Emocionante.

Fue muy emocionante. Chanel nos encandiló con su show.

Y Ucrania ganó con su Stefania de Kalush Orchestra.

Algunos critican la mezcla de conceptos : o hablamos de música o hablamos de un pequeño gesto de solidaridad. Pero es muy difícil separar la empatía y todo lo emocional de esta ecuación. Somos seres humanos muy simples aunque nos creamos tan complejos…

A mí me gusta la canción de Ucrania.

#stopwar

Corazón Partío.

Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

Llega Eurovisión.

Poco a poco, me he vuelto a enganchar y me he consolidado como eurofan. A mi edad tiene mérito.😉

Este año, además, me gusta el proyecto Chanel. Confieso que no es un tipo de música que me entusiasme pero sí que valoro el gran trabajo de la artista y el gran trabajo del equipo , que se integra en un todo muy atractivo. Te guste o no te guste la melodía o el vestuario, ese todo despierta simpatías.

La ilusión que ha contagiado el Chanel Team , sean o no ganadores, ya es todo un éxito. Gracias!

El sábado tengo la intención de ver la gala. La guerra estará presente en el Festival, con una Rusia apartada de la competición y el equipo Ucraniano intentando que la música sirva para algo más que para ganar un concurso. Con una canción, además, que se ha convertido en un homenaje a las madres ucranianas. El sentimiento de solidaridad influirá en la parte más objetiva que es valorar la canción y la actuación …

Y me pasará eso del corazón partío.

Yelena Ósipova.

Admiración y respeto máximo por esta mujer.

El 2 de marzo de 2022 fue arrestada junto con otros manifestantes en su ciudad natal por manifestarse contra la invasión rusa de Ucrania.

La activista , de 77 años, aparecía con una pancarta que rezaba: «Hijo, no vayas a esta guerra! Soldado, depón tus armas y serás un héroe de verdad». La grabación de su detención fue compartida por las redes sociales volviéndose viral.

Hace unos días, la ví en la tele. Su intención era manifestarse contra la guerra el pasado lunes, en Día de La Victoria que se celebró en Rusia.

No sé si lo consiguió…

Esta es la foto de la detención el 2 de marzo.

Semana Santa .

Photo by Hello I’m Nik on Unsplash

Adiós a la esperanza de paz temprana.

La guerra sigue y llega la Semana Santa.

Nos vamos inquietos, apesadumbrados, extrañados, desconcertados, impotentes…

Espero que sea la Semana de un alto el fuego. De tregua.

La de la paz.

Photo by engin akyurt on Unsplash

Y mientras tanto…

Las palabras siguen sin acudir. Y las que se dignan a venir, son angustiosas e impregnadas de impotencia.

Photo by Peter Steiner 🇨🇭 on Unsplash

Photo by Imad Alassiry on Unsplash

Photo by Mathias P.R. Reding on Unsplash

Y mientras tanto, ayer llegó la primavera. Y qué triste está este año…

Photo by Jeremy Bezanger on Unsplash

Parálisis.

Tengo fotos de la camelia con flores preciosas y noticias del petirrojo. Por la noche, veo la luna creciente, muy bonita. Llueve por un rato y me parece una gran noticia. Son cosas que forman parte de las entradas imperfectas de este blog y que cualquier semana, aparecerían por aquí en forma de post,  pero, desde que Putin ha atacado, ha invadido y está masacrando al pueblo ucraniano, no me sale nada. Todo me parece de una gran frivolidad ante la piel de gallina continua que me producen las noticias y las imágenes, sobre todo, las imágenes.

No me he quedado en blanco, me he quedado en color azul turquesa y amarillo pero en pausa.

Paralizada.

No sé cuando volverán las palabras…

NB : Photo by Daniele Franchi on Unsplash

Seguimos sin palabras…

…para describir el horror de una guerra que estamos viviendo , en directo, con el corazón encogido ante el sufrimiento del pueblo ucraniano y la impotencia , como civilización civilizada (?), ante la locura.

Un amigo ilustrador, me hizo un dibujo para un apartado del blog que se llamaba “Er quejío “.

Hoy, ha utilizado palabras.

Esas que yo no tengo…

#StopWar

Según la RAE, un verbo simétrico es el que denota un estado, acción o proceso que requiere la participación de varios seres.

Por ejemplo: convivirdebatir, coincidir… También, combatir que está de actualidad, como respuesta a un verbo que no es nada simétrico: atacar.

Provocar una guerra es la manifestación más miserable del ser humano. Y se hace pensando en la asimetría del que domina y se cree vencedor, pero, al final, hay simetría en la guerra. Todos pierden. Todos perdemos.

Y, aún sabiéndolo, con la certeza de las consecuencias aprendidas de guerras pasadas, ahí estamos. Atacando, combatiendo…

Ahora, solo queda sentir una tristeza profunda. Y no hay verbo que la recoja.

#StopWar