
Es uno de los temas más comentados en las sobremesas . ¿ Te gusta la cúpula de Barceló?. La respuesta tendrá tantos matices como gustos diferentes tenga el ser humano. Es algo totalmente ligado a la subjetividad .
Hay muchas cosas que nos indican que , cada uno de nosotros tenemos nuestra percepción estética diferenciada de los otros. ¿Por qué yo pienso que ese jersey de flores que hoy se ha puesto mi compañera de despacho es horrible y le queda de pena y ella, lo lleva encantada, orgullosa de su compra y de cómo le queda?. ¿Es qué no estamos viendo el mismo jersey, en la misma persona y con la misma luz?. Pués no, estamos viendo algo diferente por qué nuestros cerebros han decidido que esto es bonito o feo, que es mejor llevarlo ajustado que holgado … Él manda.
De la misma forma, cuando apreciamos el arte se ponen el marcha estos mecanismos diferenciadores entre seres humanos y lo que unos ven como un derroche de color y originalidad, otros lo asocian a un gotelé brutote y falto de encanto. Mi opinión es que el arte, debe generar estas controversias por que eso significa que nos está estimulando ( en un sentido o en otro) y que nos está llegando, nos está comunicando algo ( Uff ¡Qué pasada! O Ufff ¡Qué bodrio!).
El problema no está en la Cúpula ni en Barceló. Un artista consagrado, recibe un encargo. Lo presupuesta en base a su caché . Se lo aceptan . Lo hace y punto ( por cierto, como tuvo que disfrutar el tio con esas super lanzaderas de pintura….). El primer asunto chirriante es el precio de la obra. Pero es tan chirriante como que unos jugadores de fútbol stars ( recordemos que es un deporte. Sólo un deporte) cobren las cifras que cobran o que un actor de cine ( y recordemos que es un oficio. Sólo un oficio) gané millones por una película.
Nuestro “ star system” ( entendiendo el system como un entramado global : deportistas, artistas, actores, escritores,etc..) nos ha llevado a esto. El sistema falla por algún sitio ( más bien hace aguas y se nos hunde el barco) ya que la sociedad permite que se den estas situaciones, en algunos casos extremas.
De donde se han obtenido los fondos para el pago de la obra de Barceló es otra de los asuntos chirriantes. Es una muestra que el sistema falla en el lugar desde el que se debe equilibrar. Los Fondos de Cooperación, Sr. Moratinos, no son para Cúpulas. Son para cooperar…
Los asesores de comunicación y las mentes pensantes de nuestro gobierno, han patinado de una forma brutal. Casi diríamos que van a quedar emplastados, espiritualmente ;-), en la Cúpula. En tiempos de crisis (NO!!!. DE RECESIÓN, que es diferente y peor, aunque Solbes siga residiendo permanentemente en el País de Nunca Jamás), no se puede derrochar… Se debe ahorrar, se debe ser prudente… Y, nunca, nunca, se deben desviar Fondos de Cooperación para una actividad con un objetivo meramente artístico… Lo pone en todos los manuales anti-crisis.
De Barceló, solo puedo decir que le rindo mi admiración. Es un genio. ¡Sólo un genio puede hacer esa obra y venderla por lo que la ha vendido!. Y creo que no es lo mismo ver unas fotos, que contemplar 1.300 m2 de color chorreante en directo.
Tengo la sensación que la Cúpula tiene su qué envuelta en esa monumentalidad que no podemos apreciar en una sola dimensión pero… , ya sabéis, es cuestión de gustos…
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