Me gusta la pasta.

Una teoría muy aceptada es que la pasta, en su forma más reconocible, llegó a Europa a través de los árabes durante la conquista de Sicilia en el siglo IX. Los árabes ya elaboraban una forma de pasta seca llamada «itriyya», que podía almacenarse durante largos periodos de tiempo y hervirse cuando se necesitara.

Sicilia, bajo control árabe, se convirtió en un importante centro de producción de trigo y fabricación de pasta seca. La pasta árabe era perfecta para el clima cálido del Mediterráneo porque podía secarse al sol y almacenarse para largos viajes.

En la Edad Media, la pasta se popularizó en Italia, especialmente en regiones como Nápoles y Sicilia, debido al acceso a trigo duro (triticum durum), que era ideal para la producción de pasta seca.

La pasta se convirtió en un alimento básico por su durabilidad y facilidad de transporte.

En el siglo XII, se establecieron fábricas de pasta en Sicilia y otras partes de Italia. Esto ayudó a la pasta a convertirse en un alimento clave en la dieta mediterránea, y los italianos comenzaron a perfeccionar la técnica de hacer pasta, creando las formas y variedades que conocemos hoy.

Se estima que más de 500 millones de personas consumen pasta de manera regular en todo el mundo. Italia, siendo el país donde la pasta es más tradicional y parte integral de la dieta, consume alrededor de 25 kg por persona al año

Todo este rollo, porque nos han regalado un bellísimo pack de pasta con un mensaje : “SOULFOOD”.

Y es que, si, es un alimento para el alma…

Tirar la casa por la ventana.

ventana

La tele acababa de estrellarse contra el patio de luces creando un extraño mosaico con las astillas del  cabezal de la cama. Odiaba aquel cabezal, “tapizado con flores a lo Marta Stewart” .

Sacó toda la ropa que tenía en el armario,

Abrió la ventana y lo dejó caer todo. El jersey rosa que tenía la mancha de lejía, planeó graciosamente hasta caer en la cabeza de una mujer que pasaba por allí.

-.Tenga cuidado, oiga! – Gritó alzando la cabeza- Al final, vamos a tener un disgusto. ¡Qué hace tirando las cosas por la ventana, hombre!– Se quedó mirando el jersey rosa y con disimulo, se lo guardó en el bolso.

Cuando llegó la ambulancia, ya no quedaba nada en el salón, ni en la cocina, ni en el dormitorio.

Lo cogieron entre dos enfermeros. Tenía la adrenalina por los cielos y era incapaz de generar más sonido que un extraño hipido. Había entrado en estado de shock eufórico.

Cuando se le pasara, les diría que le había tocado la Lotería. Más de cien millones de euros. Por la mañana, había ingresado el dinero en el banco. Después, al llegar a casa, la  había tirado toda por la ventana…

Dali_05

Figura en la ventana. Salvador Dalí, 1925. Una ventana magistral.

Tirar la casa por la ventana

Curiosamente, si esto hubiera ocurrido allá por el año 1763 en España, nadie hubiera llamado a los servicios de emergencia. Al pasar por esa calle, hubiesen sabido que aquel tipo le había tocado la Lotería Nacional. Los favorecidos por la suerte,  tomaron la costumbre de tirar por la ventana todos sus viejos enseres: ropa, muebles, libros, adornos. Se hacía para marcar el comienzo de una nueva vida, en la que no quedaban rastros de la anterior. La pobreza se descartaba y dejaba paso a un período de prosperidad.

En lugares como Nápoles, Sicilia y Calabria, se sigue manteniendo esta costumbre durante la noche de fin de año. Se cree que al arrojar objetos como platos, vasos o muebles en desuso, se liberan de todo lo malo que les pudo suceder en el año que termina. Es por eso que en los sitios donde se lleva a cabo esta práctica, deben vaciar las calles previamente y establecer un horario fijo para arrojar los muebles, sobre todo para que los  transeúntes sepan en que momento salir de sus casas, sin temor a ser alcanzados por un sofá o un candelabro. Estáis avisados.

Dormirse en los laureles…

Según la RAE, dormirse en los laureles es “descuidarse o abandonarse en la actividad emprendida, confiando en los éxitos que ha logrado”.

Todos entendemos la expresión y sabemos que el famoso laurel hace referencia esa corona que reconocía los logros en la época del Imperio Romano. ¿Por qué una corona de laurel? ¿Por qué no de oro, plata, brillantes…? ¿Laurel?

