La botella de un brandy añejo, de cristal y un formato bonito. Lleva años acumulando polvo en el trastero, pero hoy, la he visto. Al lado, los restos de la pintura de pizarra rosa palo y verde pistacho que utilicé para un cuadro infantil. O tiro la botella o la pinto.
La pinto.
Ahora voy a por el contenido.
No hay demasiado color en mis plantas.
Un rosal que está floreciendo. Muy pequeñito y de rosas también pequeñitas. No huelen. Echo de menos las rosas aromáticas…
Tres ramas de lavanda con su flor violeta. El resto del arbusto es verde plateado. Le aporta un rastro de aroma.
También hay Eugenia. Arbusto de valla, pero con colores verdes y amarillos que me sirven para que el ramo coja cuerpo.
La menta está en la parte inferior. Dos ramitas diminutas pero que llenan de perfume el ramo. Lo mueves aquí y allá para ver dónde queda mejor, y dejas el rastro de esta menta dulce y fresca. Es lo más pequeño y menos vistoso, pero lo que le da el toque definitivo. Esencial.
Ramo mini para el final del verano.










