He visto un cielo muy estrellado. Por lo menos para lo que estoy acostumbrada. En mi ambiente urbano, si miro al cielo, debo ver como mucho veinte estrellas y si me esfuerzo mucho. Estos días, por lo menos había cincuenta …
Se estima que en nuestra galaxia, la Vía Láctea, existen más de 200 mil millones de estrellas. Imagínatelo , como puedas, porque es una cifra enorme.

Sin embargo, desde la Tierra, a simple vista y en condiciones óptimas, solo podemos observar unas 6.000 de ellas, con suerte y según donde vivas.Incluso con los telescopios más potentes, apenas rozamos la superficie de ese inmensidad.
Y las hay muy grandes, más de lo que puedas imaginar. Si lo has intentado antes con 200 mil millones de estrellas, aquí otro dato.

En nuestra insignificancia, creemos que el Sol es el astro rey…
Porque brilla, porque nos da vida, porque lo vemos cada día.
Hasta que, un día, te topas con una estrella como VY Canis Majoris.
Una hipergigante roja, situada a unos 3.900 años luz de aquí.
No está en ninguna foto de familia. No cabe en ningún mapa escolar.
Tiene un diámetro unas 1.420 veces mayor que el del Sol.
Si la Tierra fuera una bolita de 6 cm, ella mediría casi 13 kilómetros.

Para darle una vuelta volando a velocidad de crucero,
un avión necesitaría más de 800 años.
Y entonces entiendes.
Que el Sol no es el rey.
Que lo que creemos enorme solo es cuestión de escala.
Que mirar al cielo también es una forma de poner los pies en la tierra.







