NFT, blockchain, wallet, Ethereum, OpenSea y qué se yo…

Hace unos días que inicié una investigación sobre los NFT. Tenía una vaguísima idea de lo que era eso de los Not Fungible Token, pero era tan vaga que no pasaba de la idea simple de: “un certificado digital de propiedad de algo en el universo digital.” Ese algo puede ser cualquier cosa en ese vasto mundo de la tecnología… Desde una copia del primer tweet de la historia a una entrada de un concierto, un dibujo, una fotografía, un juego…Y más “cosas” pero, en este caso, para que no se produzca un cortocircuito en mi cerebro analógico, hablamos de los NFTs del arte y de la fotografía. 

Estos los entiendo más: te gusta el arte de un ilustrador digital o un fotógrafo, compras un NFT suyo y lo expones en las pantallas de tu casa. No voy a entrar en el debate de si mejor un cuadro físico que una imagen del cuadro porque es un debate de preferencias y, lo más seguro, con sesgos según la edad. En cualquier caso, hay que asumir que hay nuevos lenguajes y formatos. Todo nuevo.

Todo empieza porque en mi cuenta de Instagram, me contactan y me proponen comprar dos de mis fotos de las que hay publicadas en NFT. Parece fácil: la mayor plataforma mundial de NFTs es OpenSea.io. Solo tengo que “mintear” (que viene a ser “acuñar”). Descubro que es introducir un código (blockchain) que le confiere la propiedad de ser único e irrepetible y, por tanto, le da valor de una obra única. Mi comprador me indica que cuelgue las obra en dicha plataforma y me da un precio por cada una. Me indica el valor en una moneda digital (criptomoneda) de nombre Ethereum con las siglas ETH. Vale.

En esta fase, lo de mintear, Ethereum, etc, ya me parece inasumible. Además, encuentro información sobre las ETH y veo que el valor de 1 ETH, ese día, es de unos 1.500 dólares. El tipo me ofrece 7 ETH por cada foto. Evidentemente, la tasación de mi foto en más de 10.000 dólares es tan excesiva, que entiendo que es una estafa, pero ¿En qué consiste? ¿Qué pueden obtener?

Esta es una de las fotos.

Recurro a mis asesores externos, en una franja de edad de 18 a 24 años. Sé de sus conocimientos sobre criptomonedas así que lo del NFT no será desconocido para ellos. Y, efectivamente, saben.

Descubro muchas cosas y hay muchas otras que no entiendo. La propuesta de compra de mi arte, pinta fea. En Instagram, el primer mensaje proviene de un bot. Son perfiles falsos que acceden a los usuarios que etiquetan con #arte o #art. En mi caso, me pide que “cuelgue” la foto en la plataforma. Esta acción no tiene un coste monetario excesivo (de 5 a 20€) pero hay que registrarse y elegir un wallet de criptomonedas ( esto ya me da miedo). Ese wallet puede estar vacío (apenas con unos céntimos) y simplemente que sirva para recoger los 7 ETH que me quieren pagar por mi gran talento artístico.

Y eso es lo que yo no entiendo. Si cuelgo la foto y el interesado me paga ¿Dónde está la trampa? Está en algún momento de esta cadena de transacciones, pero ¿Cómo?

Mis expertos me indican que, probablemente, será después, cuando yo tenga los 7 ETH en mi wallet. Me “guiarán” para hacer un tipo de inversión inversa (valga la redundancia) o para mover ETH de wallet a wallet o yo qué sé porque no lo he acabado de entender.

Mi mecenas y descubridor en Instagram, me ha seguido contactando para que venda. Le he dicho que no, que gracias por su interés, que lo mío es una afición, etc. y he acabado la conversación sobre los NFT.

Tiene toda la pinta de ser una estafa. Las potenciales víctimas son los artistas que creen que, por fin, alguien ha visto que su obra tiene posibilidades (sea una foto, una ilustración digital, a mano, un cuadro o un dibujo) y, encima, te ofrecen una cantidad de dinero, impensable desde tu modestia de autor aficionado. 

Pero… ¿Y si hubiese “minteado” la foto y la hubiese colgado en OpenSea? 