En pleno siglo XXI, estamos utilizando una expresión cuyo origen remonta al año 8 a.c. Aparece en el relato de Ovidio, “La metamorfosis”.

La mitología griega explica que Dafne, una ninfa de los árboles, se vio obligada a escapar de Apolo. ¿Por qué? Eros, disparó una flecha de oro hacia Apolo y otra de plomo hacia Dafne. La flecha de oro hizo que uno, Apolo, se enamorara perdidamente. La otra, la pobre Dafne, atacada por el plomo, sintió repulsa absoluta por Apolo. 

Y ahí los tienes, él persiguiéndola, ella huyendo.

Desesperada, y a punto de ser alcanzada por el Apolo enamorado, le pidió a su padre, elDios Ladón, que la ayudara y al Dios no se le ocurre otra cosa que convertirla en un laurel. Un árbol…

Fotos Apolo y Dafne escultura realizada por Bernini entre los años 1622 y 1625.

Galería Borghese (Roma) de Mateus Campos Felipe en Unsplash

Apolo, que seguía enamorado de Dafne, prometió reverenciar el laurel de por vida y hacer que sus ramas coronaran las cabezas de sus héroes. La corona de laurel se convirtió en la máxima distinción que se podía otorgar.

Ya tenemos el porqué de las coronas de laurel. La expresión “Dormirse en los laureles” fue evolucionando. Las coronas dejaron de ser vegetales y pasaron a ser de metales preciosos, a veces, del valor suficiente para vivir una vida, por lo que ya no hacía falta seguir buscando el éxito. Poco a poco, la expresión se fue negativizando hasta llegar a lo que es hoy: confiarse en los éxitos pasados y dejar de esforzarse…

 El Beso de Klimt. 

Pero, a partir de ahora, cuando oiga esa frase de “Dormirse en los laureles” yo me acordaré de la pobre Dafne. De una mujer convertida en árbol. La piel, corteza. El pelo, hojas y los brazos, ramas… Y, también, de su padre, el Dios Ladón, al que se le podía haber ocurrido otra cosa.

Eso sí, el laurel es preciso. Que conste.

Nota : En la literatura más reciente se ha interpretado este lienzo, el Beso de Klimt,  como una representación simbólica del momento en que Apolo besa a la ninfa Dafne que se está convirtiendo en laurel.

De un simple ficus a Cherrapunjee…

ficuse1

Esto es un ficus elastica, también se le llama Planta del Caucho, de la Goma o Gomero. Cuando una rama se quiebra o se poda, exuda una savia lechosa de textura de látex, que, transformada por procesos industriales se convierte en caucho.

El objetivo de este látex es proteger la planta del “ataque” de posibles depredadores ya que esta sustancia es tóxica e irritativa. Además, le sirve para cicatrizar rápidamente, el lugar en el que ha sido herida… En cualquier caso, es un arma de protección de la naturaleza. Lo del caucho, ya es cosa de la humanidad…

ficuse3

El ficus elastica ha estado presente en mi vida desde la infancia. Siempre me ha llamado la atención, como esa vaina rojiza contiene esas preciosas hojas, enrolladas a la perfección, a la espera de su despliegue máximo… Estas gruesas hojas, actúan como un purificador de aire, absorbiendo toxinas aerotransportadas. Precisamente, que no produzca flores de colores llamativos es por una co-adaptación evolutiva. Sólo polinizan las llamadas avispas del higo y, estas son las únicas que detectan estas vainas. Si fueran flores multicolores, atraerían a otros polinizadores y no les conviene por el tema de la supervivencia mutua…

ficuse2

Hay muchos ficus “ornamentales” en la zona de la costa mediterránea. Está tan adaptado al entorno que yo pensaba que era autóctono, pero…no. Viene de la India y el sur de Indonesia y no fue hasta 1887 que no apareció en España.

Al noreste de la India, hay una zona llamada Cherrapunjee (una de las regiones más húmedas de la tierra) donde los nativos utilizan las raíces y ramas del ficus elastica para construir puentes…

puenteficus

Concretamente en Meghalaya hay puentes que han sido utilizados, diariamente, durante más de 500 años. Y es que se ve que las raíces y ramas, aún se hacen más fuertes con el paso del tiempo.

puenteficus2

Un destino para tener en cuenta en nuestra agenda de futuros viajes…

¿Vamos?

