Imagínate que estás leyendo un mail y , cuando llegas al final , a la fórmula de despedida, en vez del típico “Un saludo” te encuentras con esta frase.
Si quieres saber algo más de mí…teclea mi nombre en Google.
Supongo que el que la escribe (espero que no se llame, por ejemplo, Juan García) sabe, perfectamente, lo que voy a encontrar en Google. Él ya lo ha mirado. Ya se ha buscado a sí mismo. Ya ha tecleado su nombre en Google para ver qué es lo que se dice y se rumorea por el mundo wwwirtual.
A priori, parece un tanto pretencioso. Incluso, el hecho de admitir que nos hemos buscado alguna vez en Google, suena un pelín narcisista pero …Se hace . Dicen que entre 25 y 50 millones de personas al día , se buscan a sí mismas en Google…Es lo que se llama “egosurfing”.
Confieso que lo he hecho: me he buscado, con el nick y con mi nombre de DNI …y creo que aunque costaría un poquito filtrar toda la información, el que buscara, me acabaría encontrando. Con el Nick, Bypils, aparece información de ahora pero también, muy antigua. Los enlaces, la participación en comentarios…Puedes seguir una ruta y conocer la actividad, los intereses…Esto sin contar con los atajos.
Lo que se hace ahora es facilitar la ruta. Se ponen grandes autopistas de información que llegan a la puerta de tu casa, la cual abres y muestras al exterior. Cuelgas fotos, explicas tu vida, lo que te gusta, lo que lees, lo que ves, a dónde vas, e, incluso, lo que estás haciendo en ese preciso instante.
Si deseas saber más de alguien, entonces, como decía el mail, sólo debes teclear su nombre en Google y entrar en su blog, en dónde comenta, en su facebook, en su flickr, en su tumblr, en su twitter/tuenti/,…y lo ves. Esto sería el “otrosurfing” , teclear el nombre de otros. ; – )
Y , al final, hay tanta información navegando por ahí que lo que puede parecer una chorrada ( buscarse a sí mismo) , es una tarea obligada para según qué perfiles y en según qué ocasiones. Es bueno saber lo que dicen de ti , no vaya a ser … Y no os hablo de un entorno laboral ( ya es normal, buscar “información” de candidatos en procesos de selección de personal , en redes sociales y en Internet en general), me refiero a algo tan mundano como el enamorarse…
Este post está inspirado en una conversación con una mujer , de unos 40 años, muy atractiva, separada y activa en la búsqueda de una relación. Es comercial. Su trabajo define su personalidad: es extrovertida y muy vital “verbalmente”. No es amiga pero hay conexión…Hace un año, me preguntó ( interesada) por un compañero de trabajo que justamente se había divorciado y él, también, me preguntó (interesado) por ella, después de verla por la oficina. Se interesaron mutuamente pero, por desgracia, el interés sólo duró una cena . Desde ese momento, cada vez que me visita me explica los “vaivenes” ( por llamarlo de alguna manera) de su vida sentimental . Esta vez, creía haber encontrado un hombre “interesante” . Un par de citas, muchas charlas telefónica…Expectativa. Pero ella, muy 2.0, hizo “otrosurfing” y encontró información que ha hecho disminuir drásticamente, su predisposición inicial. Una galería de fotos en el Flickr ( y subidas por un amigo del interesado ) ha hecho bajar el nivel de esperanza de 8,5 a 5 ( sobre 10).
Y lo peor… es que es el tipo que, en plan gracioso, escribió eso de :
Si quieres saber algo más de mí…teclea mi nombre en Google.
Y es que, a veces, por el Google,muere el pez.
N.B : En esta página (Logo Maker) podéis configurar la página de inicio de Google con vuestro nombre. La máxima expresión del egosurfing .


Estoy en google….en la medida en que yo quiero estar….¡eso es importante! bss
Busco a menudo mis nombres (todos ellos) en Google, pero nunca lo hice movido por mi ego. El motivo me parece mucho más útil y evidente: Saber qué pueden encontrar de mí los que me buscan.
A veces, incluso, pongo a buscar dos nombres juntos, para ver si alguien puede encontrar una conexión entre ambos.
No se puede.
Añadiré algo muy relacionado con tu entrada, que me encanta (eso sí es manifestación de mi ego, lo confieso). WordPress nos avisa de los términos de búsqueda en Google con los que llegan a nuestro ‘blog’. Lo que más me gusta, y ya ha ocurrido varias veces, es que lleguen a mi ‘blog’ preguntando a Google «¿Quién es Alan Rulf?»
Saludos.
¿Lo llamamos ‘otroegosurfing’, esto es, que otros busquen tu nombre en Google?
Googleando mi nombre, salen pocas páginas, y poco se puede saber de mí. Es que no dispongo de ningún perfil en las redes sociales. Pequeñas manías, el anonimato para escribir y demás, me parece de lo más literario.
¿He googleado a otros? Si. Pero poco. Ahora.. tengo que googlear bypils.. que me ha picado la curiosidad.. y jejeje. ¿quién es Alan Rulf?, también.
Besos.:)
La verdad es que yo nunca me había buscado. No me consideraba importante como para estar en Google, pero leyéndote me ha picado la curiosidad y me he buscado y me he visto con mis entradas aquí y en soopbok y confieso que la autoestima sube un poquito…
Chao
Ana
No había visto eso de «El tornillo que me falta». Me ha hecho soltar una carcajada.