Perros y bikinis…

En mi casa nunca hubo mascotas. Miento, unos periquitos de color azul turquesa que eran de mi abuela…Más tarde, cuando yo ya no vivía en la casa paterna, hubo un precioso pastor belga que fue el primer perro ( y único) al que  he querido… Yo siempre he tenido una relación “tranquila” con los animales basada en el respeto, pero distante. Tiene mucho que ver un episodio de mi niñez con mordisco de perro, vacuna antirrábica y cinco puntos de sutura que me marcó de forma irremediable. Pasaron muchos años hasta que el tener un perro cerca no me mosqueaba y bastantes más hasta que ya fui capaz de acariciarlos y relacionarme – a mi nivel- sin ningún tipo de temor…

MallinoisPastor Belga Malinois

Blue, el pastor belga , era un perro muy cariñoso que se percataba de mi actitud“a-mi-bien-pero-no-me-des-cariñitos”. Una vez se escapó o se perdió y no sabemos cómo llegó a la puerta de mi casa. Yo oía unos arañazos raros hasta que abrí la puerta y me encontré a Blue, encantado de la vida. Llamé a mis padres, que no estaban en casa, y me “tuve” que quedar con el perro toda la tarde sola… Me puse a trabajar y Blue vino a mi vera, se estiró, apoyó su cara contra mis pies y se quedó, allí, tranquilo hasta que lo vinieron a buscar. Me dijeron los que saben, que esta postura, sobre mis pies, era una forma de asegurarse mi presencia y percatarse si me movía. Era él, pobre, el que estaba acojonado al haberse perdido…Si me iba a hacer un café, me seguía. Me volvía a sentar y se volvía a acomodar en la misma postura. Algo cambió ese día en nuestra relación…

Otra prueba de su inteligencia y cariño: Blue, cuando te veía, se lanzaba a por ti (de contento, te decían) y era un perro imponente de esos que se te subían a la parra. Se ponía en vertical…Desgraciadamente en esa época, mi madre se puso enferma y estuvo ingresada en el hospital bastante tiempo. Cuando volvió a casa, muy débil y recién intervenida quirúrgicamente, todos nos temíamos que Blue iba a volverse loco de alegría con sus correspondientes saltos y embestidas ya que el perro era “realmente” de mi madre, pero Blue, ladró de alegría y se acercó a ella y en plan gato, puso el lomo para que lo acariciara mientras le daba besos en la mano. En todo momento actuó con la máxima delicadeza y así fue hasta que ella estuvo totalmente recuperada. En cambio, con los demás siempre tuvo la misma actitud fiestera…Fue Blue el que me reconcilió con el mundo animal …

loboBraco de Weimar

Hace un tiempo que salgo a caminar (yo lo llamaría “marcha atlética” porque mi compañera va a una velocidad endemoniada) con una amiga que vive por y para los animales. Tiene tres perros, tres gatos y recoge (y acoge) a todo bicho viviente perdido o que requiera de sus cuidados… El primer día que iniciamos nuestro ciclo de entrenamiento de marcha atlética, vino a buscarme sin sus perros. Como sabía que yo no era “muy de” los dejó en casa. Uno es un Yorkshire y no sale de paseo, pero “Lobo”, un Braco de Weimar de ese color gris alucinante y “Bella” una hembra de raza galgo, sí que querían pasear. Seguro…Me sentí culpable… Así que los fuimos a buscar y desde ese día, me convertí en La Paseadora Oficial de Bella ( se pronuncia en italiano , el idioma del ser humano repugnante que la tuvo antes ). Es un galgo (hembra) adoptado. Maltratada por su anterior dueño. Llegó con una pata rota y temerosa de cualquier cosa que se moviera en su perímetro visual.

galgo

Con Bella he re-descubierto el mundo de los perros y sus paseantes. La relación social que se establece con los otros paseantes. La ternura que despierta un galgo (contesto a las preguntas como si fuera mía). También que hay gente que lleva perros agresivos, sueltos, con los que he tenido alguna palabra de más… A mi galga, ni tocarla… ; – )

Cuando Bella me oye llegar, llora de alegría. Le gusto.Acaricio su cuerpo huesudo , le digo palabras bonitas e iniciamos la marcha detrás de su gran amigo, ese Braco de Weimar que va a una velocidad endiablada. Está siendo una experiencia magnífica…

Y llego a los bikinis. Yo quería hablar de los perros, pero hoy me ha pasado una cosa increíble. Una de esas cosas que me hace pensar que mi noción del tiempo y las estaciones se ha alterado…He ido al hipermercado de turno y en la sección de ropa, había ¡bikinis! Y no sólo eso: pamelas, pareos, blusas de lino… ¿Qué está pasando? ¿Ha sido una alucinación? ¿Ya????

 

Bikini

Nada…Cosas de perros y bikinis…

8 pensamientos en “Perros y bikinis…

  1. Un relato precioso. Soy amiga de los animales, no tengo mucha suerte, siempre recojo abandonados que tienen mucho miedo y me cuesta con Jack ya dos años de dar de comer, de decirle cosas bonitas, pero no se deja tocar. Otra, Linda, una podenca abandonada, todavía no sabe si le gustan mis caricias, por si acaso, huye… otro, el Bobby, etse sí se ha acoplado y está siempre hambriento de caricias. Así, tu a tus bikinis y a pasear a los perros… ¡`me encanta!

  2. Yo tampoco soy de perros, bueno en general no soy de animales… Tengo amigos con perros y reconozco que hay algunos que estéticamente son muy bonitos y muy cariñosos. Si alguna vez tuviese un perro seguramente sería un galgo.
    NA: Algo similar a lo tuyo con los bikinis me pasó a mi el domingo en un Centro Comercial… al ver la ropa dije; -¿ya?
    Besos.

  3. Yo tuve Un pastor aleman que murio en septiembre. Me falta su cariño. Como de momento no podemos tener otro me conformo con uno de los gatos que tiene caracter perruno. Ya no se vivir sin bichos. Siempre estan ahi.
    Los bikinis nunca se van … esperan agazapados para mostrarse llamando a un verano aun lejano.

    • Una mascota se convierte en un miembro más de la familia….Y es verdad que se siente ese cariño….El amor perruno que decía LaPelu en su comentario…Y lo de los bikinis , no sé, tengo la sensación que Navidad fue hace nada…Estoy desubicada..;-) Y, confieso, me dio un poco de repelús….
      Besos, Efw

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