Como soy nativa analógica y hago caso a los refranes, no voy a dejar que la curiosidad mate al gato. 

Mientras tanto, he creado el primer NFT analógico de la historia para el universo digital.

Aquí lo tenéis.

NB: Si alguien lee este post y le ha pasado lo mismo, o es usuario de OpenSea, me encantaría saber más.

Mi balanza antigua y la IA.

El ChatGPT es un prototipo de chatbot de inteligencia artificial desarrollado en 2022 por OpenAI que se especializa en el diálogo.

Cuando entras en ese chat, estás interactuando con una Inteligencia Artificial. Hola, IA.

En estos momentos, la OpenAI está en modo beta, es gratuito y de libre acceso. Con nuestras intervenciones, esta IA está acumulando más aprendizaje. La estamos entrenando para hacerla lo más similar posible al ser humano.

Un habitante de Barcelona, en 1900, no habría tenido capacidad para anticipar que, en el 2023, estaríamos haciendo videollamadas con el móvil. Apenas empezaban a saber que era un teléfono, una radio o una televisión. Nosotros, no somos capaces de evaluar lo que será esta locura de la Inteligencia Artificial porque casi estamos como nuestros antepasados del 1900: adaptándonos a las nuevas tecnologías, pero, con la diferencia, que ahora todo va muchísimo más rápido.

El ChatGPT es desconcertante. Puedes preguntar cualquier cosa, incluso pedir que te programe (es capaz de crear programas informáticos básicos), etc., etc., Se me escapa y me da mucho respeto, pero, para mi alucine, también puede “crear” textos literarios.

Hice una foto de una vieja balanza que tengo en casa y quería escribir algo. Lo que he hecho es pedírselo a esta IA.

“Texto humorístico sobre una balanza antigua de 25 palabras”

En apenas dos segundos, la cosa esta me responde: 

“Mi abuela todavía usa una balanza antigua, pero no para pesar su comida. La usa como un método para predecir el tiempo: si la aguja se mueve, va a llover”

Yo le pido: “Más poético” y al momento, me escribe: 

“La balanza antigua guarda secretos del tiempo, 

en su aguja mueve el viento, 

anuncia lluvia o sol brillante, 

mi abuela confía en ella, 

como un oráculo del pasado.”

Es tan rápida que te deja alucinando, incluso da un poco de yuyu.

Acabo haciéndole otra pregunta: ¿Eres escritora?

Pues eso: encima con diferentes géneros y estilos…

Por cierto, esta es la balanza.

Más información en estos enlaces:  

OpenAI

ChatGPT

Artículo sobre el ChatGPT. 

Tutorial 4

Cuarto teléfono móvil que estrena mi madre. Siempre pasa “algo” pero que, conste en acta , “nunca es culpa suya porque ella NO toca nada”.

Con 85 años que lleva con poderío, no me voy a quejar de eso. Al revés. Le gusta hacer fotos (que podrían ser artísticas pero lo que están es tomadas desde encuadres imposibles), utilizar el WhatsApp con notas de voz y hablar por teléfono ( aunque es un rasgo característico que no lo cuelgue correctamente).

Con el cuarto dispositivo, que es de la misma marca y mismas prestaciones, llega el tutorial. Recordamos, juntas, todo lo que ya sabía pero ya no sabe. Al principio, parece que todo está controlado pero en unos días, algo pasará. Sin “hacer nada de nada”, se bloqueará la cámara o desparecerán los contactos de la agenda y en unos meses, volveremos a estar de tutorial…

Me encanta.

Foto de Joseph Chan en Unsplash

NB1 : Al acabar de escribir estas líneas , me ha llamado para saber dónde están las fotos . Las que ha hecho del jardín no salen por ningún lado y se las quiere enviar a una amiga. Tras un (largo) tiempo de anexo telefónico al tutorial , me las envía a mí. Por lo menos, las ha encontrado…

#Encasa (mi madre hace videollamadas)

Mi madre , viuda, vive sola. Tiene 82 años, pero está estupenda. Unos meses antes del Covid-19, se había apuntado a unas clases de AquaGym -ella lo llama AguaChim– que, de verdad, ha sido la mejor de las medicinas, tanto física como mentalmente. Ella, que nunca había pisado un gimnasio en su vida, me ha llevado loca con la compra de bañadores, gorro, zapatillas, albornoz de microfibra, etc.

