y abajo y me fijé en esta corteza. 

Planita, liviana, perfecta.

Un paseo.

Trilogía de un paseo por el bosque. (I)

 

Lo primero es el paseo.

Una caminata por el bosque en un día frío y húmedo. Precisamente, lo resbaladizo del terreno me obligaba a mirar, con frecuencia, hacia el suelo. Llevaba una mochila ligera así que cuando vi la rama, me la guardé.

Además de tener posibilidad de pegarla a un bastidor, la disposición de los nudos permitía que fuera un colgador de joyas (anillos, pulseras,). Mi gran idea era encontrar más, para utilizar en el bastidor más grande pero no encontré ninguna parecida, así que es una rama única y le ha tocado bastidor pequeño.

Con la hoja…

Pegando cosas…

Estoy reciclando bastidores antiguos, preparando las bases con acabados de pintura de pizarra y pegando cosas que parece ser la tendencia artística que últimamente, me domina.

En mi caja de “cosas para pegar” en la que acumulo cosas que creo que algún día me servirán para mis cuadros, había unas cuentas de unos collares que se me rompieron. Son círculos de plata y de nácar .

No están puestos ahí aleatoriamente -aunque tapar desperfectos del lienzo me ha obligado a hacer algunos cambios estratégicos respecto a lo que yo tenía en mente- sino que representan a la familia.

Hay quien solo verá unas formas circulares, pegadas con más o menos fortuna, pero yo veo diferentes formas de familiafamilias que tengo. Familias que quiero.

Ánimo y sigue.

Cuando empecé a interesarme por la pintura ya de mayor y más por sus efectos terapéuticos que por mi destreza (que hoy en día sigue siendo nula) , me dio por el realismo . Intenté dibujar unas flores y aún recuerdo las risas de mi padre cuando vio aquella cosa que parecía un ramo de Ágata Ruiz de la Prada, pero dibujado por un niño. Entendí que la única forma de evolucionar ( si esa es la palabra para esto mío con la pintura) era ir a lo abstracto. A los colores y a las texturas.

Sigo con mi padre (al que le fascinaba cualquier manifestación artística si provenía de su hija) : él me animó y me estimuló a escribir, me inscribía a premios, me ayudaba con los relatos. Cuando me dio por comprar el caballete, los lienzos y los acrílicos, tampoco desistió de su actitud motivadora, aun sabiendo que las Bellas Artes no era lo mío. Él, siempre animoso,  me propuso empezar poco a poco, en un lienzo pequeño y aprendiendo a mezclar colores. Me hizo inspirarme en un paisaje familiar y conocido.

Y salió esto.

Ha aparecido en el bloque de lienzos antiguos que hay en el trastero. Es pequeñito y me da mucha paz.

Es mi padre diciéndome : ánimo y sigue.

Y, así, en la vida…

#NuevaRealidad ( La bolita.)

Siento la inquietud pandémica previa al confinamiento de la primavera pasada, así que me he dedicado a embadurnar un bastidor muy antiguo con pintura de pizarra.

Tenía una misión : hace ocho años me regalaron un móvil de viento.  No emitía ningún sonido, pero cuando se movía al son del viento, una bolita de cristal tallado , que estaba insertada en el centro, pendiendo de un hilo, reflejaba la luz del sol, creando un juego de luces precioso.

El tiempo, el viento, la lluvia, el sol… No sé quién es el culpable, pero la bolita de cristal cayó al suelo. No pude volver a ubicarla en su lugar…

Así que ahora,  sigue cerca del móvil, pero pegada a un bastidor embadurnado de pintura de pizarra en diferentes tonos tierra y gris.

Y yo me he calmado un poco…

NB : Así era el móvil…

#Encasa (lo de pintar.)

Como muchísimos de vosotros, en estos tiempos de #estarencasa, he estado ordenando. Una vez finalizado el entorno habitual, he pasado a los rincones inaccesibles y , a veces, olvidados.

Además de los cajones de cables inservibles y de aparatos qua ya no existen, me he lanzado a una tarea largamente postergada : mis pinturas, bastidores y demás utensilios para pintar. La palabra “utensilios” abarca una gran gama de objetos. Dada mi incapacidad para dibujar, recurro a pastas de relieve y cosas, muchas cosas, cualquier cosa, que se pueda pegar en un lienzo ( todo tipo de cuentas de bisutería vieja, letras de madera, de tela y de pórex, pinzas de tender, sellos de tinta, estrellas de mar, de piedra, de papel, alambres y cuerdas, cristales pulidos, etc.…) La estrategia mental del almacenaje de todo eso es : “Igual algún día me sirve”

Hace ya mucho tiempo que sé que debo ordenar aquello, pero fue una tarea procrastinada hasta ayer.

