En las vacaciones, son muchos los humanos que eligen como actividad soñada el «dolce far niente». La dulzura de no hacer nada… Lo que ocurre es que este «niente» toma dimensiones diferentes según sea el sujeto.
Para unos, el niente es niente total. Lo que quieren es dormir: hasta muy entrada la mañana, en formato siesta ( sofá, hamaca colgante, cama, playa…) y como les dejes. No hay actividad programada, ni no programada. El tiempo de vigilia se pasa en actitud contemplativa y solo desgastan energía en las funciones fisiológicas más placenteras…
Para otros, el niente es más moderado. Hay alguna actividad mental monotorizable…Se proveen de libros y series en DVD y se pasan el dolce ,leyendo, durmiendo, viendo la tele, tomando el sol… No tienen más planes a futuro que ir a la playa, comer bien, leer esas novelas que tanto le apetecen y, en el frescor de la noche , ver un par de capítulos de esa serie que no pudieron seguir en TV ya que , entre anuncio y anuncio, uno se dormía o perdía el hilo… Esta modalidad de niente, también presta atención a los placeres hedonistas de la carne , entre página y página y play y play…
Por último están los que tienen una concepción distinta de niente. Su niente está plagado de actividades de todo tipo que no pueden hacer durante el resto de año , que para ellos son cosas que consideran «niente» si se comparan con el nivel de actividad diaria cotidiana pero para el resto… son algo.
Se puede ser de cualquiera de estos tipos y de los intermedios que se colocarían entremedio: los que dedican su horita de deporte y después «niente», los que «niente» pero después de haber realizado sus rutinas necesarias ( pasear, comprar, etc…)…
Lo más importante del «Dolce far niente» en el grado que sea, es saber aceptarlo… Hay como un sentmiento extraño de culpabilidad cuando te dedicas a no hacer nada pudiendo hacer cosas. Es como si lo hicieras un poco a escondidas… La gente presume de sus viajes, sus excursiones, sus destinos, sus conciertos, sus fiestas, … pero pocos son los que te dicen : Niente de Niente.
También hay que saber combinarlo con la vida familiar o de pareja por lo que es necesario ponerse de acuerdo en esos espacios de «Dolce far niente» que cada uno va a ocupar…
En cualquier caso, si el «niente» ( sea como sea) es lo que te apetece en estos momentos, es eso lo que tienes que hacer. Es solo entonces cuando es «dolce».
Aprovecharlo y no os sintáis culpables…
Queda toda una vida para hacer cosas….

Qué genial es no hacer nada… (sea lo que sea lo que cada uno considera «nada»)
^^