#NuevaRealidad (life.)

La pandemia ha cambiado muchas cosas. Estos dos últimos años, he visitado un hospital oncológico con asiduidad como acompañante. Hemos estado esperando en salas de espera muy llenas y hemos sufrido los retrasos en las horas de visita y pruebas.

Ayer no pude entrar a acompañar. Si no es por causa de fuerza mayor, el paciente debe acudir solo a la consulta. El tiempo de espera transcurrió entre el soplo de aire fresco del aire acondicionado del coche y los paseos nerviosos por el aparcamiento, buscando la sombra para aliviar el calor de la mascarilla. Allí había otros muchos acompañantes haciendo lo mismo que yo. Todos dirigiendo la vista hacia la puerta de entrada para localizar la salida de nuestro acompañado.

La espera no fue tan larga porque las visitas, ahora, en tiempos de pandemia,  se realizan con más agilidad y aún se me hizo más liviana, porque culminó con buenas noticias.

En un momento de mi paseo por los alrededores del hospital, caminé por una zona de tierra. Iba leyendo algo en el móvil y casi pisé este brote verde, aislado pero esperanzador. Le hice una foto y pensé en esa frase tan familiar de que la vida, acaba encontrando una forma de abrirse paso.

Espero que se convierta en árbol…

Despacito Week

«Ir despacito». Este es el objetivo de esta semana:   la desaceleración consciente.

No se trata de ir a dos por hora y dejar de cumplir con tus obligaciones. Es casi imposible dedicar una semana a una «vida slow» sin que la dura realidad te reclame -y con prisas- pero si que es posible aprender a pararse un poquito. Como ejemplo : No vayas al centro comercial tipo Hiper en el que encuentras de todo aunque sea «plasti-masificado». Dedícate a comprar por las tiendas de tu barrio o en el mercado. Ese pan del horno de tres calles más abajo, el queso de la charcuteria de la esquina, esas cosas que nos gustan y que sabemos que son excelentes pero que dejamos de disfrutar «por no ir hasta allí».

Es muy difícil esto del «ir despacio», pero ya se adivina que es bueno. Extrapolando el concepto de la vida a la comida, el llamado «Slow Food» significa disfrutar de la comida y del placer del rito, en sí mismo. No es lo mismo abrir un paquete de ensalada mezclum que comprar tres o cuatro tipo de lechugas , frescas y crujientes. Esa cebolla tiernaaaa, el tomate que huele a tomate y frutos secos de todo tipo… Creas una obra de arte, una ensalada de colores que no debes comerte rápido. Te sientas, te recreas con el aliño ( un vinagre de jerez o Módena, aquel aceite de oliva casero o ese que te han regalado que está emulsionado con albahaca).

Y cada bocado , lo disfrutas y olvidas que la palabra engullir , existe.

La semana del Despacito Week promulga que te comas la vida igual que esa ensalada , paladeándola.

Buen  (y lento) provecho !

NB : Ilustraciones de Leif Parsons, NY. Un descubrimiento.

 

Ensayo y error y error…

No hay forma de aprenderlo. Vas equivocándote, día a día, mes a mes… Casi cada instante.

¿Te acuerdas de aquel día, en el qué te pasó aquello tan importante, que te hizo replantearte cómo vivir tu vida a partir de ese aquello? Todos hemos tenido uno de esos días y nos ha pasado un aquello tan importante… Muy pocas veces, se produce esta reflexión de cambio ante la felicidad…Suele tener mucho que ver con la pérdida y las ausencias, con la enfermedad, con el trauma… Y cuando pasa, tu perspectiva, a corto plazo, es la de la voluntad de transformación: voy a hacer esto, lo otro. Voy a ser distinto. Voy a tomarme las cosas de otra manera. Voy a vivir de forma diferente. Voy a mejorarlo todo…

Pero se pasa la frontera del corto al medio plazo. Y uno se va haciendo al modus vivendi anterior, porque hay un sistema estructurado a tu alrededor. El entorno sigue interactuando y el aquello se va olvidando, de la misma forma que cualquier dolor se va atenuando con el paso del tiempo.