Cosas pequeñas…

y preciosas…

Sena Runa crea estas bellas filigranas en papel.

senaruna2

senaruna

Salavat Fidai esculpe en la mina de un lápiz. Eso es mucho más que «pequeño»… Increíble.

salavatfidai1

salvatfitadi2

Susanna Bauer borda las hojas de los árboles con micropuntos.

susanabauer2

susanabauer1

Y Evan Lorenzen ha escrito el libro más pequeño del mundo con los acontecimentos más «grandes» de la historia del hombre…

evanlorenzen

evanlorenzen2

Grandes cosas pequeñas…

Palabras que no tenemos.

 

Print De Anjana Iyer’s “Found in Translation”

En casi todos los idiomas, hay palabras que no tienen traducción. En español , tenemos que recurrir a una frase para explicar lo que es «quedarte en blanco al saludar o presentar a alguien y no acordarte del nombre». En escocés, es «tartle«.

Rascarse la cabeza en actitud pensativa Pana Po’o ( hawaiano).

Sentirse cómodo, en un lugar acogedor, rodeado de amigos Hyggelig (danés).

Pasar los dedos suavemente por el pelo cafune (portugués).

Estela/reflejo de la luna en el agua. mangata (sueco).

Chiste tan malo y explicado tan mal que lo único que puedes hacer es reírte. Jayus( indonesio).

De la misma forma, en otros idiomas, no pueden traducir del español palabras como Friolero y Sobremesa.

Sobremesa me gusta especialmente…

sobremesa De Matpia

 

 

Perder el oremus…

Hablo sin saber lo que digo. He verbalizado “perder el oremus” y al momento, he pensado: ¿»Oremus????»

Sé lo que significa  : si pierdo el oremus, pierdo el sentido (el norte?), me despisto…pero no sé nada del tema “oremus” . Investigando un poco, encuentro dos explicaciones posibles. Como parece obvio, es una de esas expresiones católicas que ha arraigado en el lenguaje popular. La invitación a la oración que hacía el sacerdote en el rito, eso es el “Oremus” ( Oremos, en la misa en latín). Y el feligrés, debía saber cual era la oración que tocaba recitar en esa parte de la misa. Si se despistaba ( por ejemplo, estar mirando las musarañas sin prestar atención a los tempos del ritual) y no sabía qué debía recitar, era que había perdido el “oremus”. Esta es la explicación lógica, pero me gusta más esta otra : al celebrar la misa, el cura se ayudaba de un misal. El libro llevaba en el borde exterior de las páginas iniciales de sus diferentes capítulos unas pestañas, que el cura podía agarrar con dos dedos y pasar de golpe un bloque entero de hojas cuando necesitaba ir de una sección a otra en diferentes momentos del rito. En algunas ocasiones adoptaba la posición de orante, con los brazos extendidos y las manos vueltas hacia arriba; era entonces cuando las pestañas se revelaban especialmente eficaces y le permitían, con un rápido movimiento, ir directamente a la página en la que estba la oración que tenía que leer.

Esas pestañitas recibían el nombre de «oremus», y si el cura perdía el oremus, no sabía cómo seguir y la misa podía verse interrumpida. ( De la misa la mitad, Salvador Alsius).

Así que cuando lo pierda ( el oremus), por lo menos, sabré lo que pierdo…

Foto de Jordan Madrid en Unsplash

Thriller floriográfico.

Flora observó aquel extraño ramo que acababan de entregarle en mano: suaves adelfas blancas y el azul intenso del acónito.

La composición era muy bella pero, a simple vista, no sabía descifrar el mensaje de tan precioso regalo. Esta vez, él se había superado. El ramo iba acompañado de una caja dorada en la que descubrió unas apetitosas galletas “Hechas con los pétalos de estas flores. ”decía la nota.

aconitum

Al principio, le hizo mucha gracia eso de la floriografía. Un medio de comunicación, un lenguaje secreto …con flores. Flora se quedaba embelesada con las disertaciones sobre flores . A él, lo conoció en una presentación de la reedición del libro de 1819 de Charlotte de la Tour “El lenguaje de las flores” , un libro que recogía el código de significados de la época victoriana. En esos tiempos, se utilizaban las composiciones florales para expresar sentimientos .

