Estrellas.

Acostumbrada a la noche de la ciudad, me quedé sin respiración… Allí, en el cielo de ese pueblo de montaña, mil estrellas se apretujaban en el espacio para derramar luz y magia, ante mis ojos asombrados.

Nunca había visto tantas…

Cuando mi cuello protestó, decidí tumbarme en el prado para observar el espectáculo, en postura relajada…

Hasta aquí, la imagen bucólica. Ahora, la verdad…

Primero, tuve que reposicionarme varias veces, para evitar las piedras que se habían afianzado bajo mi cuerpo. Una vez solucionado el tema, me quité los zapatos y con los pies desnudos, me estiré…Relajada… A los pocos segundos, noté un cosquilleo en los tobillos y me incorporé para matar ( sí, he escrito “matar”) a unas hormigas aventureras…A partir de ese momento, ya empecé a sentir cosquilleos en otras zonas que, aunque imaginarios, me hicieron dar manotazos, aquí y allá , para acabar con los insectos. Entonces, se inició el concierto: crujiditos, siseos, animalillos y cosas sin identificar. Mi condición de urbanita ( y cobarde), me hizo abandonar mi posición de relax y entrar en el modo “alerta”.

En ese preciso instante, noté la humedad de la tierra…y de mis jeans (que, encima, se pusieron verdes…). Me levanté, alcé la vista y, hasta que mis vértebras volvieron a decirme “basta”, me abandoné al cielo estrellado pero… de pie.

Muy digna, eso sí.

Si alguna vez describo ese cielo que me robó el corazón, opto por la versión bucólica : Rollo prado, descalza y estirada cómodamente.

A fuerza de repetirla, casi me la he creído… ; – )

 

42 pensamientos en “Estrellas.

  1. Cuan sobrevalorada está la escena del campo y las estrellas, las hormigas no saben de romanticismos, están a lo suyo, y menos mal que no pillaste una víbora o un alacrán-.

  2. Muy bonito, urbanita consumada y campera por ocasión.
    Pero chiquilla, ¿al raso, limpiamente, en un prado? Pues para pillar cualquier cosa a reparto del cuerpo. Antes de lo bucólico inerte, pensar.
    Pera sacarás experiencia, buena madre rectora.
    Bonitas estrellas…

  3. Similar sensación también he tenido yo… Ese lujo de poder sentir, al dejar atrás un campo de flores silvestres, y de andar con brío en busca de estrellas. Fue fácil… el cielo estaba completamente preñado de ellas y el crepitar que hacían allá a lo alto fue mi guía.
    Se trataba de unas montañas y una encina milenaria que iluminaron a la luz de la luna mis andares en busca de mis sueños perdidos, escondidos, vertidos en senderos solitarios. Eso fue hace poco, la semana pasada, durante mis mini-vacaciones. Por si tienes curiosidad… de la sana ;-), el lugar se llama Lecina y es el sitio ideal, al menos para mí, para huir del mundanal ruido e incluso ponerse a escribir una novela.

    PS: Comme d’habitude, muy buenas las fotos de este post. Me gusta mucho la nitidez de las imágenes y lo rebién que sabes escoger los decorados o los mis-en-escène.

    PS II: Por cierto, me he quedado gratamente impresionada con tu Canon tan compacta, da casi una calidad a la de la 5D. Ya me estoy planteando en adquiría. Gracias por el link que me adjuntaste, Bypils.

    • Preciosa descripción de tu » momento estrellas»…
      Me apunto la lovely place.Gracias por compartir el secreto; – )
      Abrazos.
      NB: Hoy he hecho muchas fotos…Esta cámara es la leche, no te arrepentirás…

  4. Jajaja Pero Bypils!!!! hay echar siempre una mantapinga. La pones sobre el prado y luego ya te arrumbas tranquilamente a disfrutar del cielo estrellado escuchado de fondo la canción de moda que tocan los grillos rockeros.
    Besos

  5. Hay, espera que me seco las lágrimas de reir, mi marido me mira con cara de qué estará leyendo esta que se parte. Ejem, me recompongo un poco. Es lo que tenemos los urbanitas, una piel muy sensible a cualquier bichito. Jo! que putada, con el espectáculo tan divino que es y los puñetero bichitos incordiando. Real, muy real y muy bien contado. ¡Ay!, me pica, fuera bicho malo.

  6. Tumbarse en el suelo, puro y duro, del campo al anochecer, da mucho miedo.
    No me extraña que contemplaras las estrellas de pie, es más incómodo pero más práctico.
    Estuve en mi barquito contemplando todas las estrellas, cómodamente tendida en una hamaca pero, rodeada de mosquitos que picaban sin compasión.

    • Barquito + hamaca+ estrellas= combinación divina!
      Te faltabs un repelente o la pulsera de marras..yo llevo una y estoy en un lugar que siempre me fríen a pucotazos pero hoy, de momento nada de nada…
      Un súper abrazo!

