Human(zoo)lógico.

En otros posts, he definido diferentes tipos de humanos , en base a su relación con la energía y como la transforman:

1) El vampiro de energía : Aborben la energía positiva de sus congéneres. Te dejan mal.

2) El yoísta -cactus : El «yo, peor» o el «yo, también» que te llega a pinchar, cual cactus.

3) El esponja: Absorben la energía negativa de sus congéneres. Te deja bien, los dejas mal.

El último, por mártir heroico y por su vocación de terapeuta, es al único que al que voy a dejar fuera de la nueva combinación explosiva : vampiro de energía+yoísta+cactus+¡Tachán Tachán!!!! : sabelotodo: ¿Qué no sabrás tú que él no sepa , tras haber ido y vuelto varias veces de no sé donde ? , ¿Qué dirás tú que él no contradiga, afine, matice o sentencie , tras haber dejado claro que ha ido y vuelto de ese lugar al que dice que nosotros estamos yendo?…

La suerte es que este tipo de personalidad  no funciona en modo «monólogo». Me explico : cuando ya estás cansado de todo lo que sabe, de todo lo que absorbe y de todo lo que «también y más», decides conectarte a la función monólogo : escuchas ( aparentando o no interés) y dejas que el tiempo pase y eso se acabe … El sabelotodo plus requiere de feedback. Sólo funciona cuando el otro interactúa y le da pié. Su idea básica es demostrar que sabe más y las ideas y venidas del «cuando tu has ido, yo he ido y he vuelto». Por lo tanto, sólo hay una salida posible : NO ver ( o lo menos que se pueda) al sabelotodo plus. Y si no hay más remedio, asumir el papel de ignorante por un ratito . No hablar. No intervenir. Situarse en la opción «sonrisa vegetativa» y nunca, nunca, mirar a los ojos del sabelotodo plus. Un gesto de las cejas , es suficiente estímulo para que se crezca.

Ya tenemos otro especímen para mi zoo de personalidades humanas… Esto me ha recordado un símil muy bueno ( del que no sé el origen) de las tipologías de personalidades que asisten a una reunión y su correspondencia con el mundo animal. ¡Es que el sabelotodo plus me ha recordado al mono!.

Es una metáfora de gran utilidad para aquellos que deben manejar grupos y un clásico de las dinámicas . Nunca lo he olvidado y , la verdad, lo he utilizado y lo sigo utilizando cuando estoy inmersa en alguna actividad grupal. Identificar a los animales que asisten a una reunión de vecinos ( por ejemplo), puede ser de gran ayuda para el Presidente de la comunidad. Y lo mismo para una charla entre amigos o una reunión de trabajo…De gran versatilidad.

Ahí va :

TIPOLOGÍA DE PARTICIPANTES EN UNA REUNIÓN:

En toda reunión oratoria encontraremos diferentes tipos de participantes: habrán personas alegres, complacientes, burlonas, conflictivas y hasta indiferentes. Debemos conocer las acciones que suelen realizar cada una de estas personas y la manera de tratarlos para salir airosos de cualquier lance oratorio. A continuación, describiremos “zoológicamente” los diferentes tipos de público que solemos hallar en una reunión oratoria.

1° PERRO (AGRESIVO):

Es el participante que “muerde”, que ataca, que ve al orador como a un enemigo al que hay que vencer. Si el orador demuestra superioridad y tacto, en su trato con él, el “perro agresivo” se replega y no lo vuelve a atacar. Suele subordinarse ante quien considera superior. Si uno se enfrasca en una discusión con él, se estará creando un enemigo peligroso.

Acciones que realiza:

• Frases agresivas
• Quiere ridiculizar al orador.
• Crea atmósfera negativa en la reunión.

Como tratarlo:

• No tomar sus ataques como algo personal.
• Recordarle los acuerdos pactados.
• Preguntarle soluciones concretas.
• No luchar con él, elevar y/o respetar su ego personal

2° CABALLO (POSITIVO).

