Me despierto en una casa que no es mi casa pero que yo creo mi casa. La sensación es muy rara .

El dormitorio, lleno de color ,no tiene nada que ver con el que yo creo que es el mío, de colores crema y blanco roto. Minimalista y soso…En cambio, las sabanas coloristas, la caja decapada que hace de mesita de noche, las flores,…todo aquello me pertenece. Estoy segura.
Me levanto de la cama, mullida y cómoda. Estoy confusa y expectante .Mi cuerpo está descansado y me dice que se duerme muy bien en…mi cama. Sé qué dirección tomar sin dudar. Aquella es mi casa…aunque no la conozca ( que sí).

Al entrar en el lavabo, el detalle de la estrella me conforta. Es de suponer que en todas las dimensiones, me gustan las estrellas…
En la cocina, el desayuno está servido. Me espera.

De nuevo, los colores me impactan. No dudo en tomarme unos croissants y un cappuccino. Algo me dice que voy a necesitarlo…
Tras el desayuno, me doy una vuelta por esta casa que no es mi casa. Estoy en la playa. Genial!
Me detengo en la buhardilla con ganas de tener un libro en mis manos y todo el tiempo del mundo…
Llego a una habitación en la que hay un sillón lleno de cojines y unas maletas. Todo es precioso. Me podría acostumbrar a vivir aquí… Prendido del respaldo, hay un sobre con mi nombre manuscrito.Leo la nota que contiene. No debo olvidar que esto es un sueño…¿verdad?.

“ Si te sientas en este sillón, aquí te quedarás para siempre. Si eliges las maletas, seguirás tu camino”.

Entiendo que en este sueño de una casa preciosa que-es-mía-pero-no, debo tomar una decisión. Puedo sentarme en esta preciosa butaca y dejar que el tiempo pase, en este lugar hermoso que, ahora , me pertenece pero…miro las maletas y me digo. ¿Por qué parar aquí? ¿Por qué no seguir caminando?…
…¿No es ese el gran secreto de la vida?
No me hace falta más. Elijo la maleta de color violeta y me digo que sí puedo elegir, de verdad, ahora quiero montaña.

Y me despierto, de nuevo, en una cama diferente pero que yo reconozco. Es otra de esas camas mías.
Inspecciono mi casa de ahora.

Hay flores y…estrellas.


Veo, complacida, que hay una hamaca en el jardín.

Y a lo lejos, un precioso camino arbolado…

Y un butacón con una mantita.

Y …unas maletas…

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