Tiré pinturas secas, seleccioné los pinceles y bastidores reutilizables, ordené todas esas piezas ornamentísticas y, poco a poco, a ritmo de Aute ,  recuperé las ganas de mancharme las manos y pintar mientras me evado ( que es lo que me pasa con mis manualidades pictóricas de aficionado) y me lo paso pipa.

Ahí los tengo preparados…

Entra.

Esto es de mi época de RotuTerapia. Estaba poseída por los rotuladores…

R3

(I)

Te camela con lo de la Terapia de Color. Te dice que esos rotuladores son inofensivos…Que te transportaran…

-Pinta, pinta. Colorea,…Dibuja lo que tú quieras…-Lo va repitiendo, de forma pausada con esa voz profunda que te induce a pintar, a colorear, a dibujar …-Pinta, pinta…

Te relajas.

Y dibujas. Y te sale un laberinto, lleno de círculos concéntricos…Y, ella, sigue repitiendo-Pinta, colorea…

R16

Y llega el momento y te transporta. Estás enfrascado. Sacando la lengua en un gesto de máxima concentración, con los codos apoyados en la mesa, la mano firme y el rotulador, húmedo, empapándolo todo de color.

Pinta, colorea,…Entra.-dice la extraña terapeuta -…entra.

¿Entra?

El cambio en el mantra te saca de tu ensimismamiento. ¿No era “Pinta, Colorea”?¿Por qué ha dicho “Entra”?…

R4

(II)

Todo es de un extraño color verde.

Hay pequeñas franjas de un color morado oscuro que me llevan hacia unos círculos concéntricos de muchos tonos. Me giro a la izquierda y veo más de esas franjas y de esos círculosy más allá, un desierto blanco. Me giro a la derecha y… lo mismo…

¿Dónde estoy?

Camino unos pasos, y me acerco a uno de los bordes. ¿Borde?

R9

A lo lejos, me parece divisar una indicación. Esto, debe ser un sueño. – reflexiono-Estaba yo, dibujando y pintando y me habré dormido y…¿Qué es eso?

R13

Entonces, reconozco los colores y las formas. “Pinta, colorea, dibuja lo que quieras”.

Estoy en mi cuadro…Quiero salir. Lo recorro , de arriba a abajo. Me paseo por todos los círculos. Sigo las franjas moradas. Me cuelgo del borde. Nada.

R11

Alzo la vista y la veo sonreír. No es terapeuta. Es una bruja … Una bruja mala y me ha encerrado en este cuadro. Noto que me mueve, me desplazo a trompicones de un lado a otro hasta que me vuelve a colocar en posición vertical. Entonces, me atrevo a mirar a mi alrededor. Veo los otros cuadros y… a los otros prisioneros. Un chico, sentado a la orilla de un río en un encantador paisaje campestre; una mujer en la puerta de una casa muy bonita, al lado de un árbol lleno de manzanas ;una joven sentada en una nube, en un cielo de un azul precioso…

La bruja,  se ríe.

Me pregunto por qué no presté más atención en mis clases de dibujo…Estoy encerrada , en una red de círculo concéntricos …

Además, este color verde que elegí, me empieza a molestar…

“Quality Time en tonos ocres con trazas azul grisáceo y muy buen rollo”

Este cuadro es un encargo. Hacía tiempo que no pintaba o lo que sea que yo hago, pero este fin de semana, me lo he pasado en grande, manchándome las manos de pintura…

 

El proceso siempre ha sido terapéutico para mí, mucho más importante que el resultado y, en este caso, el proceso ha sido al aire libre y con buena música en mis oídos.

Al cuadro, lo voy a llamar “Quality Time en tonos ocres con trazas azul grisáceo y muy buen rollo”

 

Redondo.

Otro cuadro “reciclado”. Un fondo de arena y pintura de relieve ex verde que, ahora, es una base blanco-pizarra.

Tenía dos letras “o”, rojas,  de un logotipo en Porex que ya no era utilizable, pero yo lo vi reciclable. No sé por qué, apareció en mi mente, de negro y en medio de mi base blanca.

“Me ha salido redondo” es el título que le he puesto.