Cloud-walker.

Nefe era una mujer encantadora. Algunos dirían que era una soñadora incansable, de ese tipo de personas que viven en una realidad distinta pero mejor: llena de florituras, pensamientos positivos y colores preciosos. Era muy querida por su familia, amigos y vecinos. 

Los días de sol, la veía en su balcón, mirando el cielo y sonriendo con una expresión de felicidad envidiable. Me saludaba, agitando la mano, como si fuera una reina. Yo siempre le devolvía el saludo. 

Foto de Miles Peacock en Unsplash

Pero una mañana, Nefe no salió al pequeño balcón. Con mi taza de café en la mano y la otra libre para saludarla, me quedé con el gesto congelado cuando vi que allí no había nadie.  No apareció ni al día siguiente ni los que llegaron después.  

Al principio, pensé en ella. ¿Dónde estará Nefe? ¿Le habrá pasado algo? Pero como no la conocía demasiado, con el tiempo la olvidé.

Pasados unos meses, observé movimiento en su piso. Había un camión de mudanza aparcado en la calle y unos operarios subiendo muebles a la casa de mi vecina. En el balcón, una pareja joven admiraba las vistas del barrio. 

Después supe que Nefe estaba ingresada en un centro terapéutico. La propietaria de la panadería del barrio iba a visitarla regularmente y me explica su historia:  Nefe Libata estaba convencida que vivía en las nubes. En su ficha de ingreso en el hospital, al consignar la dirección, adjunto una fotografía de una nube y dijo que vivía allí. La ingresaron cuando intentó acceder a ella desde su balcón. Me dice que hay un periodista siguiendo su historia y que incluso, quieren hacer una serie para Netflix. La panadera me insiste en que lo busque en el “Internet ese”, que allí encontraré toda la información.

Foto de Anurag Challa en Unsplash

Cuando llego a casa, busco a Nefe Libata pero cuando tecleo su nombre, me como el espacio entre nombre y apellido sin darme cuenta y me aparece la palabra “nefelibata”.

Nefelibata.

Según la RAE: Formación culta del gr. νεφέλη nephélē ‘nube’ y -βάτης -bátēs ‘que anda’, y este der. de βαίνειν baínein ‘andar1‘.

  1. Dicho de una persona: Soñadora, que no se apercibe de la realidad.
  2. En inglés: cloud-walker

Foto de Edu Lauton en Unsplash

Y, créeme si te digo, que, al levantar la vista al cielo, me ha parecido ver a una mujer sonriente, saludándome desde una nube…

NB:  El Diccionario de la Lengua Española contiene más de 93.000 palabras. Utilizamos una media de 2.000 al día y suelen ser las mismas. Es más, si curioseamos las páginas de un diccionario actual, nos encontraremos con muchas, muchas palabras de las que desconocemos el significado. Una de mis desconocidas es/era “nefelibata”.

De 94.000, nefelibata…

María se eleva. Por fin.

Nadie la creía pero…ahí está, caminando entre las nubes…

 

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Decían los especialistas que estaba en las últimas, que ya no vivía en este mundo… “En las nubes”, allí es dónde ubicaban su conciencia y allí es desde donde nos saluda…

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Esquiva la estela de un avión, se pasea por el cielo y entonces, la vemos acercándose a la luna… Ríe. Se ríe de los que estamos abajo, mirándola.

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Aterriza suavemente en el suelo ante la mirada atónita de los presentes. ¿Veis cómo se puede vivir en las nubes?

 

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NB :  El  Diccionario de la Lengua Española contiene 93.111 palabras ( última edición). Dicen que utilizamos una media de 2.000 al día y suelen ser las mismas. Es más, si curioseamos las páginas de un diccionario actual, nos encontraremos con muchas, muchas palabras de las que desconocemos el significado. Una de mis desconocidas es/era “nefelibata”.

Según la RAE : Formación culta del gr. νεφέλη nephélē ‘nube’ y -βάτης -bátēs ‘que anda’, y este der. de βαίνειν baínein ‘andar1‘.

  1. Dicho de una persona: Soñadora, que no se apercibe de la realidad
  2. En inglés: cloud-walker. ; – )