Pero eso fue hace unos meses y parece que ha pasado un siglo…Cuando hablo con ella, me dice que nunca, en toda su vida, ha vivido una cosa así. Ahora está confinada en su casa, porque, aunque está muy bien, es grupo de riesgo y está cumpliendo todas las prescripciones oficiales al pie de la letra.  Le llevamos la compra, pero se la dejamos en la entrada de su casa. Nos hablamos a 4 metros de distancia, pertrechados detrás de la mascarilla que le ha hecho su vecina. De estampado muy alegre, eso sí.

Hace ejercicio, se prepara “paellitas” individuales , riega sus plantas,  tenemos largas charlas por teléfono y ve sus novelas. Mi madre tiene tres grabadores de DTV que programa y después ve cuando quiere. ¡Incluso traslada USB’s de un aparato a otro! Las telenovelas turcas tienen la culpa…Que toda la logística de su sistema de TV funcione es un milagro, pero, hemos conseguido que domine las funciones básicas. Esos sí, la familia somos un servicio de teleasistencia las 24 horas , porque suele cambiar la fuente de la televisión – una teclita del mando que toca sin querer-y nos llama : “El grabador no se dispara”. Como nos funciona, no nos planteamos que acceda a la Smart TV vía Internet que parece más fácil. Para mi madre, no. Su uso del teléfono móvil nos marca la senda.

Mi madre es de las que no oye el móvil y si lo oye, se equivoca y corta la llamada, pero ya vamos mejorando. Con el WhatsApp, las notas de voz le han salvado la vida. Las domina bien y ya reenvía cosas con soltura. Desde que se apuntó al AguaChim, descubrió los grupos de WhatsApp. El suyo se llama “Las Mengual” y aún no sabe si cuando envía la nota de voz, la oyen todas y me pregunta si las componentes del grupo saben que es ella.

En el pasado, intentamos las videollamadas sin éxito, pero, ayer, de forma inesperada, mi madre me llama y ¡la veo en la pantalla! Estaba muy contenta porque había descubierto el invento y me hizo reír un montón. Al final de la tarde, nos había llamado a todos.

Una de las cosas que le queda clara es que solo lo hará con los muy allegados porque va sin maquillar. Cuando pase todo esto, que se preparen sus amigas. Ya más guapa, va a atacar con la videollamada, seguro.

Nos ha demostrado que , aunque aparenta ser frágil, es fuerte , resignada y pragmática. Siempre dice que es lo que le dejó mi padre al irse porque él si que lo era, por naturaleza. En estos tiempos, estoy segura de que se hubiese reincorporado como voluntario a su profesión de médico sólo por ayudar.

En fin, tengo ganas de abrazar a mi madre ( y comer una de sus paellas).

 

La próxima entrega de #Encasa : Lo de lavarse las manos.

Never forget…

Había una zona de mi armario, que no osaba «tocar”. Un compartimento lleno de Cintas VHS, disquetes, CD’s y cintas de cassette

Ya hay gente en el planeta que no sabe que son estos artilugios, que, sin ser analógicos, ya no forman parte de este mundo digitalizado… Lo que tengo ahí, no está en la nube…Está en ese armario…

Tras los primeros instantes de desconcierto, al ser consciente del paso del tiempo que traslucen esos objetos, me he puesto manos a la obra. Muchas cosas se han ido de casa, pero, hay otras, a las que me ha sido imposible decir adiós, incluso sin tener soporte donde oírlas o visualizarlas. Solo los CD se salvan. Ya no tengo disqueteras, ni vídeo VHS, ni un aparato para cintas de cassette…

No sé que haré con todos estos objetos del pasado, pero he descubierto que hay muchos DIY en la red así que…Me los guardo…

No sea que un día me dé por hacer una lampara con las cintas de cassette…

Never forget.

