Poseo objetos cargados de historia. Por lo menos, cargados de mi historia…No fueron importantes cuando llegaron a mí pero, pasado el tiempo, han ganado en eso que se llama “ valor sentimental” o, por lo menos, han conseguido una permanencia considerable en mi hogar, salvándose de mudanzas y “limpiezas generales” ( y eso ya tiene su mérito).
El objeto del que os quiero hablar, es un marco de madera que en su origen, enmarcaba un espejo. Era de una maderita oscura .Lo compré muy, muy barato en una tienda “precursora” de lo que después ya serían las tiendas de Todo a 100. En esa época, al lado del trabajo, abrieron una tienda muy mona, con mil cachivaches de decoración a precios irrisorios. Era el hijo de un empresario que montaba tiendas al por mayor que ya había descubierto el tema de “los container de China” para los temas de decoración de escaparates…
Respeté el marco durante unos años. El espejo, made in China, se fue ensombreciendo y finalmente, lo tiré. Quedó, debajo, una maderita fina…En esa época, mi casa había cambiado a una combinación de colores azules, así que ya lanzada en esto de las manualidades, pinté todo de azul, incluida la maderita. Le pegué unos cristales y lo llamé: Chill Out. Pasaron más años y mi casa cambió de color y desterré el azul, junto con el cuadro pero…no lo tiré. Lo dejé apilado en un lugar del estudio (hay cosas que sé que algún día reciclaré, aunque no sé cómo ni cuándo.)
Hace unas semanas, hice una de esas “limpiezas generales” y vi el marco azul tornasolado, con la maderita hecha polvo, sin rastro de los cristales multicolor…Condenado al montón de reciclaje for ever…
Y, entonces, la pintura esa negra de pizarra que me tiene hechizada, me lanzó un sortilegio y se desencadenó el proceso. Pintar de negro pizarra todo y después, invadir el espacio con un rotulador blanco y las dichosas Flores que es lo único que me sale…
Así que ahora tengo un antiguo espejo que fue un cuadro hippie y que ahora es un extraño marco negro al que le han crecido unas Flores Marcianas…
Es un marco con personalidad múltiple…
Esto le va a servir muy bien al rey en sus próximas declaraciones:
«En este marco incomparable la reina y yo me llena de orgullo y satisfacción…»
Los Reyes no son dignos de mi marco…
Ahora bien, Si Urdanga me hace una buena oferta, se lo vendo para el pisito en Ginebra…
Besos!
Te quedo muy bien.
Tienes unas manitas!!!. :-)
Besos múltiples, como la personalidad de tu marco.
Curiosamente, soy más bien manazas…
Arte imperfecto.;-)
Hoy cambio a abrazo modalidad » boa constrictor».
Pues te voy a ser sincera: ese estilo de marcos tan clásicos no me gustan, pero tus flores marcianas son una monada
Yo también soy más «nórdica» en los objetos…Supongo que por eso estaba en el montón de reciclaje pero…en un entorno muy aséptico ( blanco a ser posible) y minimalista, uno de estos marcos rococó puede quedar fenomenla. Cuestión de contraste.
Creo que el jarrón que he hecho, te gustará.
Estoy preparando «objetos» para un restaurante de un amigo. ; – )
Besos!