Y, sin quererlo, te encuentras, de nuevo, en el mismo puerto del que partiste. En la rueda que gira sin parar. Formando parte de ese engranaje del que tú eres una pieza más.

Cuando todo está en marcha, sólo falta que un aquello tan importante vuelva a sacudirte, porque es fácil tener varios de aquello tan importante en una vida… Entonces, vuelves a replantearte las cosas. Aparece la actitud volitiva de cambio y todo sigue hasta el medio y el largo plazo en el que la voluntad se agota. El mismo ciclo: ensayo y error y error y error…

Y, ahí estás, esperando aprender.

Esperando el impulso para cambiar el ciclo…

NB : Dicen algunos,  que hay seres humanos que lo han conseguido.

Vivir es urgente. ( *)

Vivir es urgente. ( *)

(*) me copio la frase de Pau Donés ( @jarabeoficial )

Los primeros días de mis vacaciones, los dediqué a vaciar y pintar un luminoso piso en la Costa del Garraf para ponerlo a la venta. La persona que lo ocupaba, a la que adoro, ya no puede vivir en él. Transita ajeno a la vida o inmerso en otra vida que ya es ajena a ésta…

Estuve en todos los lugares en los que se registra una vida…Cada cajón, cada libro, cada foto, cada carta manuscrita, cada trofeo, cada carpeta, cada caja,…Me invadió una extraña conciencia de su juventud, de la que sólo tenía información matizada por mis experiencias de la infancia. Una sensación de que había sido como yo soy ahora. La certeza que yo, que todos, seguiremos el mismo camino hacia un final, el que sea…

Pensar en todas esas cosas, no me pone triste. Esa casa, llena de una vida, me está diciendo que la vida es, en sí misma, urgente.

Y lo veo en las viejas fotografías con su moto, con sus amigos y sus sonrisas, en las comidas y acontecimientos familiares, conmigo de muy pequeña,  con Induráin (su ídolo)…Voy  guardando todas esas cosas y la casa se va quedando vacía.

 

Al final, todo se resume un primoroso espacio, recién pintado de un blanco radiante.  Está vacío pero, no hay que equivocarse, aquí aconteció una vida y aquí, se instalará otra u otras.

Y generarán más huellas vitales…

Mientras cierro la última caja, deseo que sean tan bellas como éstas…

 

Hoy es el día…

love

Es el día del amor, de los enamorados.

Lo hemos simplificado al nivel del adjetivo ,“Que siente amor y atracción sexual por alguien(RAE),  y se manifiesta entre parejas. Sus signos más visibles deben ser obligatoriamente del tipo de la felicidad, las sonrisas, las caricias, los corazones, la poesía, las flores, los regalos, etc… Lo dicho, muy simplificado.

En realidad, hoy es un día para muchos. No hace falta, ni tan siquiera, estar enamorado en tiempo real. Sirve, para la celebración, la rememoración de cualquier enamoramiento del pasado, aunque se manifieste ausente. También del enamoramiento del futuro, el que vendrá y hoy no es.

Y hay más posibilidades en la lista. “Sentir amor” tiene un significado ancho y profundo.

Puedes estar enamorado de una mujer, de un hombre, de tu familia, de tus amigos, de tu mascota, de una planta, de la lectura, de un blog, de Netflix, de George Clooney, de la risa y la carcajada, de un telescopio, de la luna, de un huerto, de la libertad, de una cámara fotográfica, del chocolate, de un equipo de fútbol, de un pueblo, de una almohada, de las mariposas, de una isla, de una cuchara de madera…

Hoy es el día y, para celebrarlo, sólo hay que estar enamorado de la vida.

Feliz día a todos. Cada día.

valentin

Como la vida misma . Un cuento…

Érase una vez, un encantador pueblo del pirineo , muy cerca de Navarra. Todo lo que tenía de encantador, lo tenía de alejado y deshabitado. Caminos forestales que , en otros tiempos, se decía que recorrían comandos asesinos para no ser descubiertos por la Guardia Civil.

