No lo llames “arte”. Llámalo: “terapia con trozo de puerta” o “trozo de puerta emocional” …
Cuando los habitantes del pueblo me veían buscar un algo para poder hacer otro algo que me recordara a una de las que fue un top, en mi ranking de personas favoritas, no pensaban verme bajar la calle con este trozo de madera, que formó parte de una puerta y que estaba guardada porque yo, una vez, le pedí un trozo de madera para hacer un …algo.
Ese pedacito de puerta llevaba mi nombre escrito. O yo lo vi, allí, refulgiendo en mi trozo, apilado junto otras piezas de madera…
El tiempo que pasé limpiándolo, lijándolo y pensando que iba a hacer con él fue uno de esos espacios de tiempo de calidad que tanto cuesta conseguir. Fue hurgar en mi caja de “Cosas para pegar” y encontrar piezas de otro cuadro ya sin vida, la cuerda y esas estrellas de purpurina que se utilizan en las creaciones navideñas y empezar a trajinar con el pegamento… Más quality time…
Y ya da igual si queda bonito o feo, si hace más bella la pared en la que está colgado o la empeora. Eso no es importante. Lo remarcable es que la búsqueda del material y la ejecución de la obra, se convirtieron en un eje espacio-tiempo de máximo confort emocional.
Nunca pensé que un trozo de puerta, iba a darme tanto…
Pues te quedó muy bonito…. Pero tu casa debe estar forrada de todas las cosas que haces verdad? (cada vez que veo una creación tuya nueva, lo pienso :D)
No te creas, las voy sustituyendo…Llámalo “decoración dinámica “ :-)