Imagínatelo.

Me imagino a mi madre, esta mañana, que ya estará con sus amigas , en el súper de turno y carrito en mano, preparada para hacer acopio de existencias.

Lo ha visto en las noticias: hay que preparar un kit de supervivencia.

Me pregunta si va a haber una guerra.

Imagínatelo.

Ya hay guerras pero están lejos…

Eso no se lo digo. Le digo que tranquila, que nadie está tan loco como para llegar a eso pero el telediario , me quita credibilidad.

Dudo y lo nota.

Me dice que no me preocupe, que ella comprará los kits de supervivencia para todos. Esta decidida. Menos lo del agua, que me pide que lo haga yo online porque se puso ósmosis para no tener agua embotellada y mira ahora.

Y no le digo que no a nada aunque no me puedo imaginar que vayamos a necesitar el kit ( me cuesta volver a escribir «de supervivencia» ) pero ¿era imaginable todo lo que está pasando ahora mismo en el mundo?

Al despedirnos, me da una radio porque ella tiene varias.

Dicen que será útil para estar informados en caso de necesidad.

Imagínatelo

Prefiero que al poner esa radio suene este otro Imagine.

Grandpa Elliott con su armónica, Clarence Bekker desde Amsterdam y el propio Lennon , a partir del minuto 3:06.

Hay que añadirlo al kit, es necesario para la supervivencia…

Otra de esas joyas de Playing for Change.

Imaginad

Imaginad que no hay paraíso
es fácil si lo intentáis
ni infierno a nuestros pies
en lo alto solo el firmamento
imaginad todo el mundo viviendo el hoy.

Imaginad que no hay países
no es difícil hacerlo
nada por lo que matar o morir
y tampoco religiones
imaginad a todo el mundo
viviendo su vida en paz.

Diréis que soy un soñador
pero no soy el único
quizá algún día os suméis a nosotros
y el mundo será de todos.

Imaginad que no hay propiedades
me pregunto si podréis hacerlo
que no tiene por qué haber avaricia ni hambre
una hermandad humana
imaginad que todos compartimos el mundo.

 

«Mafalditis Primaveral»

Esto de la Mafalditis es crónico. No es tan frecuente como yo quisiera pero, por lo menos,   es cíclico y aparece de vez en cuando , por sorpresa o bien, soy yo la que busca el contagio.

Ahora, toca el de la primavera.

A Mafalda, le fascina la primavera.

Dice de ella que es «lo más publicitario que tiene la vida». Genial reflexión.

En su casa, ya se están preparando para el verano. Es lo que tiene la primavera, lleva asociada la pre- operación bikini .La reflexión de Mafalda coloca esas carnes en su sitio…

Feliz primavera a todos! Que sea muy, muy, publicitaria

Cupido va a terapia. (V)

Esperé la siguiente sesión con nervios. No era fácil decirle a Cupido que debía tomarse un descanso, y menos en vísperas de San Valentín.   Su reacción me desconcertó.   Lanzó las flechas y el arco a un rincón de … Sigue leyendo

Cupido va a terapia. (IV)

El iPad tiene cincuenta minutos de grabación. Veo mi despacho. Mi silueta de espaldas. Un buen plano del diván y la estantería.   Un escalofrío me recorre la espalda.   Solo se escucha mi voz.   Haciendo preguntas.   A … Sigue leyendo

Cupido va a terapia.(III)

Al día siguiente, me descubro como el ser más tonto del planeta: estoy esperando a mi próximo paciente. Cupido.   He dormido bien y me siento más serena, pero admito que algo no anda bien. Es posible que sí esté … Sigue leyendo

Cupido va a terapia.(I)

Primero, pensé que estaba trabajando demasiado. El estrés puede provocar alucinaciones. También consideré la posibilidad de una relación de transferencia con ese paciente al que persiguen unos extraterrestres vaya donde vaya…   Examiné mi café por si olía raro. ¿Alguna … Sigue leyendo

Perdida.

Esto va de series. Del tiempo que perdemos en decidir que serie ver. De la multitud de plataformas que hay a nuestra disposición. Cientos y cientos de estímulos en los que me pierdo…

El otro día, buscando serie, viendo trailers de muchas series y hasta las narices de mi indecisión sobre que serie ver, voy y me topo con LOST. 

Recuerdo la emoción cuando comprábamos el pack de una temporada completa en DVD . DVD, algo que ya es viejo. Me puede la curiosidad . Habrá envejecido , como yo. 

Y aquí estoy. Volviendo a ver las tropecientas temporadas porque aunque se ha hecho mayor , se conserva bien. La escenografía, la banda sonora, los giros constantes, las tramas individuales, lo guapos que están todos aunque estén abandonados en una isla aparentemente desierta…

Y aunque tengo todos los spoiler del mundo en mi mente, sigo en la interminable Lost.

