Va de efectos fotográficos.
Fotos en espiral.
Bostón
L’Empordà

Poner “love” siempre funciona…
Estás son las fotos de mi zanahorias y guindillas in love, de los tiempos en los que tenía el huerto urbano.
Y la luna, siempre.
Como pasa el tiempo!!! Hace seis años, guarde unas guindillas en un frasco de cristal.
Era la época en la que las guindillas, invadían mi pequeño huerto urbano…
Ordenando el armario de especias de la cocina, lo he encontrado al fondo, perdido, desgastado…
Ya se han borrado las letras que escribí: si te pica mucho un alimento, no bebas agua, bebe leche. Neutraliza la capsaicina, la responsable del fuego ardiente en tu paladar.
Ya no son guindillas rojas. Han perdido el color y textura. Están arrugaditas y viejas pero… su poder picante sigue intacto. Doy fe.
Bendita leche.
Sí, con todo el dolor de mi alma de hortelana urbanita, he dicho adiós a la Pimienta de Cayena. Demasiada planta, demasiada mata, demasiada pimienta.
El perejil y la rúcula se quedaban sin sol y sin nutrientes…Era totalmente necesario: el sacrificio de unos pocos en aras del beneficio de todos los demás, como la vida misma… Estaba tan bonita que me ha costado mucho sacarla del huerto…
También he sacado las flores de la albahaca que debía haber cortado hace semanas…
He dejado un par de pimientos que han sobrevivido al “abuso” territorial ( y de raíces) de la pimienta de cayena y la planta de guindillas que aún tiene posibilidad de hacer algo. Tiene flores…
El huerto se queda en plan otoñal…
…Con un orégano encantado de conocerse…
El huerto está en su fase de otoño… Es un sí pero no…Una cosa extraña…
La pimienta de cayena parece eterna. No he dejado de cosechar y, aun así, sigue a lo suyo. Tengo la sensación que ha venido para quedarse para siempre…
La albahaca se ha espigado y ha florecido. Tal y como he aprendido de otras ediciones huerteriles, estoy asistiendo al final del ciclo de vida de esta planta que ahora -concentrada su energía en tirar para arriba y producir más flores ( y semillas)- dejará de fabricar hojas. Adoro la albahaca. Cuando llueve, cuando hace viento, cuando me acerco a hacer las fotos me impregna su aroma fresco… Y si la toco, el perfume perdura en mis manos durante mucho tiempo…
En cambio, el orégano puede vivir de 5 a 6 años sin demasiado esfuerzo. Las flores no son el final del ciclo (incluso se recolectan) y ahora parece que se están volviendo de un tono morado oscuro por el cambio en el clima… Algo más de frío ya va haciendo…
Cuando hacía la foto, me ha sorprendido ese pedazo guindilla que asoma por detrás. ¡Madre de Dios! Es tan grande que se sale del huerto…
Pimienta de cayena eterna, guindillas gigantes…Empiezo a pensar que mi huerto urbano es un refugio de las picantes. Se lo comentan entre ellas y vienen aquí… Lo Hot es lo que le va y se muere por la capsaicina…
Fijo.
Jo, qué calor! Yo me voy quejando -junto con el resto de ser humanos que me rodean-mientras mi huerto parece decir : ¡Olé, caloret, venga, para arriba!
La albahaca está súper frondosa.
La tomatera que creía ya “en-paz-descansen” se marca unos tomatitos sorpresa.
Las plantas de guindilla se han agigantado ( en siete días, la cosa se ha acelerado)…
Y tenemos una nueva adquisición al lado del orégano: una plantita de valeriana.
Y yo que estaba preocupada porque este calor afectara al huerto…
Planté dos coles.
Dos.
De esas dos coles, una ha sido un gran Buffet Libre para los caracoles que hicieron una escala crucerista en mi huerto…Por lo que se ve, venían hambrientos. Son muy maleducados. No me han dado ni las gracias .
La que se ha salvado de la invasión del caracol, está muy bonita. No sé si algún día me la podré comer pero, bonita, lo es mucho…
El huerto está tranquilo. Van creciendo lechugas, perejil ,una zanahoria, albahaca y rúcula y –como no- las guindillas. Siguen reproduciéndose y se ponen rojas…Hay algunas de las que están en la ristra que ya están secas y arrugaditas. Se han convertido en un fenómeno social en el huerto. Han sido protagonistas de la portada de VOGUE por aparecer sin photoshop ni maquillaje, mostrando la belleza de sus arrugas…
Son tan famosas y se lo creen tanto que voy a tener problemas cuando las tenga que moler, o cortar, o despedazar para guardarlas en su frasquito de cristal. De momento, a la espera de que se sequen del todo, las he felicitado por su éxito.
Siempre he admirado a esas mujeres, naturales como la vida, que están orgullosas de sus arrugas y no las ocultan.
