La lavanda ha florecido.
Los ajos tiernos que plantamos, por fin se han mostrado. Hay tamaño comestible.
Dos aromas distintos y los dos , cada uno en lo suyo, absolutamente embriagadores…
Lavanda y ajos tiernos…
Es un cajón de madera de nada, pero, de vez en cuando, requiere de mi atención. En ediciones pasadas, ante la novedad, mis crónicas sobre el huerto urbano, eran más frecuentes, pero, con el tiempo, me he ido acostumbrando a su presencia y no le hago tanto caso… Él lo nota y me da un toque: ¡Eoooo! ¡Estoy aquí! Esta vez, unas manchitas blancas en algunas de las hojas del perejil y en dos tomateras que no prosperaron, me alertaron de la presencia de pulgón, ácaros o cualquier bicho susceptible de ponerse tierno y darse el banquete del siglo con mi huerto.
Así que preparé la poción antiséptica-ecológica-preventiva que tan bien me ha funcionado en las dos últimas ocasiones de invasión: la infusión de ajo. Cinco cabezas, machadas en el mortero a conciencia. La “pasta de ajo” se coloca en un recipiente con un litro de agua. Tapado y en reposo durante 24h. Al día siguiente, lo calientas a fuego suave durante 20 minutos. Una vez la mezcla se ha enfriado, se cuela, se pasa al difusor y se rocía el huerto con la poción. Mejor, de tres a cinco días seguidos y al atardecer. Un experto me dijo que la solución se oxida y deja de ser eficiente si le da el sol…
El invento funciona, pero… estas fotos huelen a ajo que no veas…
¿Lo notáis?; -)
Llegó el día del Fin de los Ajos…
Tras consultar al hortelano vía whatsapp , me confirmó que no conseguiría más grosor. Tras ver unos ajos tiernos en el mercado y compararlos con los míos, tuve un shock y un trauma que aún me dura…Culpa mía, of course. Previamente, el señor hortelano me había aconsejado que dejara dos cabezas de ajos ( en vez de cinco) para que se me hicieran gorditos ( los ajos) pero consideré que no podía cercenar la vida vegetal de aquellos brotes tiernos y dejé las cinco cabezas. Resultado: demasiada cabeza para tan poco plato ( o sea, sustrato).
Tengo cinco manojos de ajos esmirriados. La fuerza de la unión hará que , todos juntos, sirvan para una buena tortilla …O eso espero ( por lo menos para mitigar las críticas crueles que ha recibido el huerto y estos ajos concretamente, en estos últimos días).
La cosa ha ido así: pintura de guerrilla en la cara y tijeras de la cocina. Primero, les he cortado las melenas. Creo que susurraban ( son tan finitos que ni gritan) que ellos eran Heavy Metal .Con ese acto delictivo ,les he infligido uno de los peores castigos del mundo del ajo heavy. Esto me ha sorprendido porque estos ajos, teóricamente son “tiernos”….En fin, cosas más raras he visto en este huerto.
El corte ha sido fácil pero …la extracción… Ahí ha habido problemas. Ellos que no querían salir. Yo, tirando. Los ajos, que no, que de sentada pacífica y cantando “No nos moverán”. Yo, tirando…Esto ha sido durante un rato y en plan bucle. Al final, he ido a por mis herramientas y he conseguido sacar los cinco manojitos. En ese punto, ya habían dejado de quejarse …Creo que se reían…
Hora más tarde, he sabido por qué…Hay que limpiarlos. Pelarlos. Prepararlos. Son tan , tan finos que cuesta mucho no perder el ajo en el camino. Es una tarea ardua, de esas que te deja la espalda rígida …Sólo tengo cinco manojos pero parece que se multiplican por diez cada vez que acabo con uno de esos fideo-ajos. Esa, ha sido su venganza…
Me voy a seguir limpiando ajos… Aún no he acabado y tengo que hacer la dichosa tortilla…
Ahora, ya, por amor propio.
NB : Además de la stevia y el perejil, el huerto tiene : guisantes, orégano, rúcula y brócoli.
(Me he visto obligada… ; – )
Entiendo que el huerto esté un poco molesto. He estado concentrada en escribir “Te voy a llevar al huerto” para el NaNoWriMo y no he estado tan atenta como en otras ocasiones pero…es que ha llovido, hace un frío que pela y el huerto evoluciona lentamente…pero, es verdad. Tiene razón en quejarse : a las stevias, se les ha de poner unas cañas, que se van para delante y molestan a los ajos.
