Hace unos días fui al teatro a ver “Art” . Una comedia (aunque yo diría que es una “comedia-reflexiva”) de Yasmina Reza. Se estrenó en Paris , en 1994 y en ese primer montaje ya ganó tres premios Molière.
Me ha encantado. He visto la versión de Pere Arquillué, Francesc Orella y Lluís Villanueva en el Teatre Goya de Barcelona, pero la obra, traducida a más de 35 idiomas, ya se ha adaptado en muchos países del mundo. La primera vez que se vio en España fue en 1998, bajo la dirección de Josep Maria Flotats, quien también actuaba en la obra, junto a Josep Maria Pou y Carlos Hipólito.Y ha habido más. Arte» ha vuelto en otras tres ocasiones a la cartelera madrileña.
Tres amigos, ante un cuadro totalmente blanco, por el que uno de ellos ha pagado 200.000€. Esta es la idea central de Arte esta magnífica obra que, si os la encontráis en vuestro camino, no dudéis en ir a ver.
Mi experiencia de teatro, por eso, no fue de 10. Y no por la obra, ni por los actorazos. No. Fue por la…infraestructura de visión y la gestión del espacio en mi butaca.
Nada puede asegurarte que vas a tener “un buen sitio” en el teatro o en el cine… Es posible que conozcas el local, que sepas que mejor el palco o la fila 10 y que apliques toda tu pericia para encontrar la plaza más idónea de las disponibles. Te crees que lo has hecho bien y sientes una extraña satisfacción interna cuando te sientas, en tu butaca, dispuesto a disfrutar del espectáculo pero… falta que llegue el resto. Y a ver qué toca delante…
Si se sienta uno de estos chicos altos y espigados, o uno tipo armario, o de estos señores que se mantienen erguidos , en posición de firme, o la señora con el pelo cardado de peluquería a volumetría máxima o la que se ha hecho un moño alto ( viste más)…Si el que tienes delante, es uno de “ellos” no te queda otra que la contorsión mientras dura todo el show. Y si a los de las filas de delante, les pasa los mismo, entonces ya no puedes evitar el estar “buscando el ángulo” sin cesar. Es como un bucle, porque por detrás de tu fila, también pasará lo mismo…
A mí me pasó con una chica con «gracioso recogido con pinza y plumero de pelo» …
¿Soluciones?: Elaboración de una lista de peinados con los que no puedes acceder a las localidades de platea (especialmente sensibles al estilo Marge Simpson), segmentación de las localidades según altura ( y en las parejas “asimétricas” , manda el más alto) y , finalmente, colocar barras laterales de contención en las butacas, para impedir los movimientos de vaivén.
La obra, y pese al balanceo derecha-izquierda-izquierda-derecha, excelente.
Es verdad, cuando vas al teatro -a no ser que sea uno en grada- al sentarte siempre te queda esa incertidumbre de si el que te toca delante te impedirá tener una buena y cómoda visión del escenario. Luego está la otra desazón, que es comprobar, si los próximos a ti serán de los que comentan la obra con sus acompañantes o si se dedicarán a hacer innumerables ruidos buscando cosas en el bolso… o si serán de los que se dejan el móvil encendido (sí, aún nos hay) o los que ponen el móvil en silencio pero dejan el vibrador y se oirá ese “brr, brr, brrrrrr” de manera insistente varias veces durante la obra… o por no hablar de si nos toca una sala atiborrada de gente con catarro o problemas de garganta y al final tienes un concierto de toses… Por suerte todas estas cosas solo suceden de vez en cuando…. :-) Pero suceden.
La obra es genial, a mí me gustó mucho. Me ha dado vértigo cuando has puesto la fecha -¡¡¡¿¿puf, tanto ha pasado??!!!- cuando la vi con esos tres grandes actores J.M Flotats, J.M Pou y Carlos Hipólito.…
Aún recuerdo esa «finiiiisima raya blanca»
Besos blancos sobre fondo blanco. :-)
Has hecho una perfecta descripción de todos los Murphy de teatro…;-) Brillante!
Los años pasan de una forma tan veloz que sospecho que hay alguna alteración espacio-tiempo de la que no nos hablan…
Besos!
NB : A mí, me gustaba el cuadro…;-)
A mí también 😁
Creo que además entra en juego la variable del tamaño de los que sufrimos con este tipo de imprevistos. Normalmente somos gente pequeña. ¿O también les ocurre a los altos?
Un alto , detrás de un moño plumero como el que yo tenía, tampoco se salva…
1998!!!!! Madre mia … como pasan los años! A mi me pareció una obra absolutamente genial.
Lo peor es cuando ya estas atrapado y no puedes cambiar de sitio … o lo haces y te toca uno mas alto que tu que ademas no para de moverse con lo que nunca tienes el angulo correcto.
Le decía a Alberto que eso del » paso del tiempo» a velocidad de vértigo, me empieza a mosquear… ;-)