Debo ser consecuente con estas guindillas…
Las guindillas VIP , me comentan que la revista ELLE hizo una campaña a favor de la llamada «Belleza natural» mostrando a mujeres tan hermosas como Monica Bellucci, sin maquillaje ni retoques fotográficos.
Lo suyo es lo mismo pero en el VOGUE de los huertos. Dicho queda.
También, Brad Pitt… Olé.
La psicópata
Arrancarlas de su entorno familiar.
Secuestrarlas.
Hacer unas fotos para documentar el delito.
Atravesarlas, con un trozo de metal punzante. Ensartarlas.
Colgarlas de una cuerda.
Dejarlas abandonadas. Que se arruguen y se sequen.
Después, trocearlas o molerlas…Ya no habrá nada de lo que fueron…
La bucólica.
Voy a recoger las guindillas rojas de mi pequeño huerto urbano.Tra,la,la,la,la,,,
Las dejaré en un lugar seco.
Son tan bonitas que no puedo evitar fotografiarlas.
Leo que se les pasa hilo por el tallo, con una aguja. Me decido por un sistema más sencillo : el imperdible.
Las ato, en fila y sin que se toquen , con una cuerda roja. Queda muy conjuntado.
Cuando se sequen, las trocearé o las pasaré por un molinillo de madera. Ya tengo preparados dos botecitos de cristal para conservarlas. Y su etiqueta…
Tengo mi ristra de guindillas!
Este año, la rúcula y las guindillas son las protagonistas del huerto. Contra todo pronóstico y contradiciendo (totalmente) la experiencia del año pasado, los tomates están creciendo como matas rechonchas, compactas, con mucho tomate pero… a ras de suelo. No me preguntéis por qué. Este año, son vagas y gordas y se han quedado por las tierras bajas…
La producción de rúcula, lechugas y “brotes tiernos” ha sido constante. Ya estoy en un segundo ciclo ( la rúcula ya me ha vuelto a florecer) y tengo que renovar las plantas… El año que viene, repetiremos experiencia.
La Stevia está magnífica y es , ya, un ingrediente básico en los zumos de frutas diarios.
Otra cosa son las guindillas…
He llegado a la conclusión que mis guindillas han firmado un pacto con el diablo.A cambio de entregar su alma de guindilla ( que ya me dirás tú qué cosa),el diablo les provee de saturación máxima de capsaicina. Esto no es otra cosa que el compuesto químico responsable de que las puñeteras guindillas piquen hasta hacerte desear meter la cabeza en un cubo de agua con hielo…Pensad que el origen de la capsaicina es puramente defensiva: Este compuesto que generan estas plantas es un mecanismo de defensa para evitar ser atacadas por insectos y mamíferos, ya que provoca esa sensación de ardor en la boca y, por lo tanto, los hace menos apetecibles (la capsaicina actúa sobre las terminaciones neuronales y se utiliza en anestesia).
Hay un test que sirve para medir el picor de las plantas (Guindillas, pimientos del padrón, chiles, jalapeños, etc) que contienen capsaicina. Lo creó Wilbur Scoville en 1921. Es una escala que mide en “Scovilles” ( original, eh?) y que puntúa cero cuando no pica y llega a los 15 millones de Scovilles cuando hablamos de capsaicina pura. Por ahí andarán mis guindillas, seguro…
Y es que no hay forma de medir la intensidad del picante porque a medio test, la lengua se desintegra….Que se lo pregunten a mis pobres conejillos de indias… Personas inocentes e ingenuas que ahora , tras haber probado mis guindillas (salteadas con sal gorda) hablan como si tuvieran una patata (grande) en la boca…
La cosa es que de unas pocas de esas guindillas NO picaban…¿Son las que no se dejaron engatusar por el diablo? ¿Tienen alma? ¿O es que no tienen de la capsaicina esa? Y…¿?Por qué…”unas pican y otras no”?
Pues dicen los expertos que es porque ( por lo que sea) han estado bajo condiciones de crecimiento diferentes . Variables como la cantidad de luz solar, el agua que recibe y el tiempo que permanece en la planta. Es decir, el cuánto pica está relacionado con el desarrollo natural de la propia planta…Vale, pero ya las riego igual a todas, les da la misma luz solar y las he probado pequeñitas, medianas y grandes… Por mucho que digan estos señores biólogos, mi planta de guindilla es más taimada y ha hecho un pacto con el diablo. Más picantes no pueden ser.
Rompen la escala de Scoville. Definitivamente, tengo una The Paladar Killer…
NB 1 : El aerosol de pimienta que se utiliza en Estados Unidos como arma defensiva tiene entre dos millones y cinco millones de unidades Scoville.
