100 palabras y una mirilla.

«Al otro lado de la mirilla», es el lema de la XVII edición del Premio de Microrrelatos, convocado por las Bibliotecas Municipales del Ayuntamiento de Madrid.

«Una mirilla no deja de ser una abertura que comunica dos espacios diferenciados. Probablemente la primera idea al leer la palabra nos lleve a la abertura en la puerta de casa que comunica con el descansillo. Lógico, pero con este tema queremos abrir las posibilidades, ese es nuestro objetivo: ampliar las miras y dejarnos llevar por una infinidad de aberturas que comunican mundos, espacios, emociones…»

100 palabras.

Hay tiempo hasta el 14 de abril

Las bases aquí.

Verano inolvidable…

Abro los ojos.

Ya es demasiado tarde. Estoy despierto y quiero dormir. Dormir, dormir…

No quiero estar consciente. Ya está empezando de nuevo…

Recuerdos de ese verano que no dejan de asaltarme. Un carrusel de preciosas imágenes que pasa por mi mente. Una y otra vez. Y otra y otra y otra…

¿No quieress un verano inolvidable?… Fue la pregunta de la pitonisa de feria de la Fiesta Mayor del pueblo…

Yo le dije : Sí. Un verano inolvidable , por favor…

No puedo más. Quiero librarme de esta maldición.

 

 

Otro micro de nubes…

¡Venga halagos y alabanzas! Es un no parar…

Si lo llego a saber, no le dejo que me quiera… tanto.

¿Y cómo bajo yo ahora? ¿Eh?

Corazón de hierro.

Este sujeta-llaves me robó el corazón cuando lo vi en Pinterest . Lo compré, online, en una famosa tienda de objetos de decoración de Estocolmo. En estos momentos, está adherido mi pecho y no tengo forma de desprenderme de él. La desmagnetización no funciona y mis dipolos magnéticos están demasiado ordenados …

Siempre había pensado que esto de tener un corazón de hierro, era una buena cosa. Inmune a la tristeza, a las desgracias y al desamor… Lo que no sabía es que era literal…

¿Alguien sabe cómo sacarme esto?

Realismo sucio, tirando a gris…

¿Qué es eso de “realismo sucio”?

El realismo sucio («Dirty realism») es un movimiento literario estadounidense desarrollado sobre todo en los años 1970 que pretende reducir la narración (especialmente el relato corto) a sus elementos fundamentales. (Wikipedia)

Lo de “sucio” puede llevar a confusión. Tampoco es nada sorprendente, ya que la etiqueta “ Realismo Sucio” surge de un crítico inglés,  Bill Buford,  que en el año 1983 describe el trabajo de un grupo de escritores norteamericanos (Charles Bukowsky, John Fante, Tobias Wolff, Bobbie Anne Mason, Raymond Carver y Richard Ford, entre otros) diciendo que están rompiendo moldes y poniéndoles la etiqueta de “Realismo Sucio”. En realidad, entiendo que se refiere a historias cotidianas, sin final feliz. Por eso, “sucias”…Yo, de Bill Buford, le hubiese llamado Grey Realism Los grises de la vida, vamos.

“El éxito del Realismo sucio se basa en explicar historias cotidianas a la vida de todos; no son grandes relatos de amor ni de honor, y generalmente, en el texto no se da pie a pasiones desenfrenadas o idealizadas, ni a un humanismo que permita mostrar lo bueno del espíritu, es más bien todo lo contrario. Se trata de mostrar lo real de este mundo desensibilizado y la verdad de las tragedias sociales, son sordas y se resuelven a cada esquina.”

Mis Realismos grises.

Imagina que estás en la cola del súper.

Faltan dos turnos para que te toque.

Antes que tú, hay una mujer y antes que ella, otra. Más mayor.

lacompra

 La compra.

Escojo uno de los carritos que hay amontonados en la entrada. Me ha costado encontrar una moneda de 50 céntimos entre toda la miseria que contiene mi bolso.

Entro en el centro comercial y el aire frío me reconforta. Siento mi ropa sudada, adhiriéndose a la piel.

Tengo que comprar chocolate. Ya no me queda ni un gramo.

Me paseo por la zona de perfumería. Me pregunto si es necesario que coja ese tinte para cubrir mis canas. ¿Para qué?

Sigo mi camino. El carrito me guía como si dispusiera de piloto automático. Desde que me abandonaste, todo parece ser así de automático.

Espero en la cola de la línea de cajas. Estoy en la de “Menos de diez artículos”.

Hago un rápido recuento: tres tabletas de chocolate negro, dos cajas de bombones, tres bolsas de patatas fritas, dos botellas de vodka, una botella de vino tinto y un pack familiar de pañuelos de papel.

Joder. Por dos…

 La compra (II)

Es muy mayor. Lleva un vestido gris, desteñido y lleno de pequeños zurcidos.

Por la cinta, va pasando su compra: un kilo de patatas, un puñadito de judía tierna, una malla de naranjas, una lata de atún en aceite, una botella de leche y un paquete de arroz.

La mano que sostiene el monedero, tiembla ligeramente.

La cajera dice : Son 8,59€

La mujer rebusca en su monedero. Cuenta la calderilla. “Sólo tengo 7,68€”.

Tendrá que dejar algo– responde la cajera.

La mujer mira lo que hay en la cinta y tarda un tiempo en decidirse. Aparta la malla de las naranjas.

Son 6,71 €

La veo alejarse, encorvada por el peso de la bolsa, mientras voy colocando mi compra en la cinta de la caja registradora.