Para saberlo…

Tenía mis sospechas, pero…debía confirmarlo… Uno no puede lanzar esa acusación, así, a la ligera…

Duración: 16 minutos y 37 segundos ( los nuestros eran de unos 6 minutos aproximadamente….)

Puntos de Presión: zona central y media superior.

 Me hablaron del dispositivo, del colchón…Encajaba perfectamente con mi necesidad de…confirmación.

Compré el colchón e instalé la maldita app en mi móvil.

 Intensidad: 90% (¡joder!)

Impactos por minuto: No quiero saberlo…

Pero, ahora, ya lo sé.

NB : Este es un colchón “real”. Se puede comprar ahora mismo en su web. El colchón Smarttress se publicita como : el primer colchón con lover detection system. He flipado…

 

“QWERTYUIOP”

¿Qué hacíais en 1971?

En ese año, un ingeniero enviaba el primer email del mundo mundial… Ese hombre era Ray Tomlinson. Diseñó un programa que permitía enviar mensajes entre diferentes usuarios conectados a una misma red. Lo consiguió entre dos ordenadores que estaban uno al lado de otro. El mensaje no era de esos épicos y para recordar: “QWERTYUIOP” ( son la primera línea de los caracteres del teclado) , pero sí el símbolo que escogió para poder separar los nombres del usuario y de la red : la conocidísima “@”.

Ray

Escogió un símbolo que no fuera utilizado por ningún sistema informático. La medida de peso “arroba” (@) estaba ya en desuso ( es la cuarta parte de un quintal ¿?) y decidió reciclar el símbolo para su creación : el email.

En la actualidad, diariamente, se envían 250 billones de mails en el mundo. Unos 2,4 millones por segundo. Al año, 74 trillones . Se debe remarcar que el 90% son SPAM pero, aun quedándose con el 10% de los 74 trillones ( yo esa magnitud, ni me la puedo imaginar) , Ray Tomlinson, en 1971 inició una verdadera revoluci@n…

Nos dejó la semana pasada , a los 74 años. Como usuaria de su invento ( hay 2,5 billones de ellos por ahí), quería rendirle mi pequeño homenaje.

mail

 

NB : Descubro que el quintal son 100Kg, así que la @ pesa 25 Kg…

 

Desbordada : Mi madre tiene Whatsapp

Señora de 77 años. No los aparenta (es guapa y moderna) pero los tiene. Su bagaje personal contradice su aspecto porque ella es, tecnológicamente, de las señoras-de-antes. Con esto quiero decir que : 1) Tiene una (muy) difícil relación con la tecnología, 2) Cree ( creía)que el teléfono sirve única y exclusivamente para “llamar” y 3) Oposición frontal al aprendizaje : “Eso es para jóvenes.”

Hasta hace poco tenía un móvil-de-los-de-antes. Nada de pantalla táctil…Verde para descolgar, rojo para colgar y en Agenda los teléfonos imprescindibles. Cuando el aparato nos dejó y pasó a mejor vida, se lo cambiamos por un smartphone… Los primeros días, vivimos entre la confusión y la formación. Tras superar todas las llamadas perdidas ( que ella dice que no han sonado) , las equivocadas, las que no podía hacer porque no encontraba los Contactos, etc,… tuvimos la brillante idea de ponerle el Whatsapp.

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Una amiga suya lo tenía y quería “eso-que-envías-fotos-y-mensajes”. Caímos en la trampa.

A partir de ese momento, nuestra vida ha cambiado. Ya domina el mensaje de voz y ya no llama nunca vía telefónica. Nos dice las cosas por Whatsapp. Habla en plan robótico, separando las palabras. “Nena, ¿v-a-í-s a v-e-n-i-r a c-o-m-e-r?”, nos reenvía los mil memes y fotos que le envía su amiga ( muchos) y se regocija con las fotos que le enviamos…Mi teléfono va sonando : Clinc, clinc,clinc…

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El sábado pasado fui a ver al Maestro Joan Manel Serrat, en concierto . Estaba prohibido hacer fotos y suelo hacer caso pero… me descubrí burlando al de Seguridad, para poder enviar una foto a mi madre.

