Ella está durmiendo. Está a gusto, abrazando una almohada muy blandita, arropada bajo el edredón y con el cuerpo feliz, descansando bien después de un día movidito.
Hay un instante de vigilia, entre tanto sueño satisfactorio, y es cuando él, le coge suavemente la mano. Ella, dormida , sonríe y con esa sonrisa le dice , dormida, : sé que estás aquí y , aunque sigo dormida, yo también te quiero.
Por la mañana,despierta, esa sonrisa se siente aún en su rostro. Al segundo sorbo del cappuccino revitalizador, su mente se ha puesto en funcionamiento y ha recordado ese gesto cariñoso. Estaba dormida pero sabe que ha ocurrido. Su mano,… ¡Qué mono!, piensa.
Pasa el día y ella sigue encantada, despierta, por qué en algún momento de la jornada, ha recordado ese momento tan especial. Ya en la habitación, de nuevo, se está preparando para dormir. Él se mete en la cama . Ella lo mira y rememora la caricia : ¿Te acuerdas que ayer me cogiste la mano por la noche?. Él le reponde : Claro que me acuerdo. Ante la confirmación del detalle amoroso, ella se regodea en lo bello que es el amor.
Él dice : Es que roncabas y como no te callabas con los chasqueos ( sonido que se emite con la boca y que se asemeja al chasqueo del pastor hacia sus cabras) probé con otra cosa y te cogí la mano… Y funcionó.
Eso me pasa por preguntar.-piensa ella-Sin preguntar, se ha pasado el día embobada con el gesto. Ahora tiene una respuesta y el gesto se ha convertido en un arma anti-ronquidos.Sin saberlo, él ha cometido un error -de-base. Si se hubiese esperado unos segundos a confirmar la realidad aplastante del ronquido ( o sea, le dice que se acuerda y tantea de que se acuerda ella), ella le hubiese dicho que le había encantado… Manos entrelazadas, la, la, la… Y entonces, él podía haber actuado de dos formas : 1) La inteligente : confirmar lo del «Love is in the air» ó 2) La torpe : Confirmar el ronquido. No te digo que la manita, cada día, no hubiese despertado sospechas pero… A veces, la verdad se puede omitir. No hace falta.Esta, es una de esas ocasiones…
Al final, ella se ha quedado con una imagen : la de su cuerpo, dormido y despatarrado. Boca abierta. Ronquido constante. Él chasqueando, silbando y, finalmente, despierto y desesperado, cogiéndole la mano en un grito silencioso : Calla, por Dios. Piensa, que era mejor la imagen de la mañana.
Él no se ha enterado de la película. No la ha visto venir. No sabe que ya no es mono. Sólo piensa en que la suerte lo acompañe y que la noche sea …tranquila.
N.B: Ah! Por cierto, Ella me dice que os escriba que , por supuesto, E-ll-a n-o r-o-n-c-a !!!!
Dejo un chiste al hilo de las diferencias…

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