Es el participante educado, con él se puede iniciar un debate serio y alturado. Es una persona que tiene conocimientos básicos sobre la materia que se expone y que quiere incrementarlo a través de su condición de oyente y por medio de preguntas correctamente formuladas para absolver sus dudas. Si ve que el orador domina el tema le hará preguntas, si ve que no lo domina no lo molestara.

Acciones que realiza:

• Asiente positivamente.
• Es educado.
• Preguntas y respuestas concretas.
• Es constructivo.

Como tratarlo:

• Pedir su ayuda.
• Protegerlo de sus atacantes.
• Agradecer sus acciones.
• No encargarle trabajos sin importancia.

3° MONO (SABELOTODO):

Es un participante muy peculiar, quiere demostrar que “todo lo sabe”, incluso se atreve a dar recomendaciones al expositor. El “mono” interviene en toda oportunidad que se le presenta -sólo para lucirse- interrumpiendo muchas veces, la exposición del orador. Suele hacer preguntas y dar respuestas que nada tienen que ver con el tema central. Es un exhibicionista irreprimible.

Acciones que realiza:

• “Lo sabe todo”.
• Parece que aprende
• Preguntas y respuestas intrascendentes.
• Le encanta lucirse.

Como tratarlo:

• Ser concreto.
• Preguntar detalles.
• Establecer reglas claras.
• No darle mucho papel protagónico

4° RANA (EL PARLANCHIN):

Es el participante que tiene predilección por intervenir en todo momento, no por el hecho de contribuir con sus ideas u opiniones sino por el solo hecho de escuchar su voz; le gusta hablar todo el rato. Si bien la “rana” no representa un peligro para el orador, si resulta un peligro para la reunión propiamente dicha pues interfiere con el tiempo o cronograma establecido.

Acciones que realiza:

• Le gusta oírse.
• No respeta el tiempo establecido.
• Interviene a cada momento.
• Aburre a los otros participantes.

Como tratarlo:

• Establecer reglas para las intervenciones.
• Nombrar un controlador del tiempo
• Interrumpirle tajantemente.
• Poner un reloj en la habitación

5° CIERVO (TIMIDO):

Es el participante tímido y muchas veces callado. Intelectualmente es bueno, sabe bastante pero no tiene el valor suficiente para exponer sus ideas o puntos de vista. Este participante es colaborador pero hay que motivarlo para que intervenga o participe. Hay que protegerlo de los “perros” y otros “animales” que pueden yugular sus iniciativas o contribuciones.

Acciones que realiza:

• Evita las miradas directas.
• Se mantiene quieto y pasivo.
• Reacciona con vergüenza.
• Actúa a la defensiva

Como tratarlo:

• Hacerle preguntas fáciles.
• Protegerlo.
• Integrarlo.
• Darle seguridad.
• Que intervenga con papeletas de preguntas.

6° PUERCO ESPIN (OPONENTE):

Es un participante que durante las exposiciones se mantiene a la ofensiva; preparándose para reaccionar ante cualquier ataque. No participa por iniciativa propia, pero si se ve forzado a hacerlo, lo hace de manera rápida y con mucha seriedad (a veces con cólera). Cuando se le integra al grupo y se le demuestra que no correrá peligro se torna colaborador y constructivo.

Acciones que realiza:

• Comportamiento defensivo; ataca si se ve amenazado.
• Se mantiene cerrado como una ostra.
• Se cierra más si uno se dirige directamente a él.
• No colabora voluntariamente.

Como tratarlo:

• Integrarlo por medio de dinámicas de grupo
• Usarlo como “arma” y hacerlo nuestro aliado.
• Hacerlo partícipe del éxito grupal.
• No minimizar su participación, puede ser tímido.