NB 2 : El récord Guinnes de los pimientos, lo tiene una variedad de la India que se llama Bhut Jolokiany que tiene nada menos que entre 855 000 y 1 041 427 de unidades Scoville.A la hora de manejar este pimiento debemos hacerlo con guantes. Este es el primo zumosol de mis guindillas…
Anoche, me hice una ensalada de brotes tiernos ( berro, rúcula , eruca) y lechuga de mi huerto. Hoy, recogeré unos cherry, para combinar con una burratta fresca que acabo de comprar.
Salgo mucho al huerto : Cada mañana, recojo unas hojas de Stevia para incorporar al zumo de naranja y fresones. Por la tarde, lo riego. Por la noche, suelo acudir a por ingredientes para mis ensaladas o albahaca para un platito de pasta ligera o perejil…
Hoy, además , voy a zamparme unos huevos que me han regalado. Son caseros y de gallinas con denominación de origen : del Prat, de pota blava ( pata azul, las patas son de ese color) ecológicas, que comen todo ecológico y que viven felices…
Leyendo esto, pienso que casi podría estar escribiendo esto desde un pueblo. Lejos, muy lejos de la ciudad. Un lugar donde, al abrir las ventanas, se respirara aire puro (y no este que es denso y tóxico) y las flores no olieran a insecticida… Y dónde el huerto fuera, de verdad, un huerto….
La realidad es que , como pobre urbanita , mi “huerto” es una pequeña mesa de cultivo. En la que la gran noticia es que , todo va creciendo ( en plan vergel) y…¡Qué tengo mi primera guindilla!!!!!!!
El par de huevos, con los que he alucinado esta mañana, son los de unas gallinas que viven en una casa con jardín ( y un gallinero muy chulo) y con gente que alucina al tener huevos frescos cada día. Como urbanita, reconozco que yo también que me he quedado fascinada por ese par de huevos…
Ha habido un momento que , cuando me he visto tan contenta por estos “dos huevos” y “una guindilla neonata” , he pensado : ¡Qué mal estoy! ¡Y qué mal está, también, el de los huevos! Ya , el remate final ha sido cuando he salido a hacer fotos a la guindilla y me veo al vecino que me saluda, me felicita por el huerto y me pregunta que qué hago …Le he contestado : Voy a hacer una foto a la guindilla, que me ha salido una…
Sé que es ridículo pero…
No obstante, para los que nos gustaría dejar de ser urbanitas algún día, esto es un inicio. Una declaración de intenciones. Un pequeño paso. Observamos desde la distancia del asfalto, a esos hortelanos , (que lo son de verdad )y los admiramos. Yo creo que cada vez, serán más importantes. Tal como está la cosa, no te digo que no se vuelva al trueque , puro y duro. ..
Y…habrá intercambios de huevos por lechugas ( o rúcula ; – ) . Seguro.
Me voy a regar…
Huerto de Cooltybcn con gallinero incorporado.
NB : Las gallinas son ya la sexta especie del reino animal más popular para hacer compañía a los humanos, detrás de peces, gatos, perros, conejos y pájaros. En ese orden.
Nueva temporada en el huerto : se inicia otra aventura…
La plantación no ha sido fácil. Si por mí fuera, hubiese puesto un montón de cosas más, pero me agarraron entre dos y me separaron de los planteles y de mi palita de flores ( con la que hago los hoyos)…No me quedó otra que calmarme…Respiré hondo, recité el Ommmm, pasée de arriba a abajo delante del huerto y…al final, en estado Zen… respeté los marcos de plantación!
El año pasado, omití absolutamente, las indicaciones de los expertos y consideré que mi huerto quedaba soso y feo si era respetuosa con los centímetros que debía dejar entre planta y planta y…planté las cosas tal que así.
La estética primó ante cualquier otro tipo de consideración…
Después, pasó lo que pasó, y las tomateras cherry me invadieron toda la zona y exterminaron a las lechugas… Esta vez, lo he hecho bien.
Ommmm…
A disgusto, pero bien.
He plantado Stevia , Tomates, Berros, Perejil ( nacional y el francés) y guindilla vasca (una, en maceta, pobrecilla). La idea es que la recolección de los berros (temprana) de paso a la rúcula y la albahaca.
Antes de reciclar y abonar la tierra, tuve que eliminar los restos del Huerto 1ª Edición. Lo más difícil, fue lo del perejil…Creo que lo voy superando…
Los guisantes daban pena, así que no me costó tanto acabar con la mata…
Me quedé con un ramillete de orégano ( in memoriam) que secaré para utilizarlo de condimento y salvé unas semillas de rúcula por si no encuentro plantita…
Desde el domingo, no he salido a regar (toca mañana) y aún no he descubierto la personalidad de los nuevos habitantes del huerto. Ya iremos viendo…
De momento, se ha instalado una mariquita…