Dos personas , seis como mucho en el invierno. Unos cuarenta en el verano…

Un pueblo encantador habitado , por eso, por cazadores. Cazadores que tenían huertos pero que también poseían escopetas y que por unos tomates de más o de menos, te la podían liar parda…

Un pueblo encantador en el que había poca gente joven . O nadie…

Un pueblo encantador que vivió un momento de éxito y acogió a familias retornadas que intentaron asentar su segunda residencia pero…llegó la crisis… Todos recuerdan a una familia , especialmente encantadora, que arregló una casita preciosa. La más encantadora. Trabajaron mucho en la reforma, con sus propias manos. Restauraron muebles antiguos y se hicieron un huerto pequeño pero …encantador. Y cuando la casita encantadora ya había tomado forma, perdieron sus puestos de trabajo: primero uno, después el otro. Más tarde, ella se puso enferma y , un tiempo después, dejaron de pagar la hipoteca de aquella casita encantadora que en la que tanto encanto habían depositado.

Se la quedó el banco .

La casa encantadora fue cerrada a cal y canto pero nadie pudo evitar, en aquel pueblo encantador pero deshabitado, que entraran en la casa y se llevaran lo poco que allí había de valor. Dicen los aldeanos que la casa se quedó vacía, sola pero encantadora en su abandono.

 

puertabierta

Con la primavera, los cazadores jubilados de Navarra, Zaragoza y Barcelona llegaron al pueblo . De la chimenea de la casa encantadora y abandonada, salía humo. El huerto estaba cuidado y además de lechugas, allí crecían hermosas plantas de marihuana… Patxi ( allí llamarse Patxi es como en una peli de espías llamarse Smith) era un hombre desgreñado que había ocupado la casa encantadora. Los habitantes del pueblo encantador pero aislado y anciano, se alarmaron: ¡Okupas! ¡Drogadictos! (y prepararon sus escopetas)…

Patxi resultó ser un fontanero en paro de larga duración, sin familia . Cuando se quedó sin posibilidad de pagar el alquiler, se encontró desesperado. En uno de sus visitas al hospital ,por una enfermedad crónica que padecía, se encontró con una familia encantadora que le habló de un pueblo encantador. Deshabitado y aislado. Tan aislado que no iban ni los del banco. Ni inmobiliarias. Ni curiosos, Ni siquiera los guardas forestales. Le hablaron de una casa encantadora, vacía. Con un pozo de agua del río y un huerto…

Y como un prófugo que por fin encuentra un lugar dónde estar a salvo, Patxi se fue a ese pueblo encantador…

Patxi tocaba el acordeón en su casa. Su música entretenía a aquellos cazadores serios que tras la partida de guiñote se tomaban una copita de pacharán en la plaza del pueblo. No sé. No es tan malo el chaval…Era muy educado y no se metía en política. Muy manitas , también. Arreglaba un grifo, la valla de un corral o el desbroce de un huerto. Ha tenido mala suerte. Lo malo es lo de los porros…Era más joven. El más joven. Y como era un tipo normal ayudaba a sus vecinos y les otorgaba su juventud. Va a ser que es buena gente.

Y Patxi sigue en ese pueblo encantador, viviendo en una casa encantadora en una vida que no tiene nada de encantadora. Se las apaña como puede: no tiene luz pero tiene un huerto. No tiene una nevera pero tiene una chimenea. Come cada día y cada día, por la noche, sale a ver las estrellas que desbordan el cielo de ese pueblo encantador… Y les pide.

No sabe que pasará mañana. Espera que todo mejore y pueda estar en esa casa encantadora sin sentirse un prófugo. Faltan fontaneros por la zona… Ya le han salido algunas chapucillas… ¿ Y si pudiera pagar un alquiler al banco?…Con un poco de suerte… Eso es lo que pide a las estrellas…

Y este cuento , que de cuento no tiene nada, termina comiendo perdices. Dejo a Patxi ( y su acordeón) en la comilona que han preparado los habitantes de ese pueblo encantador y a la que han invitado a Patxi . Es muy majo.

Allí hay muchas perdices…

Ahora sí : Colorín , Colorado…Y a ver.