Moisés fue rescatado de las aguas del Nilo, navegando a la deriva en una cuna de mimbre.
En el Siglo I, los romanos ya lo cultivaban de modo organizado. El transporte de las mercancías con las que comerciaban, se transportaban en todo tipo de cestería hecha de mimbre.
Esta fibra vegetal, ligera, flexible y fácil de trabajar, permite crear cestos, lámparas, muebles, etc.
Aunque se ha industrializado su producción, aún hoy hay maestros artesanos que tejen esta fibra natural para que podamos dar ese toque “orgánico” a nuestro hogar con unos preciosos maceteros,
colgados de las paredes,
o para que llevemos la compra o las cosas de la playa.
Desde Moisés a la decoración del S.XXI… El mimbre siempre ahí…
NB :Es un arbusto parecido al sauce (género Salix), de cuyo tronco nacen muchas ramas largas, delgadas y flexibles, corteza gris, hojas lanceoladas, con el borde aserrado y flores agrupadas en racimos colgantes.
Me ha gustado mucho tu post, y muy en parte por las fotografías escogidas. ¡Sigue así!
Gracias! El mimbre es muy fotogénico. ; – )
Ya lo dicen… una imagen vale más que mil palabras! Un saludo.
Buen post.