
Los niños han vuelto al cole, dándonos una lección de inteligencia emocional superlativa.
La reportera intrépida se acerca a un niño con una mascarilla de Spiderman. ¿Qué piensas de que tengáis que llevar la mascarilla? Cada niño le da una respuesta diferente :
-. Prefiero llevar la mascarilla, pero ver a mis amigos en el cole.
-. Si llevamos la mascarilla, no tendremos que volver a estar en casa y no le pasará nada a los abuelos.
-. Si ahora la llevamos, habrá un día en la que nos la podremos quitar porque ya no habrá virus.

En esas edades , en las que aún no hay rasgos preadolescentes, los niños son seres puros empáticos y eficientes en su comportamiento. Al llegar al cole, lo hacen todo sin grandes aspavientos : entran en filas ordenadas, les toman la temperatura, los separan en grupos más pequeños y se despiden de los amigos con el codo (- que-ahora-ya-no-y-hay-que-llevarse-a-la-mano-al-corazón-), respetan las distancias en el recreo…Hay de todo, niños obedientes y desobedientes, tranquilos y nerviosos, pero, en su conjunto, se comportan con resignación alegre.
Y, ante alguna de las respuestas, detrás de mascarillas con arcoíris y nubes, hay veces que me planteo lo maravilloso que sería oírlos en el Parlamento …La lección de lógica y sencillez para afrontar y resolver los problemas que nos darían a los que nos llamamos adultos, sería apabullante.









Ocultando su identidad (¿Quién eres ?) bajo el uniforme del personal de desinfección, se ha colado en el Metro de Londres ante la sorpresa de los viajeros y ha pintado sus reconocibles ratas, estornudando , diseminando virus, jugando con las mascarillas…






