Estoy perdida…

Mercería.

 

Hacía muchísimo tiempo que no entraba en una Mercería…

Una mercería, cordonería o sedería es un establecimiento en que se venden productos de costura, punto, manualidades y lencería.

Esta era una de esas “ a la vieja usanza”.

Doy fe de que el stock de ese encantador lugar, estaba diversificado en exceso : hilo, lana, zapatillas de estar por casa, pijamas, cinta elástica, velcro, botones, cremalleras, pasadores y pinzas para el pelo, tocados, lentejuelas, sujetadores, bragas, medias, peucs, delantales, retales, … Ni me acuerdo. Pero esa es la verdadera vocación de una mercería.

 “Entre los S/ XIV y XVII, los artesanos ya habían organizado sus gremios, que proveían a sus clientes de toda clase de pequeños accesorios para la confección de su indumentaria, e incluso hasta el siglo XIX vendían los tejidos.Fue entonces cuando formaron el gremio de LA MERCERIA, que como define el Diccionario de la Lengua Española ejercían un “Comercio de cosas menudas y de poca entidad”. Eran… las primeras MERCERÍAS.”(Portal Mercería)

Al entrar, había dos personas dispuestas a comprar “cosas menudas y de poca entidad”. La primera, era una mujer que quería unas bragas sin costuras.

Tras un mostrador pequeño, de cristal ya muy gastado por el tiempo, una señora , muy, muy arreglada, y con un centímetro colgado al cuello, que a cada momento incluía la palabra, cielo o cariño en el discurso atiende a la clienta. A su espalda, cientos de cajas, de todos los tamaños, muy bien ordenadas y apiladas…Se da la vuelta, busca con la mirada , en plan escáner, y extrae una de las cajas con unas braguitas de la talla apropiada,“cortadas al láser” . Cierto. Ni una costura. La clienta, se las mira y remira. Las estira. Se demora. Pregunta colores. Las vuelve a estirar…

Esperando está, también, una abuela con sus dos nietas gemelas que están como en un chiqui-park entre tanto complemento colorista.  Continuamente está diciendo “No toques eso” “Venid aquí”. Ni caso.

La señora de las bragas, tras decidirse por el color visón , se lanza a comprarlas pero…mira la etiqueta y exclama “¡Llevan poliamida! . No puedo. Tengo la piel muy sensible. ¿No hay nada 100% algodón?”

Vuelta a escanear las cajas. Las niñas, brincando. La abuela , de los nervios. Yo, ya en posición “Esto se está alargando mucho”, con pase del peso de una pierna a otra.

Entra otra clienta potencial. La señora de las bragas, decide que no le gustan ningunas. Se va. La odiamos.

La abuela, con las niñas ya despendoladas en la zona de los hilos de colores, pide goma elástica para los pantalones de deporte de su hijo. Proclama que es el padre de las criaturas y se disculpa. Las niñas, ahora abren y cierran la puerta sin cesar. Han descubierto la campanilla…

Ya han entrado tres personas más y la señora, tras el mostrador, mide la cinta elástica, y la envuelve con parsimonia.

Me toca. Le pido dos pares de medias finas. Se agacha y aparece con unos sobres de la estantería inferior. Saca un trozo de media, mete medio puño y me muestra la finura. A mí ya me estaba bien con 15 Den. Las compro, mientras me llama cariño y me dice que no me harán carreras. Ella no sabe que soy la única persona del planeta a la que se le hacen carreras en las medias aunque sean anti-carreras. Siempre. Intento ir deprisa. Una chica embarazada, está esperando con cara de agobio pero es que …no se puede. Me envuelve las medias en un papel blanco ¿Para qué? Y las pone en una bolsita y me cobra pausadamente .

Salgo de allí con mis medias y siento un momento de melancolía.

Estoy segura que acabo de ver una especie en extinción. Muy auténtica. De las últimas tenderas de mi barrio.

Una mercería, donde comprar cosas menudas y de poca entidad…

 

Ya tocaba Quino…

Ya tocaba…

No pasa mucho tiempo sin que me tome un Mafaldazo de esos bien cargaditos o un poco de Quino para no atragantarme de impotencia.

Y es que leo la prensa, veo la tele y me pasa lo que a todos…Es curioso como «todos» ( que somos más) vemos que no vamos bien.  Es ver todo ese lío y necesitar un poco de Mafalda… ¡Qué claro lo tenía Quino!

Los mismos errores eternos…

Quino ya lo veía …

Ya tocaba un poco de Quino… Hoy más que nunca y parece que cada vez más…

Web de Quino