Relato surrealista…A partir de la Chromatic Typewriter.
He encontrado una preciosa máquina de escribir, en un anticuario del Born de Barcelona. Es una Underwood, nº 3, de las de teclado español, datada de 1929. Me vuelven loco las Underwood...Me he enamorado al instante…
Me produce una emoción especial contemplar mi colección de máquinas de escribir. Se me pone la carne de gallina cuando pienso en la cantidad de palabras que han sido creadas, materialmente, con estos prodigios mecánicos.
Palabras…
Tengo que buscar un hueco, para colocarla… Es posible que me quepa encima de la nevera…
Mi mujer me abandonó cuando empecé la segunda colección: la de las palabras de papel…Las escritas con aquellas máquinas y a punto de desaparecer.
¿Cuántas de esas palabras quedan por el mundo? …
A ella le parecía muy irritante que preguntara a amigos, familiares, conocidos, a todo el que se le pusiera por delante, si conservaban algún texto o papel, escrito con máquina de escribir.
Después, le pareció intolerable que empezará a guardar aquellos archivadores llenos de documentos: facturas, informes médicos, recibos de alquiler, trabajos universitarios, listados, cartas, invitaciones,…todo, escrito con máquina de escribir…
Cuando se fue, me sentí libre para dar rienda suelta a mis dos pasiones. Libre y sin control… Y, ahora, casi no puedo moverme entre las paredes de mi casa. Los archivadores se amontonan en los pasillos y hasta en el WC tengo máquinas…
Esta salida al Born, ha sido uno de mis últimas incursiones en el exterior. Me gusta estar en casa, entre mis palabras y mis máquinas de escribir, sin más contacto con el mundo que el necesario.
A ella, no la he vuelto a ver.
Es por eso que me ha extrañado que llamara a la puerta. Y que me entregara aquel paquete, Y que se riera, de esa forma tan aguda que sólo utiliza para la venganza. No ha vacilado ni un segundo. Ni tan siquiera ha pestañeado al ver mi aspecto demacrado y gris.
Cuando se ha ido, he abierto la caja : una preciosa máquina de escribir Underwood Standard de 1937…con un teclado … cromático.
Con las teclas de colores.
¿Colores? ¿Colores?
¿Pero …y las letras?…
¿ Y las palabras?
¿Dónde están las palabr…?
¿!
“Que quieres que te diga. Ahora estoy más tranquila. Tanto papel ahí amontonado. ¡Imagínate si hay un incendio! Además, estos últimos meses ya estaba muy raro. No salía de casa para nada…Alguna vez lo veía pasar desde la ventana, y parecía un fantasma. Cómo te lo digo: estaba casi transparente…
No sé, chica. Cuando he visto a la policía, a la ambulancia ya los bomberos, casi me da un infarto. Me han dicho que se lo han llevado en estado casarónico, creo. O caratónico. Bueno, no sé. Algo así…
Lo que le ha pasado ha sido raro. Lo he comentado con otros vecinos pero no lo saben explicar muy bien. He oído algo por el patio pero no lo he entendido muy bien. Creo que estaba obsesionado con las máquinas de escribir y que lo han encontrado con la boca abierta y la mirada perdida, delante de una pero que no escribía palabras. Hacía cuadros. Bueno, no sé. Algo así.
Cuadros, pinturas, me refiero. De colores. No, no, no. No lo entiendes, en vez de palabras, con esa máquina de escribir, se pinta. Bueno, no sé. Algo así. ¡Qué más da! Se ha quedado catarónico …
Y es que se veía venir. Es que este chico, desde que se separó de su mujer, se vino cuesta abajo…Te lo digo yo…”
NB : La Chromatic Typewriter ( una Underwood Standard de 1937 ; – ) es una obra del pintor americano, Tyree Callahan.




Magnífico relato basado en algo más que una foto….. se pueden sacar grandes conclusiones para la vida….Un beso
Que las palabras se las lleve el viento…; – )
Como siempre, me has dejado de piedra, para bien, desde luego. Cada vez me sorprendo más de tus habilidades literarias. Besos
Ana
Eso de » habilidades literarias» suena serio…
Besos, Ana
Cierto, es digno de alabanza, coger una máquina de escribir y montarle una historia así, que vale, la máquina es curiosa, pero desde luego a mí no se me habría ocurrido.