Por la tarde, me había enviado un mensaje de voz: “Y-a-m-e-e-n-v-i-a-r-á-s u-n-a f-o-t-o d-e-l S-e-rr-a-t”

¿La verdad? Me encanta que mi madre tenga Whatsapp. ; – )

novela

 

NB : Las ilustraciones son de la novela gráfica “Mis whatsapp con Mamá “ de Alban Orsini

Alban Orsini es francés. Doctorado en química orgánica, ejerce de consultor científico y de crítico teatral para la web cultural culturopoing.com . En los últimos años Orsini ha colaborado en revistas de creación literaria, incluida la del Teatro de Rond-Point.Su primera novela, Mis whatsapp con Mamá, se originó en la plataforma Tumblr donde durante un año publicó el intercambio de mensajes entre una madre y su hijo. Me siento plenamente identificada… ; – )

Su blog, aquí.

 

 

Andando contra mí misma…

fitbit1

 

Llevo una pulsera inteligente. O eso dicen…

De momento, llevo un pepito grillo encima. El chivato de lo que me muevo al día. Todo esto empezó, por mi costumbre de dejarme el móvil en mi (gran) bolso. Entre carreritas, llamadas a las que no llego a tiempo y, directamente, las que no oigo, esta pulsera inteligente parecía ser la gran solución.

Lo ha sido. En pocas semanas, me he vuelto dependiente. Esta pulserita (que es más lista de lo que parece) se conecta a mi móvil y vibra cuando recibo una llamada. También veo quién me llama… Ya no tengo que dejar el teléfono encima de la mesa, cerca de mí. Se queda en su zona de confort (mi bolso) y sólo lo molesto cuando toca.

Los primeros días, cuando vibraba, me daba sustitos (no estoy acostumbrada a que eso pase en mi muñeca) pero ahora ya lo he asimilado.

Además, la pulsera mide los pasos que doy al día, las calorías que consumo y las escaleras que subo.Me la saco para dormir pero también mide la calidad del sueño, si te la dejas puesta.Y ahora viene la parte de “placebo” y psicología básica que me tiene fascinada: De una manera tonta, tan tonta como “retarse a uno mismo”, estoy pendiente de mi movimiento diario : me aplico en el tema de las escaleras (¡Quiero batir mis récords!) y si puedo, ando más para subir en mis marcadores…Lo curioso es que antes ni me lo planteaba y ahora, me alegra cuando el reloj me informa que he alcanzado o superado mi objetivo diario y cuando le suma el movimiento de la elíptica ( que me da un montón de pasos).  Y me encanta ver «mis progresos» en la App de la pulserita en el iPhone…

Y , así estoy, andando contra mí misma. ;- )

Tal y como estoy escribiendo esto, me estoy dando cuenta que esta pulsera es más inteligente que yo…

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NB : La mía es la FitBit Charge.

 

 

 

Llega el iPad a mi iLife.

Escribiendo desde el iPad…

Un gadget que me he resistido a tener pero que , al final, tengo…

Se hace raro manejarse con este iPhone gigante, el teclado de «touch» de pantalla. Teclado que lo es, pero no.

Acostumbrados al iPhone, hay cosas conocidas …pero nuestro cerebro (que creo que se adapta mas lentamente de lo esperado a la tecnología), tiene que aprender nuevos códigos con los que proceder ( por ejemplo, como acentuar las palabras sin tener que esperar a la palabra del «diccionario» que aparece -a veces-). Pensando que es un ordenador, sin tener claro lo de «tablet», nos encontramos ante un gran «visualizador»: increíbles las fotos, los vídeos y la navegación por Internet.

El aparato, precioso y como siempre, regalándote esa experiencia Apple de «primera toma de contacto» ( apertura de la caja) que suele ser muy satisfactoria.

Si no hubiese sido por el regalo, yo no me lo hubiese comprado ( he necesitado cosas que no tiene ) pero, como soy una appleadicta y enferma de Mac, estoy contenta de tener el iPad …aunque , ayer, me dieran las tantas viendo vídeos en youtube y algunas de esas fotos de las tantas que están en el ordenador, olvidadas. ¡Qué bonitas, oye!

Es lo que tiene la manzana.