Ha crecido un cuadro en mi jardín…

cuadrito

Este cuadro, que se compone de un bastidor de lino blanco y 100 palitos de madera de colores, pegados con cola, es uno de los últimos frutos de mi «jardín creativo». Cada palito lleva manuscrito un concepto o idea asociada al color: un paseo por el mar, caminar descalzo por la hierba, un atardecer en Formentera o …el amor .Es una obra personal creada para una zona concreta de mi casa que no es el jardín ( aunque me lo estoy pensando…).

Esto me ha hecho pensar en el «proceso creativo» que he seguido para obtener este cuadro : 1) Un espacio al que le tenía ganas ( en el debate de la espontaneidad pura del verdadero arte vs el arte por encargo, aquí gana «el encargo». Quería algo para decorar un espacio concreto…). 2) Idea clara que, debido a que domina el blanco, era necesario aportar color. 3) Absolutamente dependiente de mi estado de ánimo «creador» : Si tengo ganas. Si no, coloco algo de lo que ya tengo hecho ( aunque no me convenza).

Así las cosas , una tarde me voy de compras a una zona donde existe una nave industrial con un tipo «Todo a Cien» pero más «Made in India» que tienen una zona con material para manualidades a unos precios irrisorios. Veo el bastidor ( yo prefiero los gordotes pero…bueno…a ese precio!) y me lo llevo. Me sigo paseando por la zona y descubro estos palitos de madera coloreados que son para que los niños hagan sus trabajos manuales. Compro dos paquetes. Algo vislumbra mi cerebro artístico pero ni él mismo sabe qué hacer…aun. Debeís saber que NO se dibujar. NO sabría pintar un cuadro realista ni dibujar con carboncillos. Pero, sé que me gusta mezclar colores ( de ahí que mi arte sea abstracto) y en estos últimos tiempos he descubierto lo de «enganchar elementos» como sustituto a mis inadecuadas habilidades como pintora.

Yo creo que todo ser humano es creativo. Hay un estilo de creatividad por sujeto y tantas como habitantes en el planeta. Es una forma de pensamiento muy sofisticada que nos permite organizar de una forma novedosa, la información que ya poseemos en una de esas tantas cajas de almacenamiento que tiene nuestro cerebro. Se pone en marcha cuando resolvemos un problema , tomamos una decisión, escribimos un poema o un post, creamos un blog o pintamos un cuadro.

Si el proceso creativo se resuelve satisfactoriamente disfrutamos de una grata sensación que nos hace repetir la experiencia. Para la mayoría de personas, esta «resolución positiva» es interna y afecta a nuestro modo de ver lo que hemos creado ( nos gusta, no, está inacabado, es perfecto). Hay una segunda fase que requiere la «confirmación externa» y es cuando el público objetivo nos manifiesta su actitud positiva ante la obra. Para los que se deben al susodicho, esta parte es muy importante. Para los que simplemente, disfrutamos haciendo, la cosa queda en placer interno.

Cuando tuve todos los elementos a mi disposición, estuve varios días probando combinaciones. Demasiado color, demasiado palito, que soso que es el palito… Tras varios intentos, el bastidor y los palitos, quedaron arrinconados. Algunos pensaréis : no es tan difícil pegar los putos palitos, ¿no?. Pues yo, tipo mosca cojonera, cada vez que tenía una combinación ( todo mezclado, en bloques de colores, sin el naranja…) a mi vista, veía algo que no me complacía en mis «normas de estética internas». Además, tenía la sensación que faltaba algo…

Una tarde, con un suave viento de tramuntana y la sensación esa que tienes que es un buen día para «crear», me dedico a practicar mis combinaciones de colores. También tengo un rotulador de 0,7 permanente. Encuentro un bloque cromático que me gusta, miro al rotu. El rotu me mira a mí… y, de repente serendipia, ¿por qué no escribo lo que me evocan esos colores sobre el dichoso palito?. Lo hago. Me gusta. El círculo de mi idea se cierra, por fin.

palitos

Durante todo el proceso, yo he disfrutado. Me he quedado absorta, enganchando palitos. Me he paseado, arriba y abajo, cuando ya no sabía que más me evocaba el color naranja, me he sentido complacida con el resultado final que quedará fenomenal en la entrada de mi casa….y todo esto gracias a que , en algun lugar de mi cerebro se asoció bastidor, palitos, enganchar, rotulador, escribir…

Lo mejor del tema es que tiene un maravillos efecto terapeútico vital.

Mozart, en una carta en que describe su propio proceso creativo, distingue estas dos etapas
con claridad: “cuando estoy solo conmigo mismo… mis ideas fluyen mejor y con más
abundancia”. “Las que me gustan las recuerdo hasta que puedo preparar un buen plato con
ellas; esto quiere decir ajustado a las reglas del contrapunto, a las peculiaridades de los dis-
tintos instrumentos, entre otros”. “Suponiendo que nada me distraiga el tema se va ensan-
chando, ordenando y definiendo en mi mente hasta que puedo verlo como un fino retrato o
una bella estatua, de un golpe”. “Cuando procedo a escribir mis ideas, las saco de esta bolsa
que se encuentra en mi memoria”.

3 pensamientos en “Ha crecido un cuadro en mi jardín…

  1. Pingback: Cuestión de bolas. « Non Perfect. El blog imperfecto.

  2. Hola, me gusta mucho tu cuadro, me encanta el contraste del blanco con los colores tan vivos de los palitos :)
    Pero me ha picado mucho la curiosidad con lo del almacén «tipo todo a cien» pero Made in India….Puedo preguntar por dónde está, o es un «secretillo» de artista? Me encanta hacer manualidades, y a veces es difícil encontrar material bonito y barato.
    Si pudieras orientarme me harías un enooooorme favor!
    Por cierto…yo también soy fan de Ikea

Replica a Patricia Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.