Caminando…

Me gusta caminar. No es nada nuevo. De joven, había días en los que no cogía la moto para ir a la facultad y hacía el camino andando. No era mucho, unos tres cuartos de hora, pero resultaba placentero, sobre todo a la vuelta. Si ya había anochecido o casi, veía los pisos iluminados, las diferentes estancias, y fantaseaba con las vidas que se adivinaban allí.

Ahora acostumbro a unificar recados y hacerlos todos andando. Lo he convertido en una rutina. Al principio, llegaba a casa con las bolsas colgadas al hombro, y el camino se volvía penoso al final. Pero evolucioné hasta comprar un carrito de la compra, un artilugio que nunca había tenido en mi vida. Todo un descubrimiento. Es simple, pero muy funcional.

Modelo RADARBULLE de IKEA.

Y me sigue pasando lo del fantaseo. Voy con los cascos, oyendo música, y ahora que es invierno, cuando el sol ya se pone, veo las luces de los pisos. El fulgor azulado de las televisiones me hace pensar en alguien sentado en un sofá o un sillón, pendiente de la pantalla. Pero las luces que más me gustan son las de las cocinas: focos, lámparas colgantes, fluorescentes que se intuyen detrás de las cortinas o se ven directamente desde ventanas desnudas. Hay trasiego. Apago la música y escucho los sonidos de la cocina. Llegan aromas, a veces apetecibles, otras no. Veo personas moviéndose por la estancia como en una coreografía, estirando los brazos, removiendo lo que haya en la sartén. Imagino las vidas de las familias, de las parejas, de los solitarios que habitan allí.

Pienso en positivo. Son imágenes bonitas. No tiendo al drama, que bastante hay ya en el mundo. Pero el otro día, en mi fantasía, apareció una pregunta: ¿qué hemos hecho?, ¿qué han hecho todas esas almas para que el gobierno mundial del planeta esté en manos de gente que, si algo no aporta, es luz? Todo lo contrario, imponen la oscuridad.

Sigo caminando , arrastrando mi carrito y vuelvo a la música . Escucho la voz luminosa de Chiara Civello cantando Il Mondo.

Il mondo
Non si è fermato mai un momento
La notte insegue sempre il giorno
Ed il giorno verrà.

Me consuela un poco…

Caminando…

Vamos a estar unos días de desconexión en este Blog Imperfecto, porque nos vamos a hacer un tramo ( facilito, que conste en acta) del Camino De Santiago.

Desde que hice la reserva , con un objetivo totalmente lúdico, al día de hoy en el que han pasado esas cosas de la vida que te vienen como una gran golpe en forma de ausencia que no has visto venir , estaré caminando , sin tenerlo previsto, con un algo de trascendental, de emocional y de místico .

En esos kilómetros que recorreremos por la bellos paisajes gallegos, estaremos acompañados por los que no están pero si nos acompañan…siempre.

Y espero que me ayuden a conseguir acabar el periplo caminante, llegar a la Plaza del Obradoiro , sin ampollas en los pies y sólo con unas agujetas de más que con el tiempo pasarán.

Como pasa todo en la vida, ¿no?

Nos vemos en unos días.

NB : Le he solicitado a la IA que me proporcionara dos imágenes divertidas, una realista y otra estilo Pixar, de la llegada triunfal a la meta.

La realista.

La de estilo “Pixar”

Coincidiremos que en la “realista” a la IA se le ha ido de las manos…