Tercera flor.
La camelia está cambiando. Además del rosa predominante, ahora aparece el ocre en una mezcla cromática preciosa.
De las camelias aprendí su procedencia de Japón, la ausencia de aroma , su floración en invierno y una característica que me llamó la atención : la flor cae de golpe y entera. Así que me propuse ir fotografiando las flores, una a una, tal y como iban cayendo. Así ocurrió con dos de ellas: eran de color rosa, estaban enteras pero cada una era de un tamaño. La primera mucho más pequeña por lo que supe que el volumen de la flor no tenía nada ver en la caída.
La tercera “caída”, que es la de hoy, es una bonita flor en todo su esplendor . Ha aterrizado en la maceta, ni siquiera ha tocado el suelo. Lo curioso es que, en lo alto de la camelia, está su compañera, la ocre, afianzada en su rama, haciendo más bonita la planta en su diversidad. Envejece, se oxida, pero…no se cae.
En el mundo que se desarrolla en mi planta de camelias, es mi ídolo