Tres tabletas de chocolate negro, dos cajas de bombones, tres bolsas de patatas fritas, dos botellas de vodka, una botella de vino tinto y un pack familiar de pañuelos de papel…

Amor imposible.

Es un amor imposible.

Ella es oscura.

La piel, tensa y brillante de un color marrón intenso.

Él es frágil.

De un suave color ocre y aspecto pétreo pero sólo en apariencia. Puede resquebrajarse con un solo toque.

Ella es de alma vegetal.

Él es de alma animal.

Sólida por dentro.

Gelatinoso en el interior.

A ella le gusta el otoño.

Él está en todas las estaciones.

La castaña adora al huevo

El huevo se pierde por la castaña.

Un amor imposible…

 amorimposible

NB : “Parecerse algo a otra cosa como una castaña a un huevo.” Dice la RAE que «se emplea precisamente para «ponderar la desemejanza de cosas que se comparan entre sí». Y yo me pregunto ¿A quién se le ocurriría elegir una castaña y un huevo para la expresión? …

Yo sé dónde hay tres.

respiradero3

Cada vez cuesta más encontrarlos y cada vez cuesta más respirar.

Yo sé dónde hay tres…Lugares donde entra y sale el aire. Aire…

He localizado estos tres.

respiradero4

Tres respiraderos.

respiradero1

Respiremos, pues…

La silla.

Me llegué a obsesionar. Lo sé.

Tal vez, demasiado.

Este tiempo , me ha servido para ver las cosas de una forma diferente. Entiendo que me desbordé y entiendo que mi familia vio como me desbordaba y por eso, me trajeron aquí. Para contenerme. Para ayudarme. Nunca se lo podré agradecer lo suficiente. Ni a mi familia. Ni a usted, doctor. No tengo palabras.

Sí. Ya estoy preparado para salir.

Estoy absolutamente seguro. ¿Por qué esta vez sí? Yo se lo voy a decir, doctor. Esta vez es la buena. La de verdad. No sé cómo explicárselo sin emocionarme.

Han sido muchos años buscándola…He surcado mares, he cruzado fronteras muy peligrosas, he escalado montañas, he recorrido los cinco continentes…He analizado todas y cada una de las sillas que me he encontrado en mi camino.

Y la he encontrado. Por fin.

¿Qué cómo sé que es esta? Muy fácil, doctor. Me he acercado a la silla y me ha susurrado: “Soy yo, la silla del que se fue a Sevilla”.  Lo ha repetido tres veces. Tres. Ella misma lo ha admitido. No hay duda.

Es la silla que perdió el que se fue a Sevilla.

¿Qué no me va a dejar salir?  ¿Por qué? No lo entiendo, doctor.

¡Si ya he encontrado la maldita silla, joder!

lasilla

 

Quien fue a Sevilla, perdió su silla.

Pérdida de algún derecho, propiedad o privilegio por el simple hecho de haberlo abandonado de forma momentánea.

Este refrán está basado en un hecho histórico: durante el reinado de Enrique IV (1454-1474), rey de Castilla, se concedió el arzobispado de Santiago de Compostela a un sobrino del arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca. Dado que la ciudad de Santiago estaba un poco revuelta, el sobrino pidió a su tío que ocupara él el arzobispado de Santiago para apaciguarlo, mientras él se quedaba en el arzobispado del tío, en Sevilla. Y así fue hasta que Alonso de Fonseca, una vez pacificada Santiago de Compostela, quiso volver a Sevilla. Como su sobrino se negaba a abandonar Sevilla, hubo que recurrir a un mandamiento papal a la intervención del rey castellano y al ahorcamiento de algunos de sus partidarios. (Instituto Cervantes)

Precisión suiza.

Durante el pasado mes de Octubre, presenté un microrrelato en un Concurso convocado por Artgerust, un portal muy interesante dedicado a la publicación de libros con contenidos muy interactivos.

Esta vez, las bases marcaban lo siguiente :

Que tu texto tenga menos de 160 palabras y su temática gire en torno a la Novela Negra, desde los clásicos del género hasta la corriente más actual de Novela Negra Nórdica.

Se presentaron 868 micros, de los que dos han resultado ganadores ( muy buenos, por cierto) y otros 200 han sido seleccionados como finalistas para formar parte de una Antología que publicará Artgerust.

Y…¡Tachán! Estoy emocionada!! El micro «Precisión Suiza» está entre esos 200.

Aquí os lo dejo.Relato Finalista. ; – )

PRECISIÓN SUIZA

Limpió el bisturí y lo guardó. El cuerpo de la mujer, debidamente diseccionado, yacía en la cama, ubicado con exactitud en el centro. Antes de abandonar la suite, depositó el precioso reloj suizo, en el hueco de su garganta. Se la había abierto en canal…

El inspector Swatch llegó a la escena del crimen. El forense, ya le había confirmado que era otra víctima del Asesino Preciso. Era la décima y cumplía todos los requisitos: mujer de mediana edad, adinerada, sola y poseedora de un reloj suizo. Llevaba más de doce años persiguiendo al psicópata, sin éxito. No había ninguna pista…Nada.

Inspeccionó los cajones de la mesilla de noche y encontró unos papeles. Facturas, tickets y un manual de instrucciones. El dibujo de la portada le llamó la atención: era un reloj. Lo abrió y encontró una factura de una de las mejores joyerías de la ciudad. Se le desbocó el corazón.

 “Incorporación de micro-cámara en reloj Advance Suisse”.