Tremendo, Lorca.

Tremendo lo de Lorca. Tremendo lo que la tierra hizo hace un año pero, también, tremendo lo que hacen ( o no hacen) los responsables de solucionar la vida de más de 2000 familias , desplazadas desde hace un año, cuando sus casas dejaron de existir. Tremendo.

Hay que repetir la cifra para que cuaje en nuestra mente, afectada por eso de “ojos que no ven…” y por nuestra incapacidad de imaginar el grueso humano que eso significa.

2.000 familias están desplazadas de sus domicilios habituales y 1.200 viviendas por reconstruir.

Si asumimos una media de 3 personas por familia ( que es baja, la verdad), estamos hablando de 6000 personas. Siempre me viene a la cabeza Spencer Tunick y sus desnudos multitudinarios. Sirven para hacerse una idea de la magnitud “humana”.

Aquí, hay 7.000 personas. Barcelona, 2003.

Si piensas que, un año después del desastre natural, ese es el volumen de humanidad que se encuentra sin hogar , te recorre un escalofrío. Más que indignante… Tremendo.

Tremendo el sentimiento de impotencia. Tremendo. Leo que hay familias que pagan sus hipotecas a los bancos, desde sus zonas de desplazamiento forzoso, por viviendas que no existen pero existían. Al banco le da igual ,claro. Tremendo.

Los afectados todavía están a la espera de 230 millones de euros de ayudas que la Comunidad y el Gobierno tienen que pagar a los damnificados.

Y sé que es difícil, en tiempos en los que en la Caja del Estado hay telarañas, pero, oye, que se dejen de coches, diputaciones y privilegios sonrojantes. Dicen los que entienden que eso es pecata minuta, minucia en el problema que abordamos pero , mira, no salvarán el país pero podrían restituir Lorca. Tremendo.

Incompetencia de nuestros gobernantes. Ineficacia de los burócratas. Tremendo, de verdad.

2.000 familias…

Tremendo.

 

 

Acércate.

Está lejos. Tienes amigos, familia o conocidos en Murcia, es posible que en Lorca, concretamente. Ya sabes que están bien. Demasiado lejos del epicentro… Sigues igual de lejos cuando ves estos datos ( el símbolo de los círculos concéntricos) y la «magnitud» de 5,1.  Ni idea de lo que realmente representa, porque estás lejos… Las imágenes de la televisión, te sitúan en otra magnitud : la de la desgracia. Sabes de las muertes y de la destrucción. Estamos viendo las casas marcadas, los derribos, los campamentos… Sentimos tristeza, congoja  e intentamos ayudar aunque estemos lejos… pero no somos conscientes de lo que significa, realmente.

Y, entonces, alguién nos acerca. No es un anónimo, es alguién que conoces y que te va a aproximar a la realidad, desde el punto de vista más sencillo y simple. No es un reportero…Es cómo tú…

Hace unos días, recibí este mail personal de un querido amigo que vive en Murcia. Él nos acercó a lo que pasa en Lorca.

Con tu permiso, Paco.

8 días después del terremoto, he estado en Lorca. He ido a ver y a estar con dos de mis clientes.

No te puedo describir lo que se siente al pisar con «tus zapatos» la calle de Lorca. Todo lo que hemos visto en televisión, no es nada para las sensaciones que te invaden cuando vas pisando con zapatos nuevos y camisa limpia  planchada. Fuera de Lorca, es lo más normal. Dentro de Lorca…Hay gente que todavía lleva puesta la misma ropa que el día del terremoto.

He visto gente llorar -no me explico como todavía les quedan lágrimas-. Es un pueblo fantasma, invadido por el Ejército y la Cruz Roja. Todo el mundo hablando por el móvil ,de ingenieros a arquitectos, todos con chalecos reflectantes. La gente del pueblo con las caras desencajadas, miradas vacías, deambulando por la calle con bolsas de plástico en la mano….Un pueblo invadido por la unidad militar de emergencia. Junto al campo de fútbol hay un campamento. Unos 500 efectivos y maquinaria pesada de todo tipo: máquinas que no había visto en mi vida.

Un escenario surrealista al 5.000 x 1000.

Te metes en una burbuja y sientes cosas raras…. te da igual todo….todo… que salga el sol, que sea de día, que sea de noche….

Nunca había sentido sensaciones de este tipo. Bloques enteros precintados, vecinos en la calle… Daba la impresión que el pueblo estaba en fiestas o mejor expresado: en guerra.

No se puede todavía entrar con coche a la ciudad, hay que dejarlo fuera y entrar andando. Es la primera vez que me he sentido incómodo bien vestido, limpio, impoluto, con mis gafas de sol, incluso me las he quitado. Me daba vergüenza , dentro de tanta desolación.

ME HA IMPACTADO….muchísimo.

Me podría tirar escribiendo de ahora a mañana a las 10 de la mañana y no te podría decir lo que siento…

Un jubilado, 70 años, cansado ya por la vida dura que le ha tocado vivir, lo único que tiene una pensión de Zapatero y un piso viejo. Un piso viejo que he estado dentro con él y está todo hecho una mierda. 70 años de tu vida y viene un terremoto y te deja…

He estado llamándolo a su casa 8 días, y hoy le he encontrado dentro. Ha sido un placer vernos vivos, me quería invitar a una cerveza…. Una cerveza… en su casa después de todo…Era la segunda visita que hacía en el pueblo y te juro que no me entraba en el cuerpo ni oxígeno.

Un hombre que hacía un par de meses, que había puesto su empresa de suministros de hostelería. El lunes, se cambia de local y el miércoles, el terremoto se lo hunde todo.

Me ha enseñado las nuevas instalaciones… Solo le dio tiempo a disfrutarlas «2 dias “.  Martes y miércoles a las 5,30 el terremoto se lo rompe todo.

A las 48 horas de inaugurar,  todo a la mierda. Paredes rotas, desencajadas, separadas de los pilares…

Con una motillo pequeña, un casco chichonera, unos vaqueros y corriendo por el pueblo de oficina en oficina de compañía de seguros en compañía de seguros.  Hecho polvo. No hemos podido hablar de nada, solo entristecernos y abrazarnos.

Somos afortunados, millonarios…Tenemos una cama dónde dormir…

Dice la canción…. «la vida es una tómbola» y así es.

El día de hoy,  me ha marcado un antes y un después.

Y , aunque sabíamos que había sido mucho , Paco nos ha dado la verdadera magnitud.
Aquí estamos, lejos pero más cerca que nunca y con Lorca en el corazón.
N. B : Para colaborar : Cruz Roja