A su vez, los ajos deben someterse a una sesión de peluquería para que su larga melena no fastidie la siembra de guisantes.
Por otro lado, el perejil sigue igual de ufano ( o más) que en verano. La rúcula y el orégano, bien gracias pero…la albahaca…la albahaca está sufriendo lo indecible con el frio de la noche. Me sabe mal, porque no puedo hacer nada por ella. Una mantita, no procede. Si estuviera en una maceta, la entraría al calor del hogar pero…es lo que hay. En la vida salvaje del huerto, sólo sobreviven los más fuertes…
Tras hacer los arreglos pertinentes , el perejil que por ser el más antiguo habitante de este huerto, es ahora el portavoz, me ha preguntado por la novela. Al principio, quería mentir un poco pero he considerado que al final se van a enterar que he utilizado su …historia de esta primavera verano, para escribir la novela del NaNo …
Hemos negociado ( el perejil es duro de pelar) y he aceptado más guano, supervisión constante, plantar más lechugas ( se ve que les animan mucho), cada quince días un riego de agua de lluvia y …decorar el huerto en plan Navideño.
He cumplido mi parte del trato…
¿Meditando?...Eso es lo que me han dicho los habitantes de este huerto otoñal. El Ommmm no me lo he inventado . De verdad, los ajos lo han entonado… Y es que el huerto está tranquilo, tranquilo, tranquilo.
No se parece en nada al de la primavera o el verano… Tanta acción, tanto color! Ahora, están “Zen”.
¿Zen? ¿Dónde se ha visto que una albahaca te diga que está Zen? Y las Stevias, que está floreciendo sin parar, van y dicen que ellas también. También están zen.
Total, que por mucho que vaya al huerto y lo provoque, no pasa nada. He salido con las tijeras de poda , amenazando con cortar la melena a los ajos. Ni inmutarse.
Le he dicho a la albahaca madre, que voy a tener que llevarme a la baby a una maceta. Ni caso. A la stevia, de la que cada día nos comemos unas cuantas de sus dulces hojas, le he dicho que siga así ( eso es , básicamente,” ser pelota” pero es el único habitante del huerto otoñal que me aporta algo).Ella paga, no hay extorsión.
En Halloween, aparecí dando tumbos, vestida de Bruja Pirula, esperando darles un susto de muerte pero, tampoco paso nada. Es más, creo que la albahaca esparcía su aroma más que nunca mientras se oían unas risillas… Nada de lo que hago , les abstrae de su mundo sereno…
Así que he decidido acompañarlos en este estado de “meditación” y dejar que la naturaleza nos lleve por ese camino zen que ha elegido este otoño.
De momento, cuando salgo a regar ( poco que está lloviendo mucho), lo hago entonando el “Ommmmmm”.
NB : Y el perejil, me dice que lo deje en paz un rato, que él bastante tiene con estar renaciendo, después de la poda extrema por el oídio.
…que deberé replantar con alguna cosa que anime este huerto otoñal…
El vacío lo ha ocasionado, la recolección de una hilera de “Cogollos de Tudela”.
Ha sido un acto triste pero pacífico: Yo y mis herramientas ( de diseño ; – ) ), arrancando de raíz , esas hermosas lechugas…Ni pío, oye. Comparado con la guerra que me dieron los tomates, esto es gloria: crece la lechuga y yo la recolecto. Punto. Ni una queja, ni una insumisión, ni un culo negro…Nada de nada.
A todo esto, los ajos han permanecido impasibles. Esperaba una mínima reacción. No sé, un quejido, un intento de pararme, palabras de ánimo a las lechugas que iban a sucumbir a mi pala floreada…Pero, silencio absoluto.
Simplemente, se mostraban exuberantes, al sol. Como si esto del huerto no fuera con ellos…Me parece raro. Los vigilaré de cerca.
Por último, he descubierto nuevos habitantes “espontáneos”. Brotes verdes y tiernos de algo que creo que puede ser albahaca, que ha dejado caer semillas en la tierra, en uno de esos actos de propagación de la especie que tanto gusta a las aromáticas… Hay una docena de estos baby …Según lo que sea el brote, pueden pasar dos cosas : 1) que sean buenos y les dé la Bienvenida a este Huerto, su huerto o 2) que los extermine, si son malos, con mis herramientas de jardinera ( que si no se me crecen)…
He hecho una foto ,un primer plano, para intentar averiguar algo más.
Cualquier información sobre este «brote verde» será bienvenida. ; – )
Todo lo del huerto en : Mi huerto.