Por cierto, en casa de mis padres conservo una máquna de escribir, no es muy antigua cierto, tendrá como 25 años, de las que ya llegaron a convivir con aquellas efímeras máquinas eléctricas, pero ahí sigue, y funciona, si le cambiara la cinta de la tinta mejor, tenía hasta dos colores :D
Besos.
A ti se te habría ocurrido, otra cosa..lY más divertida, seguro.
Se me olvidaba : Oh líder!
No creas, está complicada la cosa, realmente si te soy sincero no creo que se me hubiera ocurrido historia alguna.
Ahm, por cierto, que aunque ya hiciste la entrada al respecto que sepas que el día 13 estarás galardonada con el premio ese en mi blog :)
Es un gran honor, ser galardonada por un Oh Líder! De tu nivel.
Gracias!
A mí no me importaría una máquina que pintara, la verdad.
Leí de uno que coleccionaba suplementos de periódico y al final, tenía una habitación sólo para ellos y ni podía entrar. Abría la puerta y los tiraba. Creo que el suelo estaba a punto de derrumbarse.
Y luego dicen de una que es excéntrica.
Siento las ausencias, pero el pincho va mal y hay que reservarlo para las cuestiones laborales, las literarias, ya sabes. :)
Besos.
Auséntate, Zambu. Zambúllete en el mar…
Besos.
Hoy lo he hecho, con un islandés chiflado que me ha estado explicando las ventajas de las algas. Justo antes del ocaso, ¡una gozada! Eso sí: ni andar puedo de cómo tengo el tobillo. No todo iba a ser perfecto. Escribiré y me zambulliré en el Mediterráneo.
Excelente y punto.
Mi abrazo.
Te abrazo, también, Al.
Agradecida.
Ja! Es chulo el relato… No lo he pillado bien, la mujer le dio esa maquina para volverlo loco? Que mala puta! O el fue incapaz de descubrir mas mundos aparte del suyo?… Tengo que meditarlo. Me ha gustado mucho! Un besito poseído!
Puedes pillar a libre albredío…la intención de ella es maligna pero lo que le hace crujir el cerebro, es enfrentarse a un imposible.A algo que no cabe en su estructura mental…
Más besos luciferinos…
Que preciosidad de máquina de escribir, y encima llegas tú y la completas con este cuento, un gran honor para esa máquina, no sé si lo sabe.
Besitos
Nadie se lo ha dicho aún a la Underwood Standard de 1937…Aunque a su edad, ya no está para estas cosas…
Gracias, Inma.
Genial, By. Me recuerda que yo heredé una máquina similar: ahora tengo unos gemelos de camisa, con la ‘A’ y la ‘F’, que son la envidia de mis amigos.
Y hueco en el despacho para más libros…
Es otra forma de darle un nuevo uso, aunque la tuya es mucho más colorida ;–)
Un abrazo (multicolor).
Genial lo de los gemelos.Es un súper DIY. original!! A la medida de un periodista.
Besos de arco iris ( cursi pero va a huevo ; – )
La idea no es mía, los había visto el Londres, en el mercado artesanal de Candem Town.
Copiota que es uno (a veces).
Candem es una pasada…Siempre hay algo que llama.
Una » copiada» inteligente.; – )
Ya podía existir una máquina así y el relato te ha quedado…..pues eso, que ni pintao! :D
Que envidia la imaginación que tienes. Sana, eso sí, pero envidia, que narices! jaja
Besos
Gracias, Moneypenny.
El comentario es colorista ; – )
No sé si esta inaginación es buena o mala…Cuando acumulo, soy una bomba andante…; – )
Besos.
En terminos de psicologia como se llama lo q tenia el pobre? trastorno obsesivo compulsivo en gran nivel?
Maravilloso relato… lo que hace unas fotoz en tus mNos!
PD toy en el tlf. perdo. x la redaccion
Acertado diagóstico, TD.
Lo del teléfono es así : entre lo que cuesta escribir y la auto – corrección, salen palabras maravillosas como » fotoz».
Besos, TD
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