Tras dos años de pandemia, ya estamos muy familiarizados con el término contagio. Según la RAE este término hace referencia a la “transmisión de una enfermedad, por lo general infecciosa, de un individuo a otro” y aunque la RAE hace referencia a su sentido figurado con esta frase “Teme un contagio de la violencia a otros barrios” la definición queda un tanto floja .
El contagio también se da en las emociones. La transmisión de un individuo a otro de emociones como la tristeza o la alegría, el miedo o la esperanza es un hecho comprobado.

Photo by Marcela Rogante on Unsplash
Como en toda “transmisión” lo que es negativo, nos contagia y nos produce desazón y mal cuerpo. Nos disturba . Nos hace sentir angustia, miedo , tristeza e incluso odio ( solo hay que pasearse por Twitter para ver que rápida se da la transmisión). No sé si existen mascarillas que prevengan de ese tipo de contagios, pero sí que se pueden contrarrestar con dosis de exposición a la emoción más contagiosa que existe : la alegría y en todas sus formas : risa, humor, música…

Photo by Caju Gomes on Unsplash
¿Qué decir de un buen ataque de risa? ¿Quién no ha oído hablar de la risa contagiosa?¿Llorar de la risa? La oxitocina y la dopamina como locas en el sistema límbico, dejándote con una sensación de bienestar imposible de encontrar de otra forma.
Aunque a veces es difícil, a causa de nuestro propio estado de ánimo y nuestras circunstancias vitales, sería bueno proponernos contagiar de alegría y de risa a los demás. Se puede empezar con un contagio deliberado al día y, después, ir añadiendo contagiados. La transmisión suele ser exponencial.
Ese es el verdadero contagio positivo.

Photo by Jessica Felicio on Unsplash
NB : La risa es la distancia más corta que se puede encontrar entre dos personas.