Seguimos sin palabras…

…para describir el horror de una guerra que estamos viviendo , en directo, con el corazón encogido ante el sufrimiento del pueblo ucraniano y la impotencia , como civilización civilizada (?), ante la locura.

Un amigo ilustrador, me hizo un dibujo para un apartado del blog que se llamaba “Er quejío “.

Hoy, ha utilizado palabras.

Esas que yo no tengo…

No hay palabras.

Photo by Marjan Blan | @marjanblan on Unsplash

Photo by Markus Spiske on Unsplash

Photo by Don Fontijn on Unsplash

#StopWar

Según la RAE, un verbo simétrico es el que denota un estado, acción o proceso que requiere la participación de varios seres.

Por ejemplo: convivirdebatir, coincidir… También, combatir que está de actualidad, como respuesta a un verbo que no es nada simétrico: atacar.

Provocar una guerra es la manifestación más miserable del ser humano. Y se hace pensando en la asimetría del que domina y se cree vencedor, pero, al final, hay simetría en la guerra. Todos pierden. Todos perdemos.

Y, aún sabiéndolo, con la certeza de las consecuencias aprendidas de guerras pasadas, ahí estamos. Atacando, combatiendo…

Ahora, solo queda sentir una tristeza profunda. Y no hay verbo que la recoja.

#StopWar

Música por el planeta.

El próximo miércoles 15 de diciembre, en el canal de Youtube de Playing for Change, se celebrará un evento global que reunirá a músicos de todo el mundo para apoyar a las organizaciones que trabajan por la protección del medio ambiente.

«No importa quién seas o de dónde vengas, todos estamos unidos a través de la música.»

NB : La más mítica : Stand by me con Grandpa Elliot. Joya.

Viernes: música!

Hace tiempo que no aparecía en el blog “Playing for change”, el proyecto musical y fundación de Mark Johnson que reúne músicos de diferentes culturas, para fomentar la paz y el cambio a través de la música. Si no lo conocéis, vale la pena saber un poco más de esta fantástica iniciativa.

Y la música es genuina y genial.

«Peace Train» Yusuf/Cat Stevens

 

 

Concordia.

El olivo ha ido a peor.

Me dicen que lo pase a una maceta más grande y lo hago, pero no aprecio mejoría.

Es como un mal presagio :   el árbol que representa la paz hecho un desastre. Con lo maravilloso que sería que prosperara , como un símbolo de que la concordia sobrevive a la falta de riego o al exceso de agua, a las hojas viejas, a las plagas de insectos …

Hoy, cuando me acerco al arbolito , veo algo que no estaba ahí hace unos días.

Frutos de tamaño diminuto. Las mini olivas se han convertido en un buen presagio.

El olivo está luchando por sobrevivir.

En venta.

En venta.

A 100.

Mi mente de letras ( aunque, inexplicable y oficialmente yo sea «de ciencias») necesitaba del recurso de la magnitud .

Para entender bien como nos repartimos el mundo, entre nosotros, los humanos, he descubierto una magnitud que me clarifica los datos, poniéndolos en terreno real. Comprensible y escalofriante. : la de los 100.

 

Supongo que todos entendemos esas cifras tipo  :»1.000 millones de personas pasan hambre» pero, al procesarlas y llevarlas al mundo real, sólo sabemos que 1.000 millones es mucho. Muchísimo.

Si imagínaramos que el mundo es una pequeña aldea en la que viven 100 personas y extrapoláramos las cifras sobre el acceso a comida de la población mundial, tendríamos la situacion de la ilustración : 50 no tiene acceso,2o a veces, 30 tienen acceso «suficiente» y 15 van «sobrados».

NB :  pósters del diseñador Tony Ng.

Pero de la extrapolación  » a 100″ que más me ha impactado ha sido este vídeo de hace unos años «The Miniature Hearth», que seas de ciencias  o de letras, vale la pena ver.

Más info : The Miniature Hearth (Official Website)