“Ver el vaso medio vacío o medio lleno”, el clásico ejemplo para describir una personalidad optimista o pesimista. También, está su versión más objetiva, la que dice que el vaso siempre está lleno, sea de agua o de aire. Una buena aportación a la positividad desde la racionalidad.
El mismo recurso se podría utilizar con una taza que es lo que yo tengo para aportar la solución definitiva al dilema del vaso: que si vacío o que si lleno.
Es la media taza. Una media taza de madera que encontré en un mercadillo y que tengo en mi casa ya desde hace unos años.

Sirve para ver el mundo siempre lleno y da igual como la mires. Ahí está, maciza y desafiante.
NB1: Quién sabe si en algún lugar del mundo, habrá otra media taza que encaja perfectamente con la mía y lo que pasa es que no es un símbolo de lo del vaso si no de lo de la media naranja…
NB2: La planta de la primera foto es la sansevieria, conocida popularmente como lengua de suegra. Es una planta de interior, muy fácil de cuidar, que ayuda a limpiar el aire de nuestra casa.


