Tengo un pimiento enamorado…

Primero, pensé que era un pimiento introvertido. Encerrado en sí mismo, recogido. Tímido…

pimiento1

Como suele pasar, las primeras impresiones no suelen ser las acertadas. Había que conocer más al pimiento. Podía ser el protagonista de la frase “Me importa un pimiento” sufriendo una involución. O un pimiento yogui, un asceta que sigue la filosofía del yoga…

pimiento2

Al final, he creído que el pimiento era un narcisista. Se había enamorado de sí mismo, pero… otra vez, he juzgado demasiado deprisa.

El pimiento vive una bonita historia de amor. No hay que pensar en el pimiento como un pimiento. Es una entidad con partes personalizadas e independientes: pedúnculo, cáliz, hombro, exocarpio, etc.

pim1

El pedúnculo y el ápice de este pimiento se han enamorado locamente.

Y se abrazan…

pimiento3

No seré yo la que se coma este amor…A ver quién es el que se atreve a decírselo al pedúnculo y al ápice…

6 pensamientos en “Tengo un pimiento enamorado…

Responder a E Cancelar la respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.