En la combinación de los paseos saludables y la fotografía, se requiere una cierta capacidad de sincronización con los seres humanos que te acompañan.
Cada foto, pues, supone una parada en el camino y una rotura del ritmo del paseo. Así que, tras disparar la cámara, debes realizar un breve y elegante sprint para volverte a sincronizar con el resto de paseantes que ya han avanzado unos metros más que tú.
Como esta breve carrerita es un buen ejercicio cardiovascular, resulta que hacer las fotos es una rutina de lo más saludable…
He visto esa película, ja,ja,ja
Los tengo a todos hartos… ;-)