Último fin de semana de invierno…

Post antídoto para el lunes.

finde2

Para despedirse correctamente, como manda el Protocolo De Las Estaciones, ha hecho frío y ha llovido pero… no hay forma de parar esto. Ya lo sabe bien este último fin de semana de invierno…

primavera

La primavera se va asomando a ver qué.

almendro

Se ha sonreído con la bajada de temperaturas y esas tormentas con ínfulas…

tormenta

abrazo2

Por mucho que haga el invierno, al final será primavera…Sin remedio.

Los pájaros lo saben…

pajaro3

Incluso este… ; – )

pajaro2

Feliz día.

Huerto fuera de servicio.

A unos días de la primavera, ha tocado cosechar los últimos elementos supervivientes del huerto. El perejil lo voy a picar y a guardar en tarritos de cristal y de ahí, al congelador. (Consejo de Pepita, la vecina de mi madre). La escasa rúcula de este fin de invierno, se servirá en ensalada con tomates raf, esta noche y…por supuesto, la acompañaré de mis zanahorias jíbaras….

zanahorias

Este huerto siempre me da sorpresas. Hace dos meses, planté zanahorias…

zanahorias

La verdad, es que tras la experiencia anterior, esperaba lo mismo: tres o cuatro zanahorias chatitas ( y súper dulces y tiernas) pero…en algo me equivoqué ( seguro) y se ve que planté un montón de zanahorias… Evidentemente, entre que me he avanzado a su cosecha y estaban, ahí, apilotonaditas, sin espacio para crecer, lo que me ha salido de la tierra ha sido esto.

zanahoriashuerto

Pueden catalogarse de dos formas: 1) ¡Qué monas! Y 2) ¡Qué cruel es la hortelana que las hace jíbaras! Lo que viene a ser una versión más pérfida de la zanahoricida…Hoy, las pondré en la ensalada. No sé si sabrán a algo, pero le dará color (y sorpresa).

plato

Una vez vacío, he aireado la tierra, la he renovado, la he abonado y la he regado. He oído el suspiro de alivio del huerto. Por fin, vacaciones– ha susurrado…

Tiene un par o tres de días libres, hasta que lleguen los nuevos habitantes vegetales, para inaugurar la primavera 2014.

Lo dejaré descansar…

huerto

NB : Entre las zanahorias jíbaras, estaban estas dos…

lovers

Esta primavera, un huerto…

Tener ese cajón de madera  (que yo llamo huerto) me ha dado mucho más juego del que creía al principio. Mi idea básica era tener algunas cosas de cosecha propia (tal que lechugas, perejil, albahaca y tomates) y poder disfrutar de algo tan único y exquisito como, por ejemplo, una ensalada de rúcula, tomate y albahaca, recién  cosechado. En términos superlativos sería la experiencia  “de la tierra al plato” y en mi caso es: “de mi cajoncito de tierra al plato”…

cosecha

En cualquier caso, el resultado ha sido asombroso. Escaso, eso sí, pero asombroso…Lo pensaba esta tarde cuando tomaba esta foto de la flor de la rúcula. Quiero obtener semillas, como hice el año pasado para una cosecha ya com Mi Denominación de Origen.

ruculadenuevo

Esta rúcula es especialmente sedosa y no amarga nada. Además, sobrevive a cualquier cosa. ; – )

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Las lechugas son crujientes y saben a lechuga. Es posible que sólo haya recolectado una docena en total pero estaban buenísimas. Las que no me han salido bien, son las “hoja de roble”. Muy, muy amargas. Incomibles.

lechugas

Las zanahorias , dulces a más no poder.

zanahorias

También las pocas fresas que sobrevivieron a las hormigas…

fresas

El brócoli, nada de nada. Se me pasó y floreció: precioso pero sin ninguna traza comestible.

brocolo

Con los tomates, el primer año fue una guerra. Los cherry se me fueron de madre (planté muchos más de los indicados) y fueron atacados por el temible “culo negro”.

