Intervención.

El momento del paseo por el bosque es realmente especial. El aroma de la tierra, los laureles salvajes y la hierba. El susurro de las copas, el débil discurrir del agua… Si estás concentrado en el baño de bosque, la experiencia te serena , te proporciona una satisfacción tangible de ese conjunto de intangibles de la naturaleza.

Es un sistema lleno de intervenciones del propio sistema : un tronco que se seca y se cae , otro cubierto de musgo, que se inclina buscando sobrevivir.

De repente, te encuentras con intervenciones externas al sistema. En este caso, humanas. Y , mira, te alegras de que sean respetuosas con ese paisaje. Están los Cairn ( del gaélico escocés) aspiracionales aunque leo que “existe en castellano el término morcuero que, según dice el diccionario de la RAE, es un «montón de piedras al pie de los caminos dedicado a Mercurio, que se formaba con las que iban depositando los viajeros en honor del dios».”

También los que hacen algo más artístico.

Encuentro otra intervención humana. No es un morcuero, es una guarrada.

No se han dejado nada al azar: además de escombros, la intervención se corona con una preciosa botella de plástico.

Ojalá el Dios Mercurio actúe en consecuencia…

Acabo con foto sin intervenciones humanas.

Pasan cosas.

Sentada , delante de un paisaje natural, un ser inquieto me dice que allí no pasa nada. Ya he utilizado el recurso de las nubes y sus formas cambiantes así que pasamos a la observación más intensa. “Sí que pasan cosas, solo hay que saber mirar”.

Vemos danzas de mariposas blancas, unas aves cruzan el cielo (graznan como patos por lo que deben ser patos) y otras se adentran en la zona boscosa. Detectamos un hueco entre los árboles por donde van pasando. Hay viento, así que las nubes siguen su juego y nos llega el sonido de las copas de los árboles, susurrando. Oímos disparos. Parece que ya se ha abierto la veda de caza. Nos sobrecogen. ¿Ves como pasan cosas? Después, oímos las motos que , supongo, están haciendo las rutas de las bicicletas de montaña. Menos mal que no nos llega el aroma a gasolina. Y un avión. Se ve muy pequeñito y lejano pero se oye la estela atronadora, amortiguada, pero ahí está, destrozando la coreografía del cielo.

También hay cosas que no pasan y deberían estar pasando. Hace mucho tiempo que recalo en esta zona y, en octubre, me sentaba a ver ese paisaje con algo que me protegía del frío. Hoy, sigo con camiseta de manga corta .

Y cuando miro la montaña, recuerdo lo bonita que estaba , cubierta de nieve.

Papilion Machaon en Abelia Grandifolia

Dicen que la Macaón es una de las mariposas más bellas de Europa y el arbusto , que florece de primavera a finales de otoño, se llama Abelia.

Dos cosas bonitas ,de un mundo bonito,  que hacemos feo…

Entendido.

Un árbol. Uno. Se han talado tantos , que un árbol que molestaba en una zona residencial no es una gran cosa. Además, es un árbol no autóctono, que vino de un vivero, de otro país , para cumplir los planes paisajísticos de una urbanización. Tiene su punto irónico…

De eso, habrán pasado más de dos décadas. El árbol, pues, ya es de aquí. Hay apego.

Costó convencer al jardinero experto que valía la pena darle una oportunidad. Aconsejaba sacarlo. “Ya está en las últimas”.

Dos años después de su salvación in extremis, el árbol está bonito. Cortaron las ramas secas y sobrevivió.

En un tocón, he visto su mensaje.

Es una comunicación del árbol en un idioma que podamos entender los humanos.

Y se entiende perfectamente.

Va llegando el otoño…

El miércoles va a llegar el otoño.

Y sé que es una medida de tiempo universal y que no hay ninguna duda de que el día 22 llega el otoño a mi entorno, pero yo sigo inmersa en un ambiente más primaveral que de fin de verano.

Será cosa del cambio climático o yo, que empiezo a tener alteraciones de percepción.

No sé, que se lo pregunten a las mariposas de este fin de semana…

Polilla lista.

La veo en la mesa, al lado de la lámpara. Estoy en una zona de campo y ahora hay muchas mariposas. Nunca había visto una de color negro con estas atrevidas manchas blancas.

Hago dos fotos y después la molesto. Solo quiero comprobar que vive y , sí, está viva. Abre sus alas y veo una franja roja, preciosa. Se va y desaparece por la ventana.

Descubro en la red que es una Callimorpha Dominula, también llamada polilla tigre. ¿Polilla? En ese momento, me doy cuenta de que desconozco la diferencia entre una mariposa y una polilla.

Descubro que son de la misma familia. La polilla es una mariposa nocturna (heteróceros). Las diurnas (ropalóceros) son las que yo llamo “mariposas”. Se diferencian, entre otras muchas cosas por su actividad ( nocturna o diurna) y por los colores de las alas ( de camuflaje o intensos).

Pero esta polilla es una de esas excepciones que confirman la regla. Se pasea con unos colores muy atrevidos y que también sirven para algo : el aspecto llamativo alerta a sus depredadores de su toxicidad ( es venenosa) para que no se la coman y si eso falla, la Callimorpha Dominula se hace la muerta ya que muchos animales no comen animales muertos.

Polilla lista…

Cuando desplegó las alas, era así.

Fuente Wikipedia.

Silencio.

No sabía lo que me estaba afectando el ruido hasta que he llegado al silencio.

Me he ido, pero lo que hacía era huir.

De repente, mi cerebro se ha adaptado , a toda velocidad,  al trino de los pájaros, al susurro del viento . Ha sustituido las radiales , las sierras y los martillos neumáticos por una melodía sinuosa y, aunque parezca una contradicción, silenciosa…

Algún día, acabarán las obras y reformas vecinales y con ellas, el ruido constante. Mientras tanto, tendré que ir haciendo terapia de huida…

#NuevaRealidad ( belleza inalterable.)

Con mascarillas, distancia de seguridad e higiene de manos, con todo lo raro que ha traído la pandemia, que bonito sigue siendo el atardecer…

#EnFase2 ( Ya no.)

En la desescalada, dejamos atrás cosas positivas de estos extraños meses en los que el #Covid19 nos ha hecho diferentes.

El silencio, al principio abrumador pero agradable cuando se nos hizo familiar. Ya se oyen los coches , las obras y a ese vecino que le han regalado una radial para que haga bricolaje. Los pájaros y sus trinos enmudecen.

Photo by Boba Jovanovic on Unsplash

El cielo azul y limpio.

El mar azul y limpio.

El aire limpio.

Photo by wang binghua on Unsplash

Toda esa pureza , empieza a cambiar al ritmo de nuestras emisiones tóxicas. Es más, ahora se añaden residuos a la naturaleza : mascarillas y guantes en el mar y en el bosque.

Photo by Robin Benzrihem on Unsplash

Ya estamos en la calle. Con el otro virus…