Se me resisten.
La primera semana, está siendo difícil.
Siento las suelas rígidas y las costuras laterales se están haciendo presentes en la zona lateral de mi pie. Lo he buscado en la red y es en el músculo flexor largo del dedo gordo y el musculo oponente del dedo meñique. Es decir, los dos lados…
En unos días, notaré que la piel del calzado se ablanda y mis pies dejan de gritar de alegría cuando me saco las albarcas. Justamente, es lo contrario lo que busco. Que llevarlas, sea como andar descalza…
Y cuando empieza la doma de albarcas / abarcas, empieza para mí el verano…
NB : Ses avarques son originarias de Menorca. Son las mejores.
Ya lo dice el refrán: «Niño, te quiero más… que a unos zapatos viejos»
Me están matando, de verdad.
Me queda lo de ir a la playa, mojarlas en la orilla y caminar con ellas puestas. Primer año que me la están liando parda…
Albarcas sádicas, te lo digo yo.
Un abrazo.
Menorca… no puedo evitar sonreir. Debería de replantearme volver, aunque sea para comprarme otras avarques…. besos :-)
Veeesssss!
Una isla paridísiaca!!! Vuelveeeee! ; – )
Besos , Inspi.
Debo de volver, para volver a encontrarme :-*
Así es, volver para no perder del norte…;-)
A mi me encantan. Tengo unas de antelina…..parece que voy descalza. Que descanses