
L’Alt Empordà es una de las zonas más bellas de Cataluña.El mar y la montaña , se convierten en aliados de una zona llena de magia y…viento ( esa tramuntana que , a unos martiriza y , a otros, purifica). En cada estación del año, me sorprende su capacidad de transformarse y regalarme una visión, distinta cada vez, de ese lugar del mundo que tengo el privilegio de pisar casi cada fin de semana.
Después de un tiempo de exploración de ese mundo, creo conocer algunos lugares que, a regañadientes ( por lo de no dar a conocer el secreto y que se estropee), compartiré con los que transitan ( o transitarán por allí).
Si se cae por la zona de Figueres, hay opciones «atrayentes» que ( y dependiendo de presupuestos) pueden tentarnos. Hay un Hotel – Restaurante de gran tradición y altísima reputación, llamado Hotel Durán , que es famososo ( sobre todo) por que uno de sus clientes habituales ( en los buenos tiempos) era Salvador Dalí. Y nombrar la palabra Dalí en el Triángulo de oro, en la capital del Reino Daliniano, es como una garantía absoluta de la calidad del lugar. Desconozco la faceta Hotel. En lo que al Restaurante se refiere …¿ Como clasificar la experiencia? . En primer lugar, el local respira rancio abolengo ( pero muy, muy rancio). El servicio , también. Y fueron amables y serviciales pero era extraño ver a un camarero casi durmiendose de pie … La carta, castigada por la poca rotación (sábado, apenas había diez comensales). Había un slogan que decía algo así como «Si no te mueves, caducas». En este caso, la fama «histórica» enmascara un producto muy mediocre. Si no se mueven, caducarán.Por lo tanto, después de tres intentos ( y no precisamente asequibles) , hemos decidido no volver . Por mucho Dalí que vendan ( eso fue hace más de 20 años!!!)…
Como experiencia opuesta, hay una sencilla Masia en el pueblo de Borrassa ( apenas a diez minutos del archifamoso Hotel Durán) que me ha regalado unos excelentes momentos gastronómicos. Ese lugar es uno de esos Top Secret que todos guardamos en la Agenda.
El Celler Mas Pla está dirigido por Olga ( serena y encantadora) y cuenta con un cocinero cariñoso, Angel, luciéndose en los fogones. Y es importante lo de «cariñoso» ya que Angel, le pone mucho de eso a cualquier cosa que burbujee en la cueva mágica. La carta es muy sencilla : productos de la zona -fresquísimos- a la brasa, guisos de tradición ampurdanesa y la propia del cocinero, ensaladas y verduras, postres caseros, vinos y cavas escogidos con esmero.A demás de la carta, Olga te mostrará la pizarra con los platos del día ( en fin de semana) y con el menú ( 12€) en laborables.
La atención de Olga , Angel y el equipo es formidable. Es uno de esos restaurantes donde te dejan vivir pero nunca te falta de nada. No molestan, solo ayudan. Siempre aparece Angel por la sala. Y si hay confianza, te realiza un examen de lo que has comido y lo que no y se preocupa muchísimo cuando algo no te gusta. Se entrega y lo vive con ese talente que solo tienen los que se lo han currado mucho y han vivido mucho, también.
En invierno, la Masía es sencilla y agradable. En verano ( y si la tramantuna deja), se abre un patio exterior que llenan de bombillas blancas y los sonidos de la naturaleza y una selección musical tranquila. Se desempolva la super barbacoa exterior y se disfruta de ese ambiente veraniego de terracita , entre mar y montaña.
No hay que dejar de probar la «Graellada de verdures», el paté de campaña casero o la panna cotta ( que supera la mejor que he probado en Italia).
Mas Pla
Afores s/n
17770 Borrassa
Girona
Telef : 972 193425
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