Con ritmo ( y mosquitos).

 

Una de las cosas que más me gustan del verano, es poder leer al aire libre, debajo de un toldo que se mueve al son de la brisa y crea una melodía que es muy relajante.

Lo único es que está sensación tan placentera, deja de serlo a los 15-20 minutos en los que, parece ser, que el repelente anti-insectos, ya no hace nada a los mosquitos tigre que hay por aquí (yo creo que hasta los oigo reír) y me empiezan a incordiar con sus picaditas, aquí y allá.

Normalmente, aguanto unos segundos, antes de retirarme al cobijo de mi casa, sin mosquitos… Es por eso que aún tiene más valor, el tiempo que he estado sometida al expolio de los insectos, sólo porque el libro que estaba leyendo me tenía tan enganchada que prefería ser alimento de otra especie animal…

Esto se lo digo, directamente, a @StephenKing. . Él es el culpable de mis picaduras. Él y su libro “Quien pierde, paga”. Una novela, con tanto ritmo, casi de maratón de serie de TV , que me ha dejado indefensa ante el ataque de los mosquitos hambrientos.

Serrat : Una Antología más que desordenada, fascinante.

 

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Hacía tiempo que no me pasaba. Demasiados factores “de la vida” han hecho que esto , que me ha ocurrido hoy, sea algo excepcional.

Por lo menos, esa ha sido mi experiencia. Una experiencia a dos caras : la física y la emocional.

Físicamente me ha tocado en el oído, en la piel y en el cerebro y, emocionalmente, me ha conectado a un estado maravilloso de una época pasada.

Tenía previsto un viaje en coche y he aprovechado el tiempo, convirtiéndolo en Quality Time. He huido de los debates políticos y he puesto a Serrat, con su nuevo trabajo (de 50! Aniversario) “Antología desordenada” a toda pastilla. Su peculiar voz ha inundado mi universo.

Serrat, más que desordenarme, me ha extasiado. He sufrido ataques de fascinación, de cantar a grito pelado, de emoción, de disfrute, de venirse arriba, …

Hacía tiempo que no me sabía tan mal llegar a mi destino y salir del coche.

Hacía tiempo que no me quedaba sentada en el coche , esperando a que una canción acabara.

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con la música…

Hoy, me he dado cuenta de cómo lo he echado de menos.

serratNB : Web oficial, aquí.

 

El Cátaro Imperfecto.

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Cuando empiezas un libro, sueles tener una expectativa. No siempre, por eso. Es posible que haya llegado a tus manos ( o a tu Tablet) sin que tengas una idea previa ( típico libro que te regalan , que tú nunca hubieses comprado) pero, en la mayoría de las ocasiones, el lector ha escogido la lectura y la inicia con una expectativa.

Esto es exactamente lo que me ha ocurrido con “El Cátaro Imperfecto” de Víctor Amela. Al autor lo conozco por su labor periodística ( es crítico de TV). A priori, me gusta. Lo leo en la prensa y lo veo en la televisión pero…¿Cómo escritor de una novela histórica de esas que me encantan? La condición de mediático ( es un adjetivo que les ponen a los escritores que tienen presencia en los medios de per se ) podría perjudicarle en mi nivel de expectativa pero, en este caso, ocurre lo contrario. Lo veo en el programa de Alfonso Arús ( Arucitys/ 8tv), mostrando un puñal. Es el puñal de la portada de su libro. Nos explica que es una “ reliquia” familiar y es el origen de su novela : se mezcla el descubrimiento, la curiosidad del autor y su capacidad para escribir  y  , de ahí, nace “El Cátaro Imperfecto”.

Su forma de hablar del libro, me acaba de convencer. Se siente satisfecho y orgulloso. Feliz. Se le nota. Cuando ya está disponible en el iBooks Store , me lo compro.

Expectativa: Muy alta.

Empiezo mi aventura con los Cátaros. Un libro de este tipo, debe sumergirte en la aventura. Es bueno cuando te mete dentro. Lo primero que observo es …”un detalle” . El autor es detallista. En la primera página ( y no lo suficientemente remarcado) te indican que “Los separadores de párrafos, de mano del autor, reproducen el perfil de unas palomitas de barro, halladas en los muros del Castillo de Montsegur”. Me llama la atención. Y el mapa, dibujado a mano y el puñal…Detalles.

Al inicio , unos árboles genealógicos de las familias implicadas en la trama me hacen temer que me encuentro ante un libro pesado. De esos en los que te pierdes con los nombres y las interrelaciones entre personajes. Me acojono. Ay! Pero… El libro es ágil. Muy ágil. De una lectura como enérgica y vibrante. De párrafos cortos. De capítulos cortos.

Engancha.

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Lo leo en un fin de semana. Lo disfruto, en un fin de semana.

Cuando lo acabo, el “Epílogo del autor sobre sí mismo” se convierte en un Making Of que me acerca más a la historia, incluso después de haberla acabado. Más detalles.

Mi expectativa no se ha visto defraudada. Mi expectativa está contenta.

Si tenéis oportunidad, sumergiros en “un viaje de persecuciones, sueños, amores y tradiciones en el siglo XIV”.

El Cátaro Imperfecto, Víctor Amela.