Espíritu Grinch.

La Navidad se va acercando y el blog entra en modo navideño.
Hoy, con espíritu Grinch.

El Grinch-Gruñón es ese duendecillo verde, con una mala baba increíble, que intentó robar la Navidad. Se dice que su corazón es dos tallas más pequeño. Es curioso que se haya convertido en la figura oficial de quien odia la Navidad cuando, en realidad, al final del fantástico cuento del Dr. Seuss, el Grinch se da cuenta de su gran equivocación, se ablanda y se vuelve casi adorable. Su error fue pensar que, robando los adornos navideños y los regalos, podía cargarse la fiesta. La moraleja es que la Navidad es mucho más que luces y paquetes. A él, incluso, le crece el corazón…

A mí, el Grinch me cae simpático. Sobre todo ahora, que empiezo a entender perfectamente eso de robar adornos navideños. No es mala idea…

Sobre todo si empezamos por los que contaminan visualmente. Mi vecino ya ha colgado sus luces, como cada año y las veo desde a mi ventana: una auténtica bofetada visual, ya os lo digo. No tanto por los colores , que creo que están todos los posibles, si no por el parpadeo histérico. Van locas.

Debería colgar un letrero con un aviso tipo : “Este balcón contiene luces estroboscópicas que pueden afectar a personas fotosensibles.

Es posible que las eche de menos el día que no las ponga, pero ahora mismo me sale el espíritu Grinch.

Este año, además, venía con innovación y emitían una melodía navideña, pero la canción dejó de sonar al segundo día. Menos mal.

Foto de Andy Holmes en Unsplash

Ahora mismo, mientras escribo, las estoy viendo con su intermitencia desquiciada.

No consigo que me inunde el ambiente navideño, y mira que me gusta observar las decoraciones que voy viendo cuando camino por las calles; y aunque la de mi vecino no sea en absoluto de mi estilo y respeto su entusiasmo navideño, no hay manera de que me acostumbre a ese caos visual arrítmico.

Mejor dejo el tema antes de que me brote el pelaje verde.

Foto de Alex Stone en Unsplash

Abandonado.

Lo utilizaron. No lo querían. No les importaba. Mientras las luces brillaban y la Paz y el Amor se extendían por el mundo al son de los villancicos, él era uno más de la familia. Pasada la fiesta, abiertos los regalos y olvidados los buenos tiempos ya no era nada más que un muñeco roto en manos de mentes perversas… No sabía el tiempo que podría aguantar así. No sabía si sobreviviría a la próxima temporada… O sí que lo sabía pero se negaba a pensar en ello… pero… cuando se quedó sin los calzones, expuestas sus verguenzas a los ojos de todo el que alzara la vista, supo que el fin se acercaba. El fin total . ¿Qué había peor que estar permanentemente enseñando tu culo al mundo?. Era la humillación total que había quebrado su espíritu de forma definitiva . En el momento que el viento había arrancado sus pantalones rojos, supo que el destino ya lo había sentenciado .  No lo dejarían en estado de reposo, resguardado y al abrigo del calor del verano en el garaje o en el trastero. No estaría limpio , ni cuidado , ni confortablemente instalado en su caja. Buscarían uno nuevo para el año siguiente. Más joven y moderno… ¡Y había tantos donde elegir desde que los chinos habían copado el mercado!… No había vuelta atrás.

Ya empezaba a vislumbrar su futuro en el Infierno : colgado, impotente, sin calzones y condenado a desintegrarse lentamente…bajo el sol de agosto.

Algunos de los que paseaban por la calle , habían reparado en su postura grotesca. En la cuerda que lo dejaba colgado en el tejado. En la indecencia de su cuerpo sin calzones… pero bajaban la vista y seguían caminando.

Estaba perdido. Nadie lo salvaría…Ni siquiera los que se habían manifestado en su contra cuando lo pusieron allí, habían hecho algo por descolgarlo…Ni esos.

No había escapatoria posible : estaba abandonado, en el tejado, esperando el fin.

N.B : Lo que tiene esto del karma es que tus actos tienen consecuencias. Me manifesté abiertamente en contra de los Papa Noeles Escaladores ( made in china) que ofendían la estética de mi vecindario estas pasadas Navidades.

Que al karma no le gustó es evidente: es primavera y Semana Santa y… tengo un Papa Noel exhibicionista en el tejado de enfrente…

¿No quieres caldo?.Toma dos tazas.