Este fin de semana he sucumbido a mi credulidad en las predicciones meteorológicas que ya creía superada, la verdad. Ante la casi-segura-tormenta que iba a caer en la zona dónde yo vivo, modifiqué los planes previstos.No sólo yo adapté mis actividades a una casi-segura-acción-imposible-en-el-exterior, sino que lo comuniqué a todo mi entorno: va a llover mucho. Tormenta, segura.
El sábado por la mañana, me despierto con un día radiante. Un sol precioso y una temperatura agradable. Ni rastro de nubes en un cielo de un azul denso y brillante…Pero ¿no iba a llover tantísimo desde primeras horas de la mañana? Esto me lo preguntan a mí, que soy la que ha pregonado el parte meteorológico por doquier, aquí y allá…
Así que cuando, a las siete de la tarde, oigo los primeros truenos, me alegro. Cuando se empiezan a hacer más fuertes, más alegría. Después, veo los rayos, en una espectacular tormenta eléctrica que me hace pensar en lo bestial de esa fuerza de la naturaleza. El viento empuja. Salgo con la cámara para intentar captar alguno de esos rayos. Imposible. Nunca estoy preparada cuando aparece esa línea dentada de luz.
Llueve. Primero, unos diez minutos con intensidad. Después, sólo se oye el goteo débil del agua que aún no se ha depositado en el suelo…. Y ya está…
Una casi-tormenta…
No es culpa suya, son predicciones… La culpa es mía que voy y me las creo…
NB : Predecir : Anunciar por revelación, conocimiento fundado, intuición o conjetura algo que ha de suceder.
Creo que hay que poner una indicacion para que las nubes sepan donde descargar un poco de agua.
Gran idea! Un punto blanco, enorme, que se vea desde la nube y ponga “Here” ! ;-) un abrazo, Suzne.