A dos canciones…

Lo que más me costó fue parar.
Quería transmitir calma y, al mismo tiempo, tenía un propósito decorativo claro. Mi idea era dejar el bastidor casi vacío, porque sabía que iba a convivir con un pequeño taburete de mimbre y un jarrón. No hacía falta que compitiera con ellos: todos los elementos debían tener su propio espacio para respirar.

Fui disciplinada: pinté la base, pegué las estrellas que había ido encontrando en estos últimos tiempos y las situé en la parte superior, para que quedaran visibles. Después, dejé que la gran superficie en blanco hablara por sí misma, sostenida solo por la textura del fondo.

Pero no fue fácil. Con los cascos puestos, pintando al aire libre, las manos pedían seguir. El impulso era llenar, añadir, completar. Me costó detenerme.

Al final lo logré. Aunque confieso que estuve a dos canciones de rendirme.

Minimalista.

Cada vez soy más de lo de «El menos es más»…

El arte de parar.

Lo más difícil es parar.

Hoy he visto este escritorio :

Es una superficie limpia y espaciosa, que invita a trabajar .

Ideal, con ventana. Total, con vistas al mar…

desp2

Miro a mi alrededor… Botes con bolis,marcadores , tijeras y varios de oficina, la impresora , el otro ordenador, la alfombrilla y el mouse, un marco con fotos que me regalaron unos amigos –que me gusta tener a mi vera-, una lámpara de flexo, los dos tomos del Maria Moliner, el mando de la música, el mando de la tele, un teléfono fijo inalámbrico, el cargador del iPhone,… para que mi escritorio tuviera un aspecto similar al de la foto, tendría que coger una bolsa de basura de grandes dimensiones, extender los brazos y barrer todos mis «accesorios».

Imposible.

balo

Es como cuando veo esos fantásticos cuartos de baño, impolutos y solitarios. En el mármol, una orquídea, una toalla y la pastillita de jabón… ¿Qué hacen con los cepillos de dientes, la pasta, las cremitas de » a mano», etc, etc…?Si que es verdad que, a veces, con armarios y cajones, se puede organizar el aspecto exterior pero, en la vida cotidiana, ese aspecto desnudo que se ven en revistas de decoración, es del todo inviable.

cama33

A mí, me gustaría tener pocas cosas a la vista.

No quiero limitar mi espacio de almacenaje de los objetos con alma pero sí debo controlar voluntariamente, el momento en que debo «parar». Me explico : si tienes una gran pared blanca, hay veces que es más difícil no poner nada ahí y dejar que respire y magnifique las piezas que hay a su alrededor que caer en la tentación de «ocuparla». Suele suceder ante un espacio vacío : cuadros, estanterías, fotos,… Te llaman.Te convencen. Los pones.

comedor

Me gustaría saber parar…