  7. Ainnsss, te leí en el móvil pero como desde allí no puedo contestar casi se me pasa… jajajajaja Mi querida hurbanita, recuerda que ya eres llaura en nada ……… si quieres …. podrás ser campesina ;)
    Besos

    • De mi huerto urbano a los huertos que estoy viendo por aquí….Me podría deprimir pero…lo que hago es preocuparme y llamar a casa para que no se olviden de regarlo…Lo hecho de menos. ; – )
      …Y he deslumbrado con mis conocimientos sobre podredumbre apical ( o culo negro) ; -)
      Para llaura, aún me queda.!Imagínate para campesina!
      Besos, Brujji.

  8. Eso me ha pasado a mí un montón de veces. Sólo me tumbo en el césped (ni hablo de la montaña) a finales de septiembre y sobre una buena colchoneta. Procuro llevar también pantalones largos. Aun así, no me importarían unos días de montaña. Disfruta, amiga.

    • Zambu,
      Cualquier insecto viene a por mí, antes que a por cualquier otro a 1 km a la redonda.
      Las hormigas no iban a ser menos…
      En eso del disfrute, estoy ahora…A ver si se puede.
      Un abrazo fuerte, fuerte, fuerte ( te leo y te sigo)

  9. La verdad es que cuando descubrí la infinidad de estrellas que se ven en el campo en pueblos aislado donde las grandes ciudades quedan muy lejos,te da la sensación de no ser nadie con la inmensidad del cielo pensando cuantisimas estrellas vemos y las que no vemos,y nos creemos importantes cuando nuestro planeta ni si quiera se ve desde otro punto lejano del espacio pues no tiene luz propia,en fin que lo disfrutes,yo las vi por primera vez en Huesca cerca de Ainsa en un publecito que se llama la Pardina de 15 habitantes fue una pasa y la siguiente ven en la Vall de Nuria ,en Girona casi al lado del monasterio y fue una pasada,pues allí solo existe la luz del monasterio y es de ahorro y alumbra lo justo y por lo tanto me deslumbro mucho más.

    • Así estoy, Guelgar.Disfrutando del cielo ( y muy cerca de Ainsa , casualidad; – ) Primero han sido las estrellas, después la luna llena ( impresionante) y hoy, una tormenta eléctrica alucinante ( y sigue) .
      Mañana,nos ofrecerá otro espectáculo diferente.Seguro.
      Un abrazo.

  10. Con lo bien que se está en la aséptica ciudad donde todo es hierro, cemento, cristal o madera… Aunque bueno, la ciudad tiene otros bichos, otros peligros. Prefiero tumbarme en el campo y que me coman las hormigas a tumbarme en un banco y que por ejemplo… me dejen en calzoncillos jajaja

    • Cuanta razón tienes,Aitor ( en lo de los calzoncillos ; – ) )
      El campo es bello, pero también la aséptica ciudad con el hierro, el cemento y el cristal.
      Al final, la frasecita esa de » El paraíso esta en tí» , es lo que le proporciona el índice de » belleza».
      Un abrazo.

  11. Es lo que tiene el campo telefonito que llegas alli y está lleno de intrusos…ummmm…o mejor dicho….tú eres el mayor intruso allí y claro van….y te atacan!!! pero conste que el principio de tu relato era con sonido de violines y todo eh?? yo los he llegado a oir..siisiisisiiis
    muakkkkk con alitasssssssssssssssss

  12. Pro ¿cómo había podido yo perderme algo así? ¡Qué curiosa sincronización relato-imágenes¡ Me ha parecido preciosa tu entrada.

    Y tu experiencia campestre me ha recordado a ese personaje de Fernández Florez que, no estando acostumbrado al campo, cuando sale un día de excursión con los amigos se marea de tanto aire puro, y los colegas tienen que hacerle un coro y echarle el humo de sus cigarrillos para que vuelva en sí ;-)

    Un besazo, que me he reído

    • Gracias, Alter.
      Sí, mi condición de urbanita me acompaña estos días…pero me voy integrando ( y aprendiendo ; – )
      Aunque, admito, que la pulsera anti insectos (que no me he sacado de encima para nada) me está ayudando mucho…
      Besazos de vuelta.
      Agradecida por las risas.

  13. totalmente de acuerdo, ¡pensé que solo me pasaba a mí!!! es qu quién puede estar echada sobre naturaleza con tanto alacrán, víbora, hormiga roja y etc., etc. que también son naturales… ay no… yo desde la ventana…

    • Hola Marga,
      Bienvenida al Club!
      Hay que probarlo, de nuevo, con mantipanga, repelente, pulsera anti insectos … ; – )
      Pero, de momento, me uno a » ventana».
      Abrazos.

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