La albahaca sibarita ha llegado a los 15 cm aproximadamente. Es el momento de realizar una poda de hojas… Si no se poda, la planta se hace más alta, florece más rápido y pierde más capacidad de regenerarse. En realidad, es su ciclo natural: crecer, florecer, producir semillas y reproducirse pero, en este caso, con intervención humana y tijeras de podar en ristre, quiero que la planta se ensanche, no florezca y produzca más hojas.

Para mis sofritos de tomate para la pasta, la cojo fresca… ¿Qué hacer con la albahaca que he podado? Lo más habitual es lavar y secar bien las hojas cosechadas y congelarlas. También se puede aromatizar aceite, pero, esta vez, me he decidido por la sal.

Sal de albahaca. Se mezclan las hojas (siempre limpias y secas) con sal gorda y se tritura todo. Lo extendemos encima de una lámina de papel de horno y la dejamos secar a 150º durante 5 minutos. Pasado este tiempo, la removemos y le damos otro toque, misma temperatura, mismo tiempo. Después se deja enfriar y tenemos el condimento preparado.

Lo hemos probado en un tomate abierto con una pizca de sal de albahaca y aceite.
La cata ha sido todo un éxito…

¡Buen provecho!
¡Qué buena la idea! Me lo apunto para los platos de pasta.
Me parece grandiosa la idea de aprovechar las hojas podadas de la albahaca para preparar sal de albahaca.