7° HIPOPÓTAMO (PASIVO):

Es un participante que no representa problema serio para el expositor; no ataca pero tampoco colabora. Ojo, esto no significa que pueda ser fácilmente maniobrable o persuadido a través de nuestra exposición. Es una persona muy observadora y poco motivada a exteriorizar sus ideas. A él hay que acercarse sin muchos rodeos, preguntándole directamente. Puede ser un buen aliado.

Acciones que realiza:

• Quieto
• Pasivo
• Observador

Como tratarlo:

• Acercamiento directo
• Hacerle preguntas abiertas
• Usarlo como “soporte” o apoyo
• “Despertarlo”: cambiar de voz sin atacarlo.

8° JIRAFA (VIP):

Es el participante “exclusivo” (VIP). Es conocedor de la importancia que reviste su persona merced a sus conocimientos, personalidad o cargo. Suele ser una persona con sólidos conocimientos y muy segura de sí misma. Le gusta dar sus puntos de vista y poner orden cuando ve que una reunión cae en el anarquismo. Hay que tratarlo con deferencia y potenciar sus intervenciones como colaborador.

Acciones que realiza:

• Ordenador.
• Superior.
• Suele criticar.
• Demuestra su posición.

Como tratarlo:

• Integrarlo y conducirlo.
• Hacer contacto previo y posterior con él.
• Hacer que emplee su experiencia y hacerle preguntas.
• Tratarlo como un VIP (Importante).

9° ZORRO (ASTUTO):

Es el participante astuto, el “vivo”, al que le gusta escuchar y preguntar con mucha atención la exposición del orador para descubrir sus debilidades y contradicciones. Luego que ha reunido toda la información necesaria se dedica a atacarlo sin compasión. Hay que evitar caer en su juego, lo que es más, hay que atacarlo con sus propias armas.

Acciones que realiza:

• Realiza constantes preguntas.
• No da información.
• Recolecta información.
• Evita dar opiniones personales para que no lo ataquen.

Como tratarlo:

• Referirse a los acuerdos establecidos.
• Darle la “vuelta” a lo que exponga.
• Solicitar su opinión para comprometerlo.
• Usar sus habilidades en su contra.

10° TIGRE (NEGATIVO):

Es uno de los participantes más peligrosos, a diferencia del “perro” que ataca por atacar, el tigre es más selectivo sólo ataca a los que están a su nivel académico y/o personal. Suele ser una persona arrogante, segura de si misma pero imbuido de un negativismo casi congénito. La mejor forma de tratarlo es haciéndole constantes preguntas y si se equivoca cuidar de no ofenderlo. Pese a su peligrosidad puede ser “domado”

Acciones que realiza:

• Es arrogante.
• Demuestra elegancia.
• Suele ser negativo.
• Pone a la defensiva al orador.

Como tratarlo:

• Hacerle preguntas, antes que él las haga.
• No aceptar sus recursos oratorios.
• Descubrirle sus “trampitas” o provocaciones.
• Evitar que haga muchas intervenciones.

5 pensamientos en “Human(zoo)lógico.

  1. Cuando comencé a leer este artículo, algo como un escalofrío recorrió mi espinazo desde allá abajo hasta la nuca.
    Ocurre que en las reuniones a las que he debido asistir, ya sea en el Colegio de los niños u otras, por ejemplo, siempre participo, porque si he asistido es porque el asunto me interesa y como me interesa, participo: opino, hago ver mis puntos de vista y, si es necesario debatir para sostener alguna posición que creo correcta o para corregirla si no lo es, lo hago.
    Reconozco que no me es fácil, básicamente por la preocupación de si lo que digo tiene interés para la audiencia y si no estaré siendo uno de aquellos especímenes señalados más arriba con características negativas.
    Afortunadamente para mi autoestima y leyendo y entendiendo la clasificación, sin caer en la autocomplacencia, no salgo mal parado.
    En realidad, me convencí que no lo hago mal y entiendo el porqué el resto de los participantes «paran la oreja» cuando hablo.
    Buen artículo, felicitaciones.
    Saludos desde el Sur del Mundo

Replica a bypils Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.