La sal tuvo mucha importancia durante la Edad Media. Se le consideraba “oro blanco “ya que era imprescindible para la conservación de los alimentos. En Ibiza y Formentera, antes de la llegada del turismo, la economía de subsistencia estaba ligada a los ingresos que produjeran las salinas. Se sabe que empezaron a funcionar en el S. XI.
La sal que se obtiene de estos parajes es de una calidad exquisita y de difícil reproducción en otras salinas del mundo. Primero, por el Mediterráneo con su alto nivel de salinidad. Esa es la base.
Después, y muy, muy importante, por la posidonia. Esa magnífica alga que habita los fondos marinos de Formentera hace ya más de 100.000 años y que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ella es la principal responsable de la oxigenación del agua y de que la composición química resultante sea equilibrada y rica.
Una sal marina que contiene todos los minerales y oligoelementos del mar.
Una sal única en el planeta.
Curiosidad : Las salinas siempre han estado en el centro de los movimientos económicos, sociales y obreros La palabra «salario» proviene justamente de la actividad salinera.




















































