Pito, pito, colorito…(Es la Asesina del Pollo…)

 

pito

 

Cuando llego a casa, aún estoy inquieta. Mátala, mátala, mátala

Mátala, joder.

Estoy en el piso del charcutero, el que tenemos al lado del Mercado. No hay nadie. Nadie más que yo y …La Asesina del Pollo. Ya no sé si soy yo misma, o es la voz que oigo desde dentro. ¿ Puede haber algo o alguien habitándome?…No me reconozco.

El piso es de los de antes. De esos de los 70, de tabiques finos como el papel… Oigo a mi vecino de arriba. Es odioso. Siempre haciendo ruido…Al principio, creía que movía los muebles, después descubrí que simplemente, pisaba fuerte y que nunca, jamás, se sacaba aquellos zapatos de suela dura. Ahora mismo lo estoy oyendo. Intento relajarme y concentrarme en lo importante pero los ruiditos continuos no me dejan hacerlo.

Así, ¿Cómo voy a conseguir hacerme Asesina en Serie? ¿Cómo voy a planificar lo de mi tercera víctima?…Esto me hace evocar a Saray. La mujer hecha moco que he dejado, tirada, en el pasillo C 45 del Mercado Municipal. Estaba desesperada. Su cuerpo se estremecía al ritmo de un llanto desgarrador. Mis nenes, mis nenes…La oía a mi espalda, lamentándose. Me ha maravillado mi indiferencia total. Ni siquiera he contestado a Puri, la pescadera, cuando me ha gritado: Muy bien hecho! Sí, Señor. Esa Saray es una zorra.  No he podido evitar sonreírle. A su lado, la Tere. Se está tirando a su marido hace ya quince años…

Saray. Finita. Suave….Fácil. En plena crisis de llanto, un rubor intenso ha cubierto su piel y se me ha antojado apetecible. Muy apetecible. Mi juego de cuchillos japoneses, parecen hechos a la medida de su piel…Y sus tendones, músculos y articulaciones…

Aún no he firmado los papeles del despido. La puedo llamar y…¡Me lo tengo que sacar de la cabeza! No puede ser Saray. Es demasiado obvio. Me pillarán. Incluso ese policía inepto podría ligar cabos.

Más taca taca taca crash pim pam. El vecino debe estar bailando claqué. No para….¿Y sí me lo cargo a él? Vive solo y no tiene familia ni amigos. Pueden pasar meses hasta que alguien se percate de su desaparición… Y le estaría bien merecido. ¡Ya son diez años de coñazo!… El vecino….Estoy pensando en rebanar a ese cabrón del piso de arriba y no sé, no me motivo. En cambio, visualizo a  Saray y me relamo…Pero, no. No  p-u-e-d-e  ser. No. No y no.

Necesito distraerme. Desconectar de La Asesina del Pollo y del vecino y su taca taca crash pim pam… Esta vez, tengo que afinar mucho…

Cojo el puñado de cartas que se han acumulado en estos días de ausencia. Las abro. Pulcramente. Deslizo mi abre-cartas de plata, muy afilado. Me encanta. Divido los papeles,  por tipo. Las facturas, los recibos del banco, la basura y lo oficial. Me demoro en una carta de los Servicios de Urbanismo. El Ayuntamiento, representado por un concejal muy, muy preocupado por la seguridad, ha aprobado un cambio en las normas de seguridad de las paradas del Mercado. Tras las inspecciones pertinentes, se me informa ( bueno, en realidad informan al charcutero) que tengo que modificar la licencia, hacer obras de adecuación y pagar los nuevos impuestos por la renovación. El montante económico me parece indecente. Me fijo en los conceptos y ,menos una medida referente al sistema anti-incendios, el resto de la  “nueva normativa” me parece simple parafernalia legal con un único objetivo: sí, el famoso “afán recaudatorio”.

Hago un par de llamadas y me entero que mucha gente en el Mercado ha pedido préstamos para hacer frente a las obras de adecuación a la nueva normativa. Hay un grupo numeroso que se ha unido para pedir un aplazamiento de pago…Me indigno. Yo no tengo más problema que la intensa  rabia que me da, pagar por la cara pero conozco a muchos de los afectados. Personas humildes, como mis padres,   que han sacado adelante un pequeño  negocio, que ya tienen que pagar mucho ( para después, recibir bien poco) y que se las ven y se las desean para capear estos tiempos de crisis…

¿Quién es ese concejal? Conecto mi ordenador y busco información. Amplio una foto de una de sus últimas visitas al Mercado. Fue en periodo electoral, claro… Hago zoom y su rostro se agiganta hasta ocupar toda la pantalla. Siento el tirón. Me olvido de Saray. Siento otro tirón y otro…Esa cara invita al cuchillo…

Ding Dong . Carrillón de campana, también de los años 70. El timbre me sobresalta. Cierro la foto del concejal y me dirijo hacia el recibidor. No me da tiempo a preguntar por la identidad del que me visita.

La puerta amortigua la voz que emerge del otro lado pero aun así me es familiar.

-. Soy el inspector Eusebio Flórez. Traigo noticias.

 

 

 

 

 

 

19 pensamientos en “Pito, pito, colorito…(Es la Asesina del Pollo…)

  1. Yo prefiero no hacer hipótesis o me obsesiono. Lo que me parece claro es que la pollera está escuchando más voces que juan de arco. ¿O era juana con flecha? Me gusta que sus homicidios se tiñan de indignación social, casi-casi se redime.

  2. Bien, bien… ¿Que querra el inepto? Se esta rifando una puñalada y este tiene la mitad de los boletos jejejeje Que no? La psique es lo que tiene!
    Besos posesos mi alma oscurecida solapadamente….

    • Uy, el Flórez! No Todos los días, uno recibe a un Inspector de Policía en casa…
      Y creo que el tío, viene muy serio…;-)
      Abrazos demoníacos.
      NB: el vecino de arriba, por eso, sigue con sus «taca taca pim pam crash» ;-)

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