Después de aquella tarde en la que se descubrieron el uno al otro, fueron muchos los ramos y muchas, las flores recibidas y descifradas:

Amarilis: «Espléndida belleza»

Clavel Rojo: «Mi pobre corazón»

Rosa Arrepollada:»Vengo como Embajador del Amor»

Rosa Blanca: «Soy digno de vos»

Rosa Amarilla: «Estoy celoso

Violeta Azul: «Seré fiel»

Y… Si! Rosas Rojas : “Amor apasionado”

Los mensajes se sucedían y Flora sentía que su amor por el floríografo, florecía cada día…

Se había quedado prendada de aquel último ramo, pero también de las galletas. ¡Qué delicia! No podía evitar comer, una tras otra, deleitándose en cada mordisco.

Sintió que su corazón se aceleraba. ¡Ay!¡El amor! Se aceleró más y un poco más, más y más y más y… se paró.

adelfa

El Inspector Florencio Floríndez observó la escena del crimen.

Encontraron a Flora, desvanecida en la cocina. Fue demasiado tarde. A su alrededor, se arremolinaban unas flores rosas y azules, como si Flora las hubiese querido coger en el último momento, arrastrándolas consigo, hacia el suelo.

En su mano, una caja de galletas. Ya vacía, claro.

El inspector Florencio Floríndez suspiró, derrotado.  Abrió la bolsa de pruebas y recogió las muestras de las flores venenosas…

El Asesino de las Flores había actuado de nuevo.

NB : Adelfa y Acónito. Las hojas ,ricas en sustancias digitálicas,  provocan arritmias y taquicardias. Información de las 10 flores más venenosas, aquí.

Rosa.

Tengo un pincel.

No recuerdo como llegó a mi bote de cristal, el de los pinceles viejos pero eso es normal, ya no me acuerdo de muchas cosas por culpa de la medicación que me obligan a tomar.

Me han dejado quedármelo…

Este pincel es peculiar.

Todo lo que pinta, lo hace de color de rosa. No importa que tono elijas: blanco, azul, incluso negro. El pincel sólo pinta de rosa. Nadie me cree . Descubrí su singularidad un día que se me cayó al suelo, encima de mis zapatos. Se volvieron de color rosa.

 

Miré el pincel, confundida, y me acerqué al vestido de tul blanco que colgaba de una percha. Le di un toquecito con el pincel y…rosa.

Pensé que eran imaginaciones mías. Me dirigí al salón. Allí, en el sillón descansaba la colcha de ganchillo que me había hecho mi abuela. Era de un color crema,  desvaída por los años. Yaya, ¿Te gustaría de color rosa?

En la cocina, había dejado unos sorbetes de limón, para que se atemperasen un poco.

Y tenía una rodajita de limón para decorarlos…Venga.

El pincel lo pintaba todo de rosa. Pinté  la cama, el iPad, la televisión, el microondas, mi pelo, mi piel… Y, entonces, se me ocurrió una idea maravillosa.

¿Por qué no pintar mi vida de rosa?

Y lo hice pero nadie me creyó. Nadie.

Sí, yo soy esa mujer que se ha hecho viral en TikTok, la que va vestida de rosa y que lleva un pincel en la mano que no suelta jamás. Tengo ilusiones y expectativas. Soy optimista. Todo irá bien, ya lo verás. Siempre sonrío, me paro a deleitarme con los pequeños detalles de la vida y  es posible que, si me dejan, hasta les de una pincelada de rosa.

Ahora, estoy aquí, entre cuatro paredes blancas y acolchadas pero, oye, son blanditas y eso está bien. Y me han dejado quedarme con el pincel. He oído como susurraban que no se puede considerar una herramienta peligrosa. ¿Peligroso un pincel que lo pinta todo de rosa?…¡Vamos, hombre!

Ahora que me miro esta habitación, mejor que le de un poco de color y pinte una ventana, para que sea más agradable.Esto lo soluciono yo con cuatro pinceladas . También pintaré esta camisa de rosa aunque me va a costar un poco más, con las manos atadas a la espalda.

 

Final Rosa

Nadie sabe como ha podido pasar. Se ha prohibido hablar del incidente pero todos saben que la habitación de aislamiento ha amanecido de color rosa. La camisa de fuerza,  del mismo color, estaba tirada en el suelo. En un rincón, un dibujo de una ventana, también rosa.

N rastro de la extraña mujer, la que llamaban «La del pincel» .

Había desaparecido.

 

 

 

Píldoras.

Lo que se puede hacer con una palabra, retocando una letra…

Cuando he visto estas esculturas, he pensado que ya hay una o dos generaciones que jamás han visto un teléfono de estos, ni sus cables rizados…Me hago mayor. Lo sé.

 

 

Una diminuta pero luminosa flor, pintada en una pared. De Paul Harflee.