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La segunda temporada, me contuve y planté los justos y creo (sólo creo) que pude recolectar medio kilo. Repetiré.

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Los guisantes…Pobrecillos. Ni siquiera sirvieron para una tapita pero su momento “flor” fue espectacular.

0guisantescosecha

guisantes1Los ajos dieron pena…

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El perejil, intratable. Ha resistido podas y desaires pero cada vez se ha hecho más fuerte. Tengo perejil para aburrir.

perejil

Lo mismo pasó con las guindillas. Fue una recolección continuada y numerosa.  También repetiré pero en maceta.

guindillas

He hecho un aceite picante que ha recibido muchos elogios… (Antes de la asfixia, claro) ; – )

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Intento hacer un recuento mental y sé que  mi cosecha ha sido mínima pero…a ese cálculo habría que sumarle una serie de factores extras que son difícilmente cuantificables : la contribución del mini huerto a la paz mental, ese extraño sentimiento de orgullo y satisfacción cuando te comes algo que has plantado tú ( lo hace más sabroso), las “sorpresas” del crecimiento ( ahora una flor, ahora una vaina, ahora un tomatito,…Esto, claro, sólo sirve para urbanitas), muchas risas y buenos momentos ( también risas a mi costa, admito.)En mi caso, además, debo agradecerle un Nanowrimo con una novelita de 50.000 palabras “Te voy a llevar al huerto”. Fue fuente de inspiración.

diez

Lo mire por dónde lo mire, ese cajón de madera y las macetitas que han proliferado a su vera (increíble la aventura de la planta de cacahuete y los diez cacahuetes que conseguí), me ha dado muchas cosas positivas (la única negativa es ese momento ”salir a regar” cuando hace frio y no apetece pero… no pasa siempre ; – )) así que,  tras la experiencia,  creo que merece la pena recomendar, fervientemente, a todos los que tengáis un poco de curiosidad que os hagáis con un huerto urbano. Es una experiencia agradable, dinámica, bonita y divertida.  Ni siquiera hace falta un cajón de madera. Su mínima expresión es una maceta: una con un par de  lechugas, otra con una mata de tomates cherrys o una plantita de guindillas…

Ya llega la primavera y es tiempo de huerto.

¿Por qué no esta primavera?

primer huerto

Primera foto de mi huerto urbano en su estreno. Mayo del 2012.

NB : Las fotos que ilustran este post son un «histórico» del huerto.Me parece mentira pero ya tengo un «histórico»….

Este 2014, se inicia la tercera temporada… ¿Ya? ¡Sí! ; – )

Sólo hay que mirar…

Es delicioso y está delante de nuestras narices.

Unos, acostumbrados a la rutina de la belleza, pasan sin mirar.

Otros, se paran, se deleitan, la plasman y se la guardan. Suelen ser los que son nuevos. Los que pasan por ahí, muy pocas veces…

Hay otro grupo, el llamado «siempre-la-ven». Son los privilegiados, los que tienen la mirada...Los que son capaces de ver la belleza , en cualquier lugar. En el campo, en el metro, en un viejo balcón, en una playa paridisíaca o en una ciudad multitudinaria. No importa, tienen la suerte de ver , siempre y, ser sorprendidos, siempre, por el impacto de la belleza. Ese «siempre», es lo que marca la diferencia.

Saben que está ahí, a un palmo de nuestros ojos cansados.

Estas fotos son unos mosaicos de la belleza que se me muestra. No siempre la veo pero cuando eso pasa… me deleito.

Son cosas sencillas como unas nubes y una maceta de menta fresquita.

O un trozo de campo , lleno de amapolas silvestres …

 

Dejaros llevar un segundo, por las nubes, la menta, las amapolas y la hierba fresca…

Ayuda a volver